Hace unos meses tuve el enorme placer de betear Micosis,
de Enerio Dima, y saber que se agotaron los ejemplares en el Festival
Celsius y que tanta gente está interesada en descubrir la historia de Marga me
llena de orgullo de amiga y de gran expectación, porque esta historia es
necesaria por muchos motivos.
Lo advierto: no voy a analizar esta novela corta a los niveles
que hago con otras obras porque la leí hace meses. Vamos a suponer que si le
devolví el manuscrito a Enerio y apenas le marqué un par de errores
tipográficos es porque bien escrita estaba. Y la historia está tan bien hilada
que poco más podía hacer con ello. Pero lo importante es el mensaje que
transmite, y de eso es de lo que quiero hablar.
Micosis es una
historia de terror. No hay que buscar la colección en la que se ubica dentro de
la Editorial Cerbero, el nombre ya habla de enfermedad. Un hongo está provocando una epidemia que hace que la gente se
autolesione hasta suicidarse. Sin embargo, el terror no se esconde entre
las páginas de la novela, sino en nuestra realidad. Lo que da verdadero miedo
de esta historia es que no habla de una enfermedad ficticia, sino de una real
reconvertida a la ficción. Y es capaz de abordarla tanto desde el punto de vista
del que la padece como del que no.
Estamos hablando de enfermedades
mentales. De depresión, sobre todo. De sentirte superado por todo,
insuficiente, inútil. De que la vida
duela tanto que el único alivio que encuentres sea provocarte dolor físico.
Y cuanto más punzante, cuanto más dure, más alejada estarás y durante más
tiempo de todo el peso que cargas sobre ti. Lo malo es que luego tienes que
esconderlo porque, si no, vendrán las miradas acusatorias y, donde antes no
eras nadie, tendrás una marca, serás una loca, la gente se alejará de tu lado.
Y eso es mucho peor que ser invisible.
Micosis transforma esta realidad mental en algo tangible:
¡hongos! Eso tiene que tener cura. Pero entre sus páginas se muestra que a la
gente lo que le interesa es no verse salpicada. Dima se atreve incluso a jugar
con una voz en off que los que hemos
pasado por una enfermedad mental conocemos bien: la de quienes juzgan desde su
asiento, por cercanos que sean; nuestra propia voz interior que nos recuerda a
cada rato lo insignificantes y estúpidos que somos por cada decisión que
tomamos; la que nos muestra a cada rato todo lo que está mal en nosotras. Es
una interpelación al lector, porque si esa voz en off es un eco de la tuya… es
para detenerse a pensar un buen rato.
Por todo esto, nos
hallamos ante una historia dura. Tanto para quienes hemos estado en el pozo
como para quienes han tenido a alguien cerca. Y seguramente todos hayamos
tenido a alguien cerca, pero los enfermos lo sufrimos en silencio, como nuestra
protagonista, porque lo normalizamos y lo negamos todo lo que podemos. Porque
no podemos estar enfermos, porque a nosotros no nos pasa. Porque solo es una
vez, una crisis, y no volverá a ocurrir.
¿Qué opináis del brutalismo? |
Es jodido leerlo, de hecho hay una escena que me produjo mucha aprensión, pero es necesario. Primero, porque creo que nos hace entendernos mejor a nosotros mismos y a los demás. Y
segundo, porque dentro de toda esta opresión, Dima pone un punto positivo, y es
que no tienes por qué pasarlo solo. Es la sensación de comunidad, de que no es algo tan extraño ni excepcional,
de que juntos se pueden paliar los efectos o aprender a convivir mejor con
ellos. Quizá no haya cura a la micosis, pero en la realidad estamos mucho más
preparados: buscad ayuda. No estáis
soles.
No obstante, hay algo que hizo que esta novela corta me
gustara mucho más, y es que no solo
habla de enfermedades mentales. Hay más temas ahí, quizá de menor
importancia en el transcurso de la historia, pero que nos siguen tocando de
cerca. Que la protagonista sea la limpiadora de un edificio de oficinas (como
arquitecta el inicio me ha encantado, por cierto) no es una casualidad. Que
esté separada y a cargo de dos niños, tampoco. Nada está dejado al azar. Hay crítica de clase, a esa conciencia
social que se ha creado en torno a la titulitis
que jerarquiza la validez de las personas. Marga se cuestiona todo el rato
si su vida habría sido diferente o más feliz de no haber abandonado los
estudios, y su jefe se cree superior simplemente por haber comenzado (que no
acabado) una carrera universitaria. Ni él, ni su madre, ni su exmarido la
tratan como si fuera una persona, sino como un proyecto que se quedó a medias,
defectuoso. Deshumanización. Si lo unimos a la micosis, tenemos el monstruo
perfecto. ¿Pero quién es el monstruo
realmente? ¿Qué es lo que está podrido de verdad?
El final, por cierto, quizá sea previsible desde el punto de
vista argumental, pero desde el punto de vista narrativo me encantó. Y eso
termina de redondear una novela compleja, con muchas capas y que, en
definitiva, nos está hablando de la realidad que nos rodea. Eso es lo que hacen las historias que se
quedan con nosotros, las que perduran en la memoria. De no haber sido así,
no podría haber escrito casi mil palabras sobre Micosis después de tantos meses. Es un mal rato, pero merece la
pena. Sobre todo porque fuera de sus páginas podemos hacerlo mejor.
Título: Micosis
Autora: Enerio Dima
Editorial: Cerbero
Encuadernación: Tapa blanda / bolsilibro
Año de publicación: 2018
Nº páginas: 262
Precio: 5€ / 2€ (ebook)
Tengo muchísimas ganas de leer Micosis y con esta entrada aún más, me parece una historia interesantísima. A ver si lo compro pronto ❤️ un abrazo
ResponderEliminarEspero que te guste. Se lee en un par de ratos ^^ ¡Besos!
EliminarEs uno de los que me quedo pendiente de compra en el Celsius, pero el presupuesto ya no daba más de si. Micosis, Oculis arboris y Gamusinos caéran pronto en mi pila :)
ResponderEliminarEs que el Celsius pica XD
EliminarHola cielo
ResponderEliminarMe has hecho sentir tanto con esta reseña, y eso que le tenía tanto miedo a este libro porque no sabía nada de él más allá de que era "terror", que sé que necesito leerlo. Como sabes, hace un par de días me dijeron que además de la ansiedad que yo ya era consciente de que tenía, también había una depresión ahí. Y lo primero que pensé fue "¿depresión? ¿yo? ¿cómo va a ser algo tan tonto como lo mío una depresión?". Igual es una lectura dura. Igual lo paso mal leyéndola. Pero desde luego, tengo que enfrentarme a las palabras de Enerio y aprender lo máximo que pueda. Muchísimas gracias por descubrirme una historia que no era para nada lo que yo creía que era, y que ahora mismo sé que necesito leer.
¡Besitos sonámbulos! ⭐🌙
Espero que te guste y te ayude. Creo que lo bueno que tiene es que permite muchas lecturas dependiendo de quién la lea, y eso siempre mola. Un abrazote enorme, ¡cuídate!
EliminarYo me quedé con ganas de adquirirlo.
ResponderEliminarPues si no tienes ninguna librería cerca que lo venda, lo puedes pedir directamente en la web de la editorial. Y seguramente en un par de meses esté ya en ebook, que es más baratito :)
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