En medio de la vorágine por las reescrituras de cuentos de
hadas, la editorial Pulpture se subió al carro hace un año e hizo la convocatoria
para la antología Cuéntamelo otra vez. El resultado ha sido una recopilación de versiones de cuentos clásicos muy variadas,
que caminan por lo humorístico, lo sangriento, lo terrorífico, lo distópico y
lo nostálgico. No obstante, como ocurre con gran parte de las antologías,
también es un tanto irregular.
El acercamiento a las referencias originales ha sido
bastante diverso, aunque la mayoría se
mueven entre la versión actualizada y el rescate de elementos o nombres.
En el primer caso nos encontraríamos "Cerillas", de Anna Roldós, "Hasta la medianoche", de Elein o "Hola Caperucita", de Toni Sicilia. La de Roldós es una
adaptación preciosa del cuento de "La Cerillera" en una ambientación
de ciencia ficción. La autora ha sido capaz de transmitir la desesperación de
la protagonista, además de su necesidad de recuperar a su familia en unos
momentos tan duros. El final, aunque esperado, sigue siendo un golpe. Para mí
es uno de los mejores relatos de la antología. Por otro lado, "Hasta la medianoche"
es una versión muy curiosa de "La Cenicienta" ambientada en la Tierra
Media, en el mundo de Erebor, con Bilbo como Cenicienta y Thorin como príncipe.
Los crossovers suelen sacarme
bastante de las historias, pero la autora consigue con un estilo cuidado y que
recuerda en gran parte a los cuentos clásicos transformar estas dos historias
para dar un resultado único, entretenido y simpático. El caso de "Hola
Caperucita" es bastante similar, con una tertulia muy graciosa entre la
Bruja y el Lobo planeando comerse a Hansel y Gretel y la inclusión de
referencias muy divertidas.
Nombres toman casi todos los demás, pero algunos se alejan
más que otros del original. Por ejemplo, "Roja",
de Diego Capalvo, utiliza los nombres de Caperucita, Lobo, la Abuela, etc,
pero la historia recuerda a un Mad Max con un trasfondo que no acaba de
explicarse y poco tiene que ver con la "Caperucita roja" que todos
conocemos. El autor sabe llevar muy bien la acción, aunque le falta un pulido
de estilo para que las escenas sean más claras y no sature tanto al lector. "El planeta de los niños perdidos",
de Luis Carbajales, tampoco tiene mucho que ver con Peter Pan, a excepción
de Wendy "Garfio", su protagonista, una pirata espacial que regresa a
un planeta para reencontrarse con su pasado. Más parecido encontramos en "La verdad sobre Maravilla",
de Luis Alberto Martín, la crónica de una isla perdida en el Mar Negro que
se acerca a la historia de Lewis Carroll de una forma muy original, con espías
y enredos políticos.
Subapartado de Hamelín dentro de la antología |
También abundan los relatos de humor, como "Desventura en Hamelin", de Ander
Mombiela, "El detective de
Hamelín", de Alberto Berjón, u "Hola Caperucita". El de
Mombiela es sin duda también otro de los destacados de la antología, con una
historia muy simpática, ayudada por los guiños metaliterarios y una mezcla con
"El gato con botas" de lo más divertida. En "El detective de
Hamelín", Odón Pérez le roba todo el protagonismo al detective; para mí
tenía mucho más interés que el misterio de las ratas desaparecidas.
Como podéis ver, hay muchos criterios que aglomeran algunos
de los relatos, por eso no entiendo cuáles se han seguido para decidir el orden
de los relatos. Hay cuatro dedicados a "El flautista de Hamelín"
agrupados en medio de la antología, pero también hay un par sobre Peter Pan o
sobre Caperucita que aparecen separados, y mezclados tonos muy diferentes.
Si salimos de la forma en que los autores se han acercado a
las reescrituras y nos centramos en su calidad, para mí los más destacados son,
como he dicho, "Cerillas",
"Desventura en Hamelín", "Tres veces", de Laura Arenas
Manzanares y Bailan los niños, bailan las ratas, de Ferran Varela. El de
Arenas es un cuento oscuro y lleno de poética que bebe de "Los tres
cabritos Billy". Quizá le ha faltado más equilibrio entre la acción y la
descripción, pero la cadencia de los estribillos y la musicalidad están muy
bien conseguidas, generando un ambiente tenso y siniestro muy acorde al relato.
El cuento de Varela se aleja de la aureola de cuento de hadas y recurre a un
ambiente de terror con una gran reflexión religiosa. Ni eso ni la figura del
"cuentacuentos" son tácticas muy originales, pero está muy bien
escrito y conseguida la desesperación del protagonista.
Después los hay con una premisa o una vuelta de tuerca
bastantes originales, como los de "Hasta la medianoche", "La
banda de los siete", de Miguel Martín Cruz, "Roja", "Notas
discordantes", de Fernando D. Umpiérrez, "El planeta de los niños perdidos", "La
verdad sobre maravilla" o "Volar bajo las olas", de Daniel
Garrido.
Martín Cruz monta una
banda de mafiosos con los "enanitos" y transforma a Blancanieves
en una heroinómana. La idea me ha llamado mucho la atención, pero creo que el
relato se queda corto para desarrollarla como debe. También me ha gustado la
voz del protagonista, muy bien conseguida, si bien las escenas quedan muy
fragmentadas y se pasa muy por encima de cada tramo, no hay apenas profundidad.
Lo peor es que, quitando a Sabio y Número 2, que supongo que sería Gruñón, el
resto de "enanos" me han parecido indistinguibles y la necrofilia
gratuita ha echado mucho para atrás mi sensación general del relato.
Umpiérrez plantea una distopía de la que desconocemos poco y cuya
relación con el relato de Hamelín se descubre poco a poco. Sin embargo, el
estribillo no acaba de funcionarme demasiado bien y el hecho de que la pregunta
que inicia el relato no llegue a responderse me ha dejado un poco a medias.
"Volar bajo las
olas" es una versión de "La Sirenita" en que la protagonista
tiene una deformidad y por ello es convertida en atracción de feria. Es una
historia que tiene mucho de melancolía y tristeza, como la de Andersen. Al
igual que en "Bailan los niños, bailan las ratas", el autor acude al
"cuentacuentos" para terminar de redondear el relato.
El resto de relatos no han acabado de convencerme y hay
varios a los que les falta una corrección de estilo. Hay exceso de repeticiones
y cuentos muy recargados a los que les habría venido bien un pulido, o quizá
otra forma de distribuirlos les habría sentado mejor.
En cualquier caso, ha sido una lectura bastante entretenida, sin grandes pretensiones pero con
visiones y voces muy interesantes. Ha habido también algunos ejemplos de
subversión, como ocurre con la vengadora de "Roja", la alcaldesa de
"Desventura en Hamelín", la pirata de "El planeta de los niños
perdidos". Teniendo en consideración los cuentos de los que proceden, es
agradable ver este interés en plasmar personajes femeninos más activos y que se
salgan del molde tradicional. Lo más destacado de la antología es, además del cuidado que le han puesto a la portada y
los detalles interiores, hallar estas versiones tan diferentes, plasmadas
sobre todo en el apartado de Hamelín. Esto demuestra que se pueden crear nuevas
historias a partir de otras con nuevos valores y sin renunciar a la
originalidad. Si os gustan los cuentos de hadas, os animo a redescubrirlos con Cuéntamelo otra vez.
Otras reseñas:
Título: Cuéntamelo
otra vez
Autores: VVAA
Editorial: Pulpture
Encuadernación: Rústica
Año
de publicación: 2017
Nº
páginas: 290
Precio: 14€