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miércoles, 10 de febrero de 2016

Motívate para escribir: concursos literarios


Esta entrada va sobre todo enfocada a escritores noveles (no me veo dando consejos a más, para qué nos vamos a engañar) y a concursos de relatos/microrrelatos. En el caso de novela también se aplican todos los consejos, pero con unos periodos de planificación mucho mayores. Y algunos también sirven para el caso de envío a una editorial. Así que espero que le saques provecho, querido lector. 

Empezar es lo más difícil. Siempre. En cualquier ámbito. Empezar a plantear una historia. Empezar a escribirla. Empezar a crear el hábito de escribir diariamente. Empezar.

«Es que después de Galavant empieza Vikings y con las prácticas nunca encuentro tiempo».
Maldito mundo que se pone en tu contra siempre.

Es como hacer deporte. Sabes que tienes que hacerlo pero no encuentras el momento. Estudios, trabajo, series, videojuegos, redes sociales, niños… (aquí cada uno lo suyo, seguro que la lista es mucho más grande). Todo se convierte en una excusa. Y no porque no quieras (que querer quieres, es que los demás no te dejan), simplemente parece que el resto de cosas tienen prioridad. Sobre todo si no tienes una idea clara de qué quieres escribir y/o no estás inmerso en una historia. Sobre todo si estás desmotivado.

«¿Y qué hago para motivarme y para ponerme a escribir y hacer de esto un hábito?»

En primer lugar, teniendo fuerza de voluntad. Sé que para algunos a veces se convierte en uno de nuestros animales mitológicos preferidos, pero ahí está. Encuéntrala, agárrala fuerte, pégala en la pared y ponle un post-it brillante para recordarte que la necesitas.

¿La tienes? Perfecto. Vayamos al segundo paso.


Si buceas por blogs literarios encontrarás mucho esta frase de Picasso: «Cuando llegue la inspiración, que me pille trabajando». Es cierto que a veces tenemos una iluminación divina y por arte de magia tenemos una historia en la cabeza pugnando por escribirse sola. Sin embargo, si eres de los que sigues esperándola, haz caso de la frase.

«Pero si el problema es que no he empezado… ¿cómo me va a pillar trabajando?». 

Pues ahí es donde entra mi recomendación, una de las tantas que puedes seguir (te aconsejo buscar consejos sobre creatividad, por ejemplo, algunos son verdaderamente útiles): participa en concursos literarios. O, al menos, ponte ese objetivo.

«Pero si no…».

¿Te das cuenta de que no paras de poner «peros»? Deja de hacerlo, no te va a ayudar. No se trata de que tu ego se convierta en una bomba atómica, solo de que tu inseguridad y la continua comparación con otros no te impida conseguir lo que quieres, que es escribir, ¿no?


«Está bien… ¿y por qué crees que los concursos literarios me van a ayudar a ponerme a escribir?».

Pues aquí te explico unos cuantos motivos que a mí me han servido para darme el empujoncito que necesitaba (entre otros):


MOTIVOS PARA PRESENTARSE A CONCURSOS LITERARIOS (ADEMÁS DE LOS PREMIOS, CLARO)

Porque se está calentito... al menos tu cabeza lo estará. Cuidado, que hay riesgo de explosión.

Muchas veces los concursos te dan un tema, por no decir casi siempre

Acotan el género, te proponen una frase, unas palabras o un tema en específico. Incluso los que tienen tema libre buscan algo en particular. Cuando quieras presentarte a un concurso intenta buscar los ganadores de ediciones anteriores y verás si siguen algún patrón (por ejemplo, cómico, así sabrás que si escribes un dramón tendrás menos posibilidades de conseguir algo).

¿No sabes sobre qué escribir? El tema que te dan los concursos puede ser esa chispa. Aprovéchala y deja que prenda.

Consejo: a no ser que quieras experimentar o tengas muy clara una idea, intenta llevarte el tema a tu género. Te sentirás más cómodo al tener más experiencia en esa tesitura, con lo que es más probable que te motives y seguramente el resultado sea de mayor calidad.

Te dan un límite de palabras

Esto también es muy importante porque te ayuda a plantearte la complejidad de tu historia. No es lo mismo escribir un relato corto de 500 palabras que uno de 5000. Incluso el de 500 puede tener más complejidad que el largo. Pero este límite hará que no te vayas por las ramas y elucubres una historia fantástica que da para tres novelas y dos spin-offs y cuando la acabes te des cuenta de que te has pasado del límite y se te ha acabado el plazo (que si se te ocurre, adelante, pero con el conocimiento de que no va a servir para ese concurso).


Te dan un plazo de entrega

¡Como en el colegio/instituto/universidad/trabajo! Todos recordamos esos fantásticos días antes de un examen crucial cuando maldices por no haber estado estudiando durante todo el trimestre y tienes que hacerlo en pocos días. ¡Porque TIENES que hacerlo! Pues con los concursos literarios pasa igual. Si te propones presentarte a un concurso, vas a escribir, aunque sea poniéndote el día de antes y enviándolo a la hora límite (aunque de eso hablaremos más adelante). Porque lo has convertido en una prioridad. Sí, el cerebro es así de maravillosamente retorcido. Si no, ¿por qué crees que también se te ocurrían ideas para escribir cuando estabas de exámenes?

Consejo: No hagas como entonces, no lo dejes para el último día. Recuerda que esto no va solo de empezar a escribir, sino de crear el hábito de escribir todos los días. Utiliza esa fuerza de voluntad que te has señalado con un post-it y oblígate a ponerte todos los días aunque sea media horita. Si no, cuando acabes el concurso estarás como antes de empezarlo.

Además, has de recordar una cosa: escribir, entendido como un proceso completo en el que el resultado es una obra literaria, no consiste solo en teclear caracteres hasta conformar palabras y oraciones y párrafos. También hay que incluir la corrección, reescritura y revisión del manuscrito. Así que si vas a presentarte a un concurso, planifícate para que lo que entregues en las mejores condiciones.



Y eso nos lleva al siguiente apartado de este artículo.


RECOMENDACIONES SI VAS A PRESENTARTE A UN CONCURSO LITERARIO


1. No te precipites

Como he explicado brevemente antes, escribir es más que contar una historia: es contarla de la mejor manera posible. Y para ello necesitas un tiempo, que la obra repose para poder corregirla de la manera más objetiva. Si envías a un concurso algo que has terminado de escribir un par de horas antes lo más seguro es que no tenga toda la calidad exigible, incluso puede haber fallos ortográficos y gramaticales que no has visto porque no lo has corregido. Por ello es importante que hagas una buena planificación para que sigas todos los pasos y lo que presentes esté en las mejores condiciones.

Además, en muchos certámenes empiezan a leer por orden de recepción, así que cuanto más te separes de la fecha límite menos cansados pillarás a los encargados de leer las obras presentadas a concurso.


2. Quien mucho abarca, poco aprieta

Es posible que te motives enormemente con  un concurso, la inspiración te llegue trabajando y tengas mil ideas que puedes presentar a mil concursos y así exponencialmente hasta que tu cabeza explote y hayas olvidado la mitad de lo que tenías pensado. No merece la pena. Céntrate en unos pocos concursos, recuerda que necesitas un tiempo para acabar tu obra, y apúntate todas las ideas que se te ocurran. Así las tendrás para más adelante sin necesidad de escribirlas inmediatamente.


3. Elige sabiamente

Elegir bien a qué concursos te presentas suele ser más complicado sobre todo si no tienes experiencia, así que espero que las siguientes pautas te ayuden.

Estás utilizando los concursos literarios como excusa para darle a tu cerebro ese pequeño empujoncito que necesita para dejar las Magic a un lado (o GHVip, en su defecto), pero los concursos sirven para algo más: labrarte un currículum de escritor. Si esto es lo que quieres conseguir, céntrate en los concursos que tengan varios finalistas, que vayan a publicar una selección de las mejores obras ya sea en papel o en formato digital. Lo importante es que publiquen algo tuyo. A mayor número de seleccionados más posibilidades de que tu obra esté entre ellos. Si lo que quieres es ganar dinero, también hay concursos para ti, pero ten en cuenta que las posibilidades de ganar son más pequeñas.

Advertencia: muchos concursos exigen ceder tus derechos sobre tu obra. Así que es importante que leas muy bien ese apartado.

Investiga a los organizadores del concurso. Consulta su página web y si en certámenes anteriores ha habido algún problema. Si no te gusta la maquetación de la web, las ilustraciones de las portadas de las publicaciones te parecen horrendas y encuentras faltas de ortografía, etc., quizá no quieras mandar una obra a esa gente.



4. Lee muy bien las bases del concurso y acógete a ellas

Que sea el punto 4 no quiere decir que sea menos importante. De hecho, en cuanto al concurso en sí se refiere, es el más importante de todos.

El tema, el límite de palabras… no están ahí para obligarte a escribir. Recuerda que es un concurso, hay unas normas a las que tienes que restringirte. Si por lo que sea te sales de ellas… guarda tu obra para otra ocasión. No intentes enviarla por si cuela. No transformes una escena en Nueva York en otra que sucede en Santillana del Mar, porque se notará. Si te obligan a enviar tu historia en Times New Roman 12 con interlineado sencillo, escríbela con la tipografía que quieras pero cámbiala antes de enviarla. Hay concursos que reciben cientos de manuscritos: estarán encantados de quitarse algunos de encima sin tener que leérselos porque no cumplen las bases.


5. Cuida la presentación

Justifica, pon sangrías, haz que tu texto sea legible y que dé buena impresión. Recuerda también que no todos los concursos permiten el envío por correo electrónico. En algunos aún exigen correo ordinario y con varios ejemplares del manuscrito, así que asegúrate de que haces todas las copias necesarias y las encuadernas correctamente. Nada de papel arrugado o manchado. La imagen que das como escritor no solo está en el cuidado de la ortografía. Eso también tienes que tenerlo en cuenta si…


6. Te piden una biografía o historial de autor

Limítate a contar todo lo que hayas hecho relacionado con el mundo literario: publicaciones, colaboraciones, proyectos (serios, se entiende), si tienes un blog o has ganado o sido finalista en un concurso antes. Puedes dar algunos datos de tu vida personal si quieres (tu edad, estudios o profesión), pero no escribas una telenovela sobre tu existencia intentando dar lástima ni haciéndote pasar por el nuevo Cervantes. Céntrate en lo que te están pidiendo, nárralo si quieres para que no parezca una enumeración (en eso te puede ayudar este artículo de Gabriella Campbell), pero no te vayas por las ramas.

Hasta los fantasmitas te animan, ¡tienes apoyo en el más allá!

7. Sobre todo, no te desanimes

No vas a ganar todos los concursos a los que te presentes. Lo más seguro es que al principio ni siquiera te seleccionen. O sí. Igualmente, pase lo que pase, no te desmotives. Recuerda que lo haces para escribir y hacer hábito. Engrosar tu currículum literario viene después. Y muchas veces el premio no depende de la calidad de las obras sino de los gustos de los jueces (si les gusta la novela negra, probablemente tu relato sobre hadas pasará sin pena ni gloria). O de que de 200 obras presentadas, hay 10 mejores que la tuya. O más comerciales (a veces es eso lo que se busca). Si estás contento con lo que has escrito porque es la historia que querías contar, la has corregido, ha pasado por lectores 0 y la has vuelto a corregir y crees que es lo mejor que has podido escribir en ese momento, no te desanimes. A lo mejor tienes que darle otro enfoque o volver a corregir. O quizá no tenga que ver contigo (ojo, no digo que no tengas que hacer autocrítica, solamente que no tires la pluma).

«Vale, creo que hasta me he motivado sin mirar ningún concurso. Pero si quisiera presentarme a alguno, ¿dónde los encuentro

Pues verás, hay editoriales y revistas literarias que hacen concursos, y también existen páginas donde recopilan muchos certámenes literarios. Aquí te dejo unas cuantas para que les eches un vistazo.

¡Y eso es todo! Espero que te haya sido de utilidad todo lo que te he contado. Si tienes alguna duda, comentario, sugerencia, etc., ¡espero tus comentarios!

PD1: Si quieres más consejos sobre concursos literarios puedes visitar estas páginas: 

PD2: El NaNoWriMo, aunque no es un concurso, es un gran reto para darte ese empujón que necesitabas. Y lo mejor, sirve para crear hábito. Aunque se realiza en noviembre, se hacen varios "camps", uno de ellos en abril (el otro creo que en julio). ¡Así no tienes excusas para no ponerte a escribir!






Dalayn
Lectora por vocación. Arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.

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