El año pasado por falta de tiempo hice un inciso breve, en facebook, pero este año quería aprovechar para extenderme un poco más.
Ha sido un año muy diferente en el que he estado metida en
muchos proyectos y he escrito bastante (unos siete relatos y dos novelas
cortas, aunque solo esté disponible uno).
También participé como jurado en el I Premio Ripley y estoy muy orgullosa de lo
que están triunfando los relatos seleccionados. Muchos estaban entre mis
favoritos y espero que sus autoras tengan una larga y fructífera carrera,
porque tienen mucho que contar al mundo.
Estando en La Nave
Invisible, no es de extrañar que la mayoría de mis lecturas estén firmadas
por mujeres (un 80% aproximadamente). Como dije en mi artículo
sobre la brecha de género en la literatura, tampoco creo que me haya
perdido nada. Ha habido mejores y peores lecturas, pero en general las he
disfrutado todas y he aprendido de la mayoría. Algunos dirán que tengo poco
criterio, pero yo más bien diría que voy a lo seguro. Bien por la autora en sí,
por la temática o por recomendaciones, suelo elegir libros que creo que me
pueden gustar, y lo cierto es que este año pocos me han decepcionado. Disfruto
mucho leyendo, pero también me tomo mi tiempo, y prefiero invertirlo en algo
que tenga puntos para gustarme y no para pregonar todo lo que está mal en
ellos.
Por la misma razón espero que en 2018 se limen asperezas y
sigamos todos trabajando en un objetivo común en vez de estar poniéndonos
trabas y haciendo resurgir tensiones innecesarias que a nadie benefician. Las
guerras del fandom están muy bien para leerlas en el blog de Juanma
Santiago, pero sufrirlas en carne es agotador. Que no podemos caernos todos
bien es indiscutible, pero lo que no deberíamos perder nunca es el respeto. Yo
misma la he cagado en alguna ocasión y siento mucho si alguien se ha visto
afectado por ello. Eso sí, tampoco voy a dejar que se insulte y se ataque (o se
promuevan estos actos) a amigas a las que quiero, por muchas diferencias que
podamos tener. Tampoco voy a hacer la vista gorda a los intentos de desmerecer
el trabajo de muchas compañeras o de enfrentarlas entre sí. Si 2016 fue el año
de abrir los ojos ante la desigualdad, 2017 ha sido el de la consolidación. La
diversidad está aquí y no vamos a permitir que sea solo una moda, sino una
impronta de lo que es realmente la vida. Es lo que muchas personas queremos
escribir y lo que muchas más queremos leer. Y eso es un hecho, le pese a quien
le pese.
Por mi parte, tengo muchas lecturas a medias y algunos
libros y relatos que me gustaría haber leído y no he podido por falta de
tiempo, pero unas 40 novelas me parece una cifra más que buena para mí. Como he
dicho antes, algunas me han gustado más que otras, pero solo unas pocas dejan
marca y se quedarán por mucho más tiempo que unos meses. De ellas os voy a hablar, de las marcas, puesto que las reseñas, un poco
más impersonales, ya podéis leerlas cuando gustéis. No habrá ningún orden de
preferencia, eso sí.
Pum. Un mazazo. Eso es lo que me supuso descubrir la Tierra
Fragmentada, a Alabastro y Essun. No es que fuera ajena a la situación que
denuncia Jemisin en sus páginas, pero lo hace con tanta rabia que es difícil no
sentir cómo te golpea con todo el peso de la realidad. La autora crea
personajes tan reales que duelen, que fascinan aunque se equivoquen y sus
decisiones no sean éticas. Porque si yo hubiera sufrido tanto, también querría
cargarme el mundo.
Tanto me gustó que no dudé en comprar The obelisk gate, la segunda parte, aunque la dejé a mitad porque
soy una tortuga leyendo en inglés y tenía compromisos que atender. Pero por
suerte, el 25 de enero saldrá en castellano y me sobra toda la Navidad. ¡Que
llegue ya!
¡Fantasía hard! Vale, sí, el sistema de magia me fascinó,
quizá porque no se termina de entender cómo funciona, pero lo que más me gustó
fue toda la crítica a la religión y la soberbia que muchas veces lleva
implícita. El creerse mejor que alguien por algo tan subjetivo como la fe, por
los prejuicios, es algo que me enerva muchísimo y que no esperaba encontrar en
un libro de fantasía. No es una historia perfecta, pero el tratamiento de
ciertos temas me encantó. Palabras
radiantes, de 2018 no pasas.
Reina Alien ya, por favor. Descubrir a Felicidad como escritora
y como persona ha sido una de las mejores cosas de este año. Hacerlo con esta
antología (que además le ha valido dos Ignotus), ha sido un gustazo (vale, en
realidad no ha sido con esta antología, pero eso no me ha hecho disfrutarla
menos). Si bien de forma personal me llegaron más las historias más sencillas,
no puedo negar que tanto Fuego Cruzado
como En tierra extraña son una
auténtica pasada y una buena muestra de que la novela corta no tiene nada que
envidiarle al formato largo en complejidad.
Cierto es que he leído más bien poco de ciencia ficción (uno
no nace sabido), pero lo que más me ha gustado es esa muestra tan natural de lo
diferente que pueden ser otras civilizaciones, de que se puede ir más allá del
ser humano, ya no solo de forma visual, sino en organización social, en
lenguaje, en jerarquía. La autora consigue incluir estos elementos ya no solo
sin que la historia se resienta, sino además yendo a favor de ella. Yo de mayor
quiero ser como Felicidad. Y, mientras tanto, leer todo lo que pueda de ella.
Enamorado es poco. Me ha ilusionado, me ha llenado de
positivismo, me ha hecho chillar y llorar con la emoción que despiden todos los
personajes de la Peregrina. Una pena que se haya tenido que retrasar su
lanzamiento a mitades de enero, aunque
ya está en preventa y es una historia muy bonita, llena de amistad, de amor
y reflexiones sobre el ser humano, sobre la violencia y el amor. Tiene toques a
Star Trek, Kizzy recuerda mucho a cierto personaje de Firefly y la estructura
de la novela recuerda mucho a una serie de televisión. Pero sin duda el punto
fuerte son los personajes y las relaciones que se establecen entre ellos. Es un
viaje para disfrutar y alejarnos de la oscuridad que suele impregnar
últimamente la literatura y tener un resquicio de luz muy necesario.
Leñadoras · Noelle
Stevenson · Sapristi cómics · Traducción de Inga Pellisa
Fue de lo primero que leí en 2017 y llevo recomendándolo
todo el año. Me lo pasé pipa leyendo las aventuras de estas cinco chicas.
Personajes entrañables, diferentes, no normativos, amistad, cooperación. Vamos,
que el nº 2 salió hace unos meses y es de lo poco que he pedido para Navidad. Y
además, en cuanto lo tenga, va a ir directo a la cima de la pila. Recuerdo que
lo leí cuando estaba esperando para presentar el PFC (en realidad ya lo había presentado
y solo tenía que entregar la memoria en tapa dura y esas memeces sacacuartos)
y, la verdad, después de lo mal que lo había pasado los últimos años en la
carrera, fue como un bálsamo, un respiro amable. Si os gustan las aventuras,
los misterios, la magia y las historias womenfriendly, este es el cómic.
Para mí, esta novela solo tiene un fallo, y es ese
enamoramiento casi instantáneo que hace a un tipo cruzarse medio mundo en busca
de una curadora. Por suerte, es una trama con muy poca presencia en comparación
y no se come al resto de la novela. Con ella aprendí que no hace falta tener un
montón de acción para hacer interesante una historia y que se puede hablar de
temas tan polémicos como el aborto, la libertad sexual o el poliamor de una
forma sutil y bien introducida. Serpiente
del sueño tiene toques feministas por doquier, con temas que son aún de
actualidad, aunque en sí la trama tire mucho de tópico (viaje del héroe en toda
regla) y hay a quien pueda parecerle desfasada. Sin embargo, tiene un
componente de biología especulativa que me ha fascinado.
EXTRA: Las estrellas
son Legión · Kameron Hurley · Alianza Runas · Traducción de Alexander Páez
La pongo como extra porque la acabé hace unos días y aún no
puedo valorar hasta qué punto ha sido importante para mí este año. Esas cosas se
descubren más con el paso del tiempo. Pero tampoco puedo dejar de mencionar la
maravillosa historia que elabora Hurley en esta novela. Se habla mucho del
mundo que crea, pero también está muy medida la forma en que se desarrollan las
tramas, se resuelven los misterios y se muestran los personajes, sus
pretensiones, ambiciones y sentimientos. Hurley tiene un estilo muy conciso y
consigue mantener un ritmo fantástico durante todo el libro. Pero creo que lo
más importante es todas las capas que tiene, sobre todo en cuanto a dos temas:
el cambio de un sistema asentado y la maternidad. Más allá de la complejidad de
la Legión, hay que llegar a lo más profundo de esta novela para comprenderla en
su totalidad.
¿Qué lecturas de 2017 se han quedado con vosotros?
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