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jueves, 12 de mayo de 2016

~Videojuegos~ To the moon (A la luna, o directo al corazón)



Este es el primer videojuego que reseño en mi vida. También es el primero que me ha hecho llorar. No voy a decir que es un juego diferente, aunque quizá lo sea, porque no tengo mucho bagaje en cuanto a videojuegos se refiere. Pero sí puedo hablar sobre la historia que encierra esta pequeña maravilla que recuerda a los videojuegos de 16bits.

To the moon (o A la luna) comienza con un coche estampado contra un árbol. Tranquilos, que no hay heridos. Sus ocupantes son dos doctores (Neil y Eva) de una compañía que se dedica a hacer feliz a la gente antes de morir (aquí ya podemos suponer que habrá drama, y en verdad es uno de los gordos). ¿Y cómo lo hacen? Modificando sus recuerdos para que crean que han cumplido el sueño de su vida. Sí, la gente paga para autoengañarse antes de morir y hacerlo feliz y en paz. De partida, ya me parece una premisa muy interesante y que da que pensar.

Pero continuemos un poco más. El hombre en cuestión al que tienen que tratar lo que desea es ir a la luna (de ahí el nombre del videojuego). Nuestros doctores (nosotros, que somos los que los manejaremos) tendrán que ahondar en sus recuerdos hasta encontrar el momento que tienen que cambiar para que Johnny, nuestro paciente, se haga astronauta y vaya a la luna.


Sin embargo, resulta no ser tan sencillo. En su casa y sus recuerdos encuentran conejitos hechos de papel, un peluche de un ornitorrinco y una extraña fascinación por las aceitunas en salmuera. Gracias a una máquina viajaremos hacia atrás en los recuerdos de Johnny, conoceremos la relación que existe entre estos objetos y la historia de amor y sacrificio que se esconde tras ellos.

Sin duda es una historia creada para lanzarse a bocajarro sobre nuestro corazón y estrujarlo hasta dejarlo seco. Pero es al mismo tiempo una historia bien hilada, en la que en cada episodio nos revelan cierta cantidad de información mientras nosotros vamos juntando las piezas del puzzle. Diálogos divertidos y situaciones emotivas nos llevarán de manera fluida desde el principio hasta el final, sin que queramos parar de jugar hasta descubrir el desenlace de esta misión.

Bien es cierto que en un punto intermedio el juego se ralentiza por la repetición del mecanismo de juego del Acto I: encontrar objetos e información crucial para pasar de un recuerdo a otro a través de un sencillo minijuego de puzzle. No obstante la trama se va volviendo más compleja  a cada paso y te obliga a continuar para saber a dónde llegan esos hilos que han aparecido en cada escena. Los actos II y III sin embargo están mucho más condensados y se suceden a una velocidad pasmosa. Los creadores han sabido crear una tensión a través de lo que conocemos y lo que no, incluso de lo que dicen y callan los doctores entre sí, como si fuera una película o un libro con distintos puntos de vista que se van sucediendo a lo largo de la narración.

Además de la manera brillante en que han tratado el argumento, cabe destacar también los personajes. Como no quiero contar mucho más de la historia, me centraré en los doctores, Neil y Eva. Me han recordado irremediablemente a Castle y Beckett: él, irreverente, graciosillo, con teorías alocadas; ella, lógica, objetiva y centrada en su trabajo. En el videojuego los manejamos a uno y otra, juntos o por separado, y vamos descubriendo su personalidad al tiempo que se nos desvela la vida de Johnny. A través de las situaciones de las que son testigos (y de las que nosotros somos testigos a su vez) conocemos cómo responden a ellas con unos diálogos dinámicos y muy entretenidos, y más tarde con su manera de resolver el desaguisado. No solo los doctores, todos los personajes que aparecen tienen cierta profundidad, se les percibe como reales con apenas unas líneas de diálogo y hacen que te intereses por ellos y su destino.


La jugabilidad es simple al igual que los gráficos, y esto es esencial para que la historia tenga la fuerza que se merece, porque es lo realmente importante. A veces, para hacer que algo brille de verdad tienes que darle espacio y dejar todo lo demás un poco aparte. Bueno, quizá no todo. La música también tiene una presencia muy importante, siempre al servicio de la historia, pero no deja de ser magnífica. Os invito a que la escuchéis, aunque no hayáis jugado, porque es una delicia.

Son apenas 5 horas de juego. Es como una novela corta, intensa y compleja. Consigue sorprenderte y te plantea muchos interrogantes más allá de lo que sucede. El principal (y que no comporta revelar ninguna sorpresa): ¿nos autoengañaríamos para morir felices? De hecho, ¿nos autoengañaríamos para VIVIR felices, aun sabiendo que vivimos una mentira? Desde luego, To the moon no es una historia que te deje indiferente, y me encanta el formato y la manera en que se desarrolla.

Freebird Games se ha ganado una seguidora y espero disfrutar de más juegos suyos próximamente (o cuando tenga tiempo, vamos). Si queréis más información sobre este y otros juegos de este estudio, aquí tenéis su web. ¿Habéis jugado a alguno?

2 comentarios:

  1. ¡Por ser tu primera reseña de un videojuego está muy completa! Me ha llamado mucho la atención, ¿para qué plataforma es? Tengo ganas de probarlo y a lo mejor me animo a reseñarlo yo también :)
    Nos leemos!

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    Respuestas
    1. Se puede adquirir en Steam, GoG y Humble Store para Windows, Mac y Linux. Me parece que si lo compras en Humble Store puedes comprarlo sin DRM. Ahora mismo están de rebajas, además, hasta dentro de una semana :) Si lo pruebas ya me contarás qué te ha parecido ^^ Saludos :D

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