Se lo tragaron las
luces de la ciudad. Cada noche, un intenso resplandor le velaba las calles y la
gente que amaba. Miraba sin cesar entre las garras de acero que surgían de la
densa nube de azufre en busca de sus recuerdos, pero la urbe solo le enseñaba un
patrimonio hecho añicos y toxicidad. Durante años el cielo lloró estrellas de
ácido y putrefacción, hasta que partió para hallar otras vidas que no le dieran
la espalda.
Creo que las palabras que has escogido crean justo el ambiente opresivo que le hacía falta al texto. ¡Buen trabajo! :)
ResponderEliminarY gracias por participar en el reto ;)
Un beso.
Muchas gracias Adella :) A ver si me paso por tu blog y leo los nuevos micros, los primeros me gustaron mucho.
EliminarBesos ^^