Los que habéis visto el estreno de Tres marcianos y
medio ya me oiríais hablar de esta colección de novelas cortas de
Ismael M. Biurrun junto a Bandinnelli
e Isa Janis. Pero por si acaso no
lo habéis hecho (o no queréis), esta es mi opinión acerca de Invasiones,
mi primer acercamiento al autor y a la editorial Valdemar, todo un acierto en
ambos casos.
Invasiones está
compuesta por tres historias cortas, de poco más de cien páginas cada una,
donde Biurrun pone al ser humano al
límite a través de tres sucesos devastadores y explora a su vez cómo estos
afectan a los personajes. Aunque sus argumentos son muy diferentes, el autor no
se plantea afrontar las catástrofes desde el punto de vista del héroe o un
grupo que se enfrenta a ellas, sino que pone el foco en gente normal, en la
cotidianidad y en cómo situaciones diarias y relaciones se ven modificadas por
hechos incontrolables. Además, va un paso más allá, y los estragos vienen acompañados por la propia devastación que los
personajes sufren en su vida, ofreciendo siempre una dualidad entre el
desastre exterior y el interior que sufre cada uno.
La colección abre con Coronación, para mí la más redonda
de las tres novelas. En ella, una apocalíptica plaga de langostas (menos mal
que no son cucarachas) ataca Madrid. Primero no son más que cuatro bichejos
aplastables, pero conforme avanza la trama su número y peligrosidad va
aumentando hasta unos niveles bastante insoportables. Sin embargo, nuestros
protagonistas actúan, en la medida en que se les permite, como si nada hubiera
cambiado, como si la plaga solo fuera atrezzo.
Porque en su vida hay cosas más importantes.
La historia comienza con una escena algo surrealista, de
estas que descolocan al lector. Define por completo a Eloy, un escritor
frustrado que afronta los acontecimientos con un cinismo desasosegante, un
contrapunto perfecto ante la pantomima que tendrá lugar en el piso del jefe de
Irene, su esposa. Allí acudirán para que Irene intente convencerlo de que le
legue la presidencia de la cadena de cafeterías que regentan. Las cosas se irán
torciendo poco a poco al tiempo que la plaga se va haciendo cada vez más
violenta. El encierro al que se someten
los lleva al límite, las mentiras salen a la luz y parece que el apocalipsis se
encuentre más dentro que fuera de la vivienda. El final, si bien es
abierto, en realidad cierra la obra de teatro que se representa tras las
paredes. Lo que ocurra más allá tiene poca importancia, porque lo que se quería
contar sí que ha tenido principio y final. Es una propuesta arriesgada y
valiente, pero también adecuada a lo que la historia pedía.
La segunda novela, El color de la tierra, si bien el
protagonista y narrador, Dimas, parece un personaje a caballo entre Eloy e
Irene, sus motivaciones (y por tanto, su definición última), no quedan claros
hasta el final, con lo que no tiene la fuerza y la conexión con el lector que
tenían los anteriores. Dimas deambula por la urbanización en la que trabaja
como personal de mantenimiento. Como Eloy, tiene un deje de fatalidad en su
actitud, como si estuviera acabado y se limitara simplemente a ejercer su
papel. Como Irene, acaba ignorando en cierta manera el desastre que está
enloqueciendo a todo el mundo: una serie de movimientos sísmicos hace que se
abran y se cierren grietas en el suelo de las que surge un extraño líquido
viscoso y morado. Al principio Dimas intenta revelarse contra este suceso
imposible, pero acaba respondiendo a él como hace el resto, dando alas a una
irracionalidad muy arraigada en el interior de cada uno. Sin embargo, mientras
que unos se dan al sexo, a extraños rituales, a la bebida, al olvido, Dimas
intenta regresar a la normalidad, independientemente de lo que pase fuera. Creo
que llegados a ese punto es cuando por fin conseguimos
comprender al personaje y entender que en realidad no tiene nada más allá del
trabajo.
Por último, Nebulosa quizá sea la historia más
irreverente de las tres, pero también la que mantiene una pauta más marcada en
su desarrollo. Tras la caída de un meteorito, uno de los supervivientes al
impacto, Asís, dice tener un hongo alienígena alojado en el cerebro que lo
obliga a buscar al «enemigo». Este hecho inicia una búsqueda errática entre el
resto de supervivientes, quizá una metáfora de la búsqueda de una motivación
definitiva por parte del hombre. Una motivación que quizá se encuentre donde
menos lo esperamos, si es que existe, en realidad. Uno de los aciertos de este
relato es que no llega a resolver la
cuestión de si la invasión que padece Asís es real o no. El otro, es el
final. Amado por muchos, odiado por otros tantos, para mí es un final redondo y
que cierra la colección con un buen sabor de boca. O, al menos, con unas ganas
irrefrenables de comentarlo, por la potente imagen que deja impresa.
Y es que si hay algo fascinante en la prosa de Biurrun no es
solamente un estilo cuidado e impecable,
sino también las poderosas imágenes que
describe y la manera en que hace que se queden en la mente del lector
durante largo tiempo. Langostas carnívoras, orgías sangrientas, la lucha entre
Asís y el enemigo. Postales no diría terroríficas pero sí inquietantes y cargadas
de tensión. El terror del autor es uno muy humano, más vinculado a las
tragedias personales que a las catástrofes de las que somos testigos.
En definitiva, Invasiones
es un compendio muy equilibrado
que si bien acoge historias muy dispares están hiladas por muchos puntos en
común. Como he dicho antes, no solo trata con cercanía grandes acontecimientos
y lleva a los personajes a la frontera de la cordura y la sinrazón, un punto de
vista que me ha encantado. También tiene espacio para las relaciones
interpersonales, las relaciones familiares en ámbitos muy diferentes, pequeñas
dosis metaliterarias, la incertidumbre que riega cada relato, ese glorioso
punto entre lo real y lo extranatural. Y todo envuelto en la maravillosa edición de Valdemar y su
colección Diógenes: tapa dura, formato pequeño, buen papel y a un precio genial
para la calidad del producto. Sin haber leído nada anterior de Biurrun, creo
que estas novelas cortas son una buena manera de iniciarse. Porque a mí solo me ha dejado con ganas de seguir
disfrutándolo.
Título: Invasiones
Autor: Ismael M. Biurrun
Editorial: Valdemar
Encuadernación: Tapa dura
Año de publicación: 2017
Nº páginas: 384
Precio: 14,50€
Precio: 14,50€
Hola :) Me ha encantado leer la reseña, por que se parece mucho a mi visión del conjunto. Son tres novelas cortas estupendas, con un telón de fondo diferente pero a la vez parecido. Aunque mi favorita es la primera (la devoré sin poder parar), la tercera tiene ese toque tan loco han final que me tiene bastante ganado. Eso si, con la segundo no llegue a congeniar mucho, pero le atribuyo ese valor que tiene al final y las sorpresas que desata por el camino. Un abrazo^^
ResponderEliminarMi favorita también es la primera, es muy muy buena. Creo que también leí tu reseña y pensábamos muy parecido. Esta tarde quiero pillarme Rojo Alma, Negro Sombra, a ver qué tal ^^ Un besote :D
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