Nos encanta ordenar cosas. El hombre es un ser tan caótico en sí
mismo que necesita que el mundo a su alrededor esté ordenado para no volverse
más loco de lo que ya está. Este sentido del orden no creo que sea innato en
nosotros, sino que nos encargamos de educar a nuestros hijos para que adquieran
ese hábito: "¿qué te gusta más?"
"¿cuál es tu color favorito?" "¿y el siguiente?" Soy
consciente de que las primeras veces los niños te miran con cara de besugo como
diciendo que qué pregunta loca es esa. ¡Con lo geniales que son todos los
colores, todas las chuches, todas las pelis! Luego les llenas la habitación de
cosas verdes y dinosaurios (porque el color verde es su favorito y los
dinosaurios su animal favorito) y no entiendes por qué Chris Pratt no se vino a
rodar Jurassic World a tu casa.
Obviamente todos tenemos unas preferencias y unos gustos, los niños también,
pero ni ellos ni yo estamos muy de acuerdo en que tengamos que decantarnos por
una cosa en particular. ¿Por qué una, si lo querríamos todo? Vale, porque no hay dinero para todo (hola,
Santa Claus), pero los niños no entienden de eso hasta que son inculcados en el
sagrado arte de los favoritos y las listas (si a eso lo llamamos crecer
explicaría por qué en algunos aspectos aún no he crecido).
Aun así, los de las mejores canciones
del año, los mejores libros de fantasía transurbanaépica y los memes más
graciosos de twitter sigue siendo cosa de adultos. Como la calificación de las
películas. Como la calificación de las películas para niños. Y es que nada puede escapar de la ley del orden
humano universal. Menos mal que aún no hemos descubierto vida más allá de
la Tierra o también tendríamos una lista de "los vecinos alienígenas más
guays".
Pues bien, toda esta disertación
absurda que probablemente no tenga ni pies ni cabeza viene a que hace un par de
semanas fui a ver "El viaje de Arlo
(The Good Dinosaur)" y después de verla me enteré de que era de las
pelis de "categoría baja de Pixar".
¿Categoría baja según quién? ¿Quién es el encargado de dictaminar qué película
de animación está en primera o segunda división? Dejad que lo mire… ajam,
ningún niño. Me lo temía. ¿Y las razones? Veamos… "se medirá según la
cantidad de referencias que sólo pueda pillar un adulto".
Ah, o sea, que la primera
división está formada por películas en las que un adulto puede mirar más allá
y/o verse reflejado en algún momento. "Inside
Out", "Toy Story", "Up". Supongo que esas están en
la categoría alta. Y películas como "El viaje de Arlo" quedarían en
esa segunda liga.
Teniendo en cuenta que me he
pasado una semana buscando regalos para niños y que las edades recomendadas no
se ajustaban a los niños en cuestión, no soy de fiarme de las "clasificaciones para niños hechas por
adultos". A no ser que esa clasificación no sea para niños, sino para
sentirnos más seguros los propios adultos, o algunos de ellos (y si no que se
lo digan a la clasificación de la fantasía y la literatura juvenil como
literatura de segunda… vaya, otro motivo para no fiarse de estas cosas).
"El viaje de Arlo" es una película sencilla, llena de
colores y de fondos A-LU-CI-NAN-TES. Me reí y lloré y me emocioné mucho más que
con "Inside Out", por poner un ejemplo. ¿Que no tiene referencias
para adultos? Que algún adulto me informe si considera que ha dejado su huella,
que ha hecho esa "gran hazaña" por la que haya merecido dejarla, y si
lo ha hecho, que piense cuánto le ha costado, cuánto ha tenido que dejar atrás
para llegar a ella. ¿Eso no es una referencia para adultos? Entonces es que necesitamos ser más niños. Si de algo
peca "El viaje de Arlo" es
de ser un pequeño refrito de otras películas de Disney (de "El Rey León", por ejemplo), algo que para un niño es
más difícil de ver. Por lo demás, tiene una sensibilidad tanto visual como emocional que encanta. ¿Qué es
sencilla? Sí. Pero a veces en eso está la virtud.
¿Tan egoístas somos que en todo
tenemos que tener algo exclusivamente para nosotros para que sea valioso? En "Up" están esos primeros 5-10
minutos demoledores; en "Toy Story
3", ese final de la niñez tan melancólico; en "Inside Out", esa alegoría continua de las emociones y el
paso a la adolescencia. Por seguir hablando de Pixar, ¿ninguno hemos tenido
problemas con alguien y hemos deseado cosas que se hayan vuelto contra nosotros
(Brave)? ¿Ninguno nos hemos sentido
excluido en algún momento por ser diferente y hemos tenido que hacer todo lo
posible para demostrar que somos igual de dignos que otros (Monsters University)? ¿Necesitamos un
letrero de neón que diga "referencias para adultos" para sentirnos
identificados con algo?
Creo que debemos tener menos
miedo al caos y dejar más de lado las listas y las etiquetas y abandonarnos
más, no poner barreras antes de tiempo, porque en muchas ocasiones eso nos hace
disfrutar menos de lo que tenemos alrededor. Ver el mundo más como niños, desde la sencillez y el asombro, y a
la vez como adultos, desde la experiencia y el conocimiento. Tenemos esa
capacidad, aprovechémosla en vez de mirar las cosas de una única manera,
intentando averiguar si es mejor o peor que la anterior cosa parecida que
vimos.
Maravillémonos en el caos.
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