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lunes, 23 de noviembre de 2020

~Reseña~ Newropía, o una sátira contemporánea



Tú, que eres fans de Juego de Tronos. Tú, que adoras The Expanse. Tú, que piensas que con Franco se vivía mejor. Tú, que crees que regresar a las cavernas es la única manera de preservar el planeta y el «orden natural de las cosas». Tú, que estás harta de ser menospreciada por la sociedad y buscas un lugar donde ser libre. Esos sitios existen. Están en Newropía, una suerte de microestados en una especie de Europa gamificada donde hay una utopía hecha a tu medida. Y, si no, te la fabricas.

Ese es el punto de partida de la nueva novela de Sofía Rhei, una entretenida aventura de ciencia ficción con espías y crítica social que no es para nada lo que esperas con esta premisa. Así pues, si prefieres sorprenderte tanto como yo con este libro, mi consejo es que empieces a leerlo ya y vuelvas luego a compartir tus impresiones.

Todo empieza en el hogar de Elliot, un muchacho de dieciséis años que se ve arrastrado hacia un futuro con el que solo podía soñar pero que resulta ser más real que el barrio donde vive. Su misión: descubrir quién es el chico que planea construir un nuevo parque de atracciones en Newropía y adquirir los diseños. De ello depende que el partido capitalista que se alterna en el poder de la nueva Europa, el partido Simpático, no adquiera aún más poder, desestabilizando el precario equilibrio que sostiene el continente.


La Floresta. Fotografía de Sebastian Unrau en Unsplash

Para llevar a cabo esta misión, el partido Parasimpático contará no solo con Elliot, sino también con Verbena, una bruja que vive en la Floresta. La naturaleza la provee de todo lo que necesita y su magia consiste en controlar su cuerpo, su mente y la de los demás mediante la sugestión. Su mundo y el de Elliot son bastante contrarios, pero tendrán que trabajar juntos para evitar un mal mayor.

Y hasta aquí puedo leer. Aunque la novela tarda en llegar a este punto, es la información esencial para que nos interesemos de verdad por la historia y queramos seguir descubriendo este mundo. No es que el inicio sea aburrido, pero sí confuso: no sabemos muy bien a dónde está queriendo llegar, todavía no sabemos cómo funciona Newropía ni qué agentes hay implicados y peca un poco de exceso de referencias a los años 80. La mayoría son reconocibles, pero yo, que nací una década después, me sentí un poco fuera de lugar. Sin embargo, es un efecto pasajero. Cuando Elliot y Verbena suben a una especie de hotel rodante y entramos de lleno en la misión, la cosa se pone interesante.

Una vez allí, Rhei nos presenta un elenco bien variado de personajes: un grupo de muchachos que fingen ser la misma persona (entre los que nuestros protagonistas tendrán que identificar al verdadero diseñador de parques de atracciones) y un grupo de chicas de compañía con intereses muy diversos, entre los que se encuentra sobrevivir en un mundo hipercapitalizado que sigue esgrimiendo el heteropatriarcado como su mejor arma.

«La gran herramienta de la creación de deseos ha sido la división por géneros y el amor romántico asociado a ellos. Dividir a las personas en dos grupos homogéneos artificiales simplifica muchísimo la tarea de los implantadores de deseos. Cuanto más claras estén las características de estos géneros, cuanto más definido sea el bloque en el que están configuradas, más fácil es pulsar las teclas del miedo a dejar de pertenecer al grupo».

Y he aquí el sentido principial de Newropía, el eje que vertebra la obra: una crítica sagaz, ácida y salvaje al capitalismo, a la ficción publicitaria, a la manipulación de las masas, a la prostitución. Como decía Joe Abercrombie en Un poco de odio, «elegir entre ser puta y pasar hambre no era una elección en absoluto». Rhei muestra con claridad esta situación en varias mujeres muy diferentes y con motivaciones muy diversas. Con pocas conversaciones dibuja un elenco variado que muestra a mujeres sometidas por el sistema, pero en ningún caso sumisas. No solo las brujas son las heroínas.

De hecho, la autora se gira también hacia el mundo de Verbena, un estandarte ecofeminista que impregna toda la novela pero que también tiene sus puntos negativos. ¿Cuántas cosas le han ocultado a Verbena para que su comunidad funcione? El viaje también la cambiará y señalará algo importantísimo en el activismo: tenemos que replantearnos también lo que hacemos, cómo lo hacemos y por qué lo hacemos.

Todos estos temas y reflexiones aparecerán de forma continua en Newropía mientras se desarrolla la acción. Eso es algo que Rhei hace muy bien: integrar los temas que le interesan en los diálogos, con personajes contrapuestos, mientras la intriga y el juego de espías nos atrapan. El ritmo es ágil, hasta el punto de que he echado en falta en ocasiones algo más de introspección en los personajes. Quizá es por el tono del narrador, pero, aunque algunos me han resultado muy carismáticos y memorables, en general había como un distanciamiento que me dejaba un poco fría.


Decoración funcional en la habitación de Elliot. Fotografía de Wesley Tingey en Unsplash

Otro aspecto esencial de Newropía es la personalidad que tiene. Si habéis leído con anterioridad a Sofía Rhei lo sabréis, y si no, os lo cuento: esta novela solo la podría haber escrito ella. Porque esta loca utopía distópica está plagada de humor, como sucedía en Róndola, y de especulación lingüística, como en varios de sus relatos. Las brujas de la Floresta hablan una variedad del lenguaje que ha prescindido de todas las palabras con género gramatical masculino, algo que no ha debido de ser nada fácil de plasmar en la novela. Al contrario de lo que pueda parecer, le da un aire extraño, como antiguo, pero en ningún momento malsonante. No se limita a cambiar las oes por aes, sino que busca sinonimias o incluso reformulaciones, y es muy interesante ver el efecto que tiene.

Cuando lees Newropía tienes la sensación de que la autora ha hecho sencillo algo tremendamente difícil: incluir estos temas, clásicos pero actualizados, utilizando el humor en una obra de poco más de trescientas páginas sin que decaiga la acción. A mí me resulta toda una proeza. También deja patente algo por lo que todavía tenemos que luchar: que una novela donde prima el entretenimiento puede ser también profunda y que te haga plantearte cuestiones sin que apenas te des cuenta. Y esa es una magia que no muchos pueden conseguir.

Si queréis saber más, podéis ver la presentación de lanovela en la Hispacon2020, donde la propia Sofía comenta cómo se gestó esta novela, o esta otra reseña de Consuelo Abellán. 


Título: Newropía
Autora: Sofía Rhei
Editorial: Minotauro
Encuadernación: Rústica con solapas
Año de publicación: 2020
Nº páginas: 350
Precio: 18,95€ / 8,99€ (ebook)






Laura S. Maquilón
Diseñadora, correctora y escritora. Navego en La Nave Invisible. Autora de El pasado es un cazador paciente e Izahi, a tus hijas.