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viernes, 29 de junio de 2018

~Reseña~ Cuéntamelo otra vez, o un redescubrimiento de los cuentos clásicos




En medio de la vorágine por las reescrituras de cuentos de hadas, la editorial Pulpture se subió al carro hace un año e hizo la convocatoria para la antología Cuéntamelo otra vez. El resultado ha sido una recopilación de versiones de cuentos clásicos muy variadas, que caminan por lo humorístico, lo sangriento, lo terrorífico, lo distópico y lo nostálgico. No obstante, como ocurre con gran parte de las antologías, también es un tanto irregular.

El acercamiento a las referencias originales ha sido bastante diverso, aunque la mayoría se mueven entre la versión actualizada y el rescate de elementos o nombres.

En el primer caso nos encontraríamos "Cerillas", de Anna Roldós, "Hasta la medianoche", de Elein o "Hola Caperucita", de Toni Sicilia. La de Roldós es una adaptación preciosa del cuento de "La Cerillera" en una ambientación de ciencia ficción. La autora ha sido capaz de transmitir la desesperación de la protagonista, además de su necesidad de recuperar a su familia en unos momentos tan duros. El final, aunque esperado, sigue siendo un golpe. Para mí es uno de los mejores relatos de la antología. Por otro lado, "Hasta la medianoche" es una versión muy curiosa de "La Cenicienta" ambientada en la Tierra Media, en el mundo de Erebor, con Bilbo como Cenicienta y Thorin como príncipe. Los crossovers suelen sacarme bastante de las historias, pero la autora consigue con un estilo cuidado y que recuerda en gran parte a los cuentos clásicos transformar estas dos historias para dar un resultado único, entretenido y simpático. El caso de "Hola Caperucita" es bastante similar, con una tertulia muy graciosa entre la Bruja y el Lobo planeando comerse a Hansel y Gretel y la inclusión de referencias muy divertidas.

Nombres toman casi todos los demás, pero algunos se alejan más que otros del original. Por ejemplo, "Roja", de Diego Capalvo, utiliza los nombres de Caperucita, Lobo, la Abuela, etc, pero la historia recuerda a un Mad Max con un trasfondo que no acaba de explicarse y poco tiene que ver con la "Caperucita roja" que todos conocemos. El autor sabe llevar muy bien la acción, aunque le falta un pulido de estilo para que las escenas sean más claras y no sature tanto al lector. "El planeta de los niños perdidos", de Luis Carbajales, tampoco tiene mucho que ver con Peter Pan, a excepción de Wendy "Garfio", su protagonista, una pirata espacial que regresa a un planeta para reencontrarse con su pasado. Más parecido encontramos en "La verdad sobre Maravilla", de Luis Alberto Martín, la crónica de una isla perdida en el Mar Negro que se acerca a la historia de Lewis Carroll de una forma muy original, con espías y enredos políticos.

Subapartado de Hamelín dentro de la antología

También abundan los relatos de humor, como "Desventura en Hamelin", de Ander Mombiela, "El detective de Hamelín", de Alberto Berjón, u "Hola Caperucita". El de Mombiela es sin duda también otro de los destacados de la antología, con una historia muy simpática, ayudada por los guiños metaliterarios y una mezcla con "El gato con botas" de lo más divertida. En "El detective de Hamelín", Odón Pérez le roba todo el protagonismo al detective; para mí tenía mucho más interés que el misterio de las ratas desaparecidas.

Como podéis ver, hay muchos criterios que aglomeran algunos de los relatos, por eso no entiendo cuáles se han seguido para decidir el orden de los relatos. Hay cuatro dedicados a "El flautista de Hamelín" agrupados en medio de la antología, pero también hay un par sobre Peter Pan o sobre Caperucita que aparecen separados, y mezclados tonos muy diferentes.

Si salimos de la forma en que los autores se han acercado a las reescrituras y nos centramos en su calidad, para mí los más destacados son, como he dicho, "Cerillas", "Desventura en Hamelín", "Tres veces", de Laura Arenas Manzanares y Bailan los niños, bailan las ratas, de Ferran Varela. El de Arenas es un cuento oscuro y lleno de poética que bebe de "Los tres cabritos Billy". Quizá le ha faltado más equilibrio entre la acción y la descripción, pero la cadencia de los estribillos y la musicalidad están muy bien conseguidas, generando un ambiente tenso y siniestro muy acorde al relato. El cuento de Varela se aleja de la aureola de cuento de hadas y recurre a un ambiente de terror con una gran reflexión religiosa. Ni eso ni la figura del "cuentacuentos" son tácticas muy originales, pero está muy bien escrito y conseguida la desesperación del protagonista.

Después los hay con una premisa o una vuelta de tuerca bastantes originales, como los de "Hasta la medianoche", "La banda de los siete", de Miguel Martín Cruz, "Roja", "Notas discordantes", de Fernando D. Umpiérrez,  "El planeta de los niños perdidos", "La verdad sobre maravilla" o "Volar bajo las olas", de Daniel Garrido.


Martín Cruz monta una banda de mafiosos con los "enanitos" y transforma a Blancanieves en una heroinómana. La idea me ha llamado mucho la atención, pero creo que el relato se queda corto para desarrollarla como debe. También me ha gustado la voz del protagonista, muy bien conseguida, si bien las escenas quedan muy fragmentadas y se pasa muy por encima de cada tramo, no hay apenas profundidad. Lo peor es que, quitando a Sabio y Número 2, que supongo que sería Gruñón, el resto de "enanos" me han parecido indistinguibles y la necrofilia gratuita ha echado mucho para atrás mi sensación general del relato.

Umpiérrez plantea una distopía de la que desconocemos poco y cuya relación con el relato de Hamelín se descubre poco a poco. Sin embargo, el estribillo no acaba de funcionarme demasiado bien y el hecho de que la pregunta que inicia el relato no llegue a responderse me ha dejado un poco a medias.

"Volar bajo las olas" es una versión de "La Sirenita" en que la protagonista tiene una deformidad y por ello es convertida en atracción de feria. Es una historia que tiene mucho de melancolía y tristeza, como la de Andersen. Al igual que en "Bailan los niños, bailan las ratas", el autor acude al "cuentacuentos" para terminar de redondear el relato.

El resto de relatos no han acabado de convencerme y hay varios a los que les falta una corrección de estilo. Hay exceso de repeticiones y cuentos muy recargados a los que les habría venido bien un pulido, o quizá otra forma de distribuirlos les habría sentado mejor.

En cualquier caso, ha sido una lectura bastante entretenida, sin grandes pretensiones pero con visiones y voces muy interesantes. Ha habido también algunos ejemplos de subversión, como ocurre con la vengadora de "Roja", la alcaldesa de "Desventura en Hamelín", la pirata de "El planeta de los niños perdidos". Teniendo en consideración los cuentos de los que proceden, es agradable ver este interés en plasmar personajes femeninos más activos y que se salgan del molde tradicional. Lo más destacado de la antología es, además del cuidado que le han puesto a la portada y los detalles interiores, hallar estas versiones tan diferentes, plasmadas sobre todo en el apartado de Hamelín. Esto demuestra que se pueden crear nuevas historias a partir de otras con nuevos valores y sin renunciar a la originalidad. Si os gustan los cuentos de hadas, os animo a redescubrirlos con Cuéntamelo otra vez.

Otras reseñas:


Título: Cuéntamelo otra vez
Autores: VVAA
Editorial: Pulpture
Encuadernación: Rústica
Año de publicación: 2017
Nº páginas: 290
Precio: 14




Dalayn
Lectora por vocación. Arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.

martes, 19 de junio de 2018

~Ficción corta~ Capítulo #5


Marchando otra sesión de ficción corta! Porque lo bueno, si breve, dos veces bueno. Esta vez, 100% mujeres.


Tejedora, de Nina Allan

Cuando leí La carrera ya me llamó mucho la atención la prosa de Nina Allan y la forma que tenía de abordar las temáticas en su narración. Si a eso le sumamos lo que me gusta la mitología y los diferentes acercamientos que se hacen a ella desde diversas perspectivas, tarde o temprano esta novela corta que publicó hace un tiempo Fata Libelli debía caer en mis manos.

Allan nos traslada a una Grecia a caballo entre los antiguos gremios y un futuro no demasiado lejano. Es un ambiente un tanto difícil de identificar, pero sin duda muy apropiado para esta historia, en la que la realidad y la magia se entremezclan de modo que no sabemos dónde acaba una y empieza la otra. Hay múltiples metáforas encerradas en el pasado de Layla, la protagonista, en las apariciones de una misteriosa anciana, en la araña a la que dedica una escena. La autora no oculta que esta historia hunde sus raíces en el mito de Aracne, pero lo que nace a partir de él es mucho más complejo.

Hay una reflexión esencial sobre el equilibrio entre arte, talento y esfuerzo, que se revela de muchas formas a lo largo de la obra. El prólogo de las editoras ayuda a contextualizar este tema, pero aun así es de esas obras a las que hay que volver para estudiar, leer entre líneas y extraerles todo el jugo. Comentarios como este de Carmen Romero también son muy interesantes. Disfruto mucho de las historias que merecen esta atención, este intercambio de lecturas y análisis. Si además añadimos su brevedad, la magia de la que la envuelve Allan, su prosa tan particular, la excelente traducción de Silvia Schettin y la edición de Susana Arroyo, no puedo por menos que recomendarla.



Brebaje, de Tamara Romero

Si nunca has leído a Tamara Romero:

2. Lee Brebaje.

Puede que no sea su obra más sobresaliente, pero deja con ganas de leer mucho más de la autora. Me ha parecido una buena forma de conocerla. Directa, entretenida, divertida en su punto justo, con una mezcla entre fantasía y ciencia ficción, una protagonista carismática y algún misterio que resolver.

Balbina Vital es una maga del espectáculo que encuentra trabajo en un resort de vacaciones bastante particular, pero el primero de sus shows no acaba muy bien. Esto lleva, entre otras cosas, a una reflexión bastante interesante (y metaliteraria) sobre la mediocridad, el talento y el esfuerzo, también sobre la seguridad que nos da creernos invencibles. Este mensaje es muy importante para aposentar una realidad algo estrambótica, puesto que todo lo que envuelve a Balbina puede resultar ajeno, pero ella es muy cercana.

Me ha gustado cómo se van desvelando poco a poco los detalles sobre el lugar y el misterio que lo envuelve; la estructura en cierto modo circular que tiene la narración. Sin embargo, esa ligereza que en ocasiones tanto se agradece en la narración, aquí ha hecho que me sepa a poco, que las páginas pasen en un suspiro y que necesite algo más. Quizá empezarlo de nuevo, analizar con más atención alguno de los aspectos más interesantes de la obra, si la certificación de que el karma existe tiene una influencia real en los acontecimientos o solo es un ruido de fondo que contribuye a la sensación de ilusión. Creo que será una obra interesante de comentar con Tres marcianos y medio, así que os invito a acompañarnos en nuestra disertación.



Binti, de Nnedi Okorafor

Esta es la primera novela corta de una trilogía que espero que dé tanto que hablar en España como lo dio hace cuatro años en EEUU. Es una lectura corta, fluida, amena y no por ello exenta de profundidad. Binti es una joven de dieciséis años que se escapa de casa para ir a la Universidad… a varias semanas de viaje desde la Tierra. Eso la hará enfrentarse a tres cuestiones que también son fundamentales para entender y disfrutar esta obra:

-El racismo. Binti es himba, una comunidad nativa de Namibia con una cultura propia asentada desde hace siglos que Okorafor dibuja con algunas pinceladas en esta obra. Los himba se cubren con otjize, una mezcla de arcilla con flores. Tanto por su aspecto como por sus costumbres son señalados por los khoush (una etnia inventada inspirada en los árabes). Binti vivirá varias situaciones en las que será tratada de forma diferente solamente por su aspecto.

-El trauma. En este caso será doble, pues la golpearán tanto la nostalgia por su familia y su pueblo como la terrible situación que deberá afrontar durante su viaje. Quizá podría haberlo hecho notar más, pero la autora también espera que el lector ponga de su parte y entienda las reacciones de Binti a partir de lo que le sucede.

-El pacifismo. Hay muchas historias donde llega un punto en que hay que elegir entre la vía diplomática y la violenta, y en los últimos años ha habido una profusión de elecciones por la segunda, como si sin violencia no pudiera haber conflicto. Lo cierto es que el conflicto sigue existiendo, pero la vía diplomática es más lenta y tiene menos acción y requiere más confianza en las personas. Una de las cosas que enseña Binti es que podemos ser mejores.

Sin entender cómo trata Okorafor estos tres aspectos es difícil comprender cómo evoluciona la trama. A mí me ha ganado por las tres cosas. Aunque he echado de menos más desarrollo del mundo que crea, se nota que no es ni de lejos la intención de la autora centrarse en ello, sino en la experiencia de Binti, en qué es lo que cambia su vida. Y eso lo plasma muy bien.

Es de agradecer la traducción de Carla Bataller, que hace que esta obra se lea en un abrir y cerrar de ojos. Por suerte no tardaremos mucho en tener la segunda parte, porque me da la impresión de que ayudará a entender mucho mejor esta primera entrega.


Dalayn
Lectora por vocación. Arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.