Marchando otra sesión de ficción corta! Porque lo bueno, si breve, dos veces bueno. Esta vez, 100% mujeres.
Cuando leí La carrera ya me llamó mucho la
atención la prosa de Nina Allan y la forma que tenía de abordar las temáticas
en su narración. Si a eso le sumamos lo que me gusta la mitología y los
diferentes acercamientos que se hacen a ella desde diversas perspectivas, tarde
o temprano esta novela corta que publicó hace un tiempo Fata Libelli debía caer
en mis manos.
Allan nos traslada a una Grecia a caballo entre los antiguos
gremios y un futuro no demasiado lejano. Es un ambiente un tanto difícil de
identificar, pero sin duda muy apropiado para esta historia, en la que la realidad y la magia se entremezclan
de modo que no sabemos dónde acaba una y empieza la otra. Hay múltiples metáforas encerradas en el pasado de Layla,
la protagonista, en las apariciones de una misteriosa anciana, en la araña a la
que dedica una escena. La autora no oculta que esta historia hunde sus raíces
en el mito de Aracne, pero lo que
nace a partir de él es mucho más complejo.
Hay una reflexión
esencial sobre el equilibrio entre arte, talento y esfuerzo, que se revela
de muchas formas a lo largo de la obra. El prólogo de las editoras ayuda a
contextualizar este tema, pero aun así es de esas obras a las que hay que
volver para estudiar, leer entre líneas y extraerles todo el jugo. Comentarios
como este
de Carmen Romero también son muy interesantes. Disfruto mucho de las historias
que merecen esta atención, este intercambio de lecturas y análisis. Si además
añadimos su brevedad, la magia de la que la envuelve Allan, su prosa tan
particular, la excelente traducción de Silvia Schettin y la edición de Susana Arroyo, no puedo por
menos que recomendarla.
1. Lee esta
entrevista.
2. Lee Brebaje.
Puede que no sea su obra más sobresaliente, pero deja con
ganas de leer mucho más de la autora. Me ha parecido una buena forma de
conocerla. Directa, entretenida,
divertida en su punto justo, con una mezcla entre fantasía y ciencia ficción,
una protagonista carismática y algún misterio que resolver.
Balbina Vital es una maga del espectáculo que encuentra
trabajo en un resort de vacaciones bastante particular, pero el primero de sus shows no acaba muy bien. Esto lleva,
entre otras cosas, a una reflexión
bastante interesante (y metaliteraria) sobre la mediocridad, el talento y el
esfuerzo, también sobre la seguridad que nos da creernos invencibles. Este
mensaje es muy importante para aposentar una realidad algo estrambótica, puesto
que todo lo que envuelve a Balbina puede resultar ajeno, pero ella es muy
cercana.
Me ha gustado cómo se van desvelando poco a poco los detalles sobre el lugar y el misterio
que lo envuelve; la estructura en cierto modo circular que tiene la
narración. Sin embargo, esa ligereza que en ocasiones tanto se agradece en la
narración, aquí ha hecho que me sepa a poco, que las páginas pasen en un
suspiro y que necesite algo más. Quizá empezarlo de nuevo, analizar con más
atención alguno de los aspectos más interesantes de la obra, si la
certificación de que el karma existe tiene una influencia real en los
acontecimientos o solo es un ruido de fondo que contribuye a la sensación de
ilusión. Creo que será una obra interesante de comentar con Tres marcianos y medio, así que os
invito a acompañarnos en nuestra disertación.
Esta es la primera novela corta de una trilogía que espero
que dé tanto que hablar en España como lo dio hace cuatro años en EEUU. Es una lectura corta, fluida, amena y no
por ello exenta de profundidad. Binti es una joven de dieciséis años que se
escapa de casa para ir a la Universidad… a varias semanas de viaje desde la
Tierra. Eso la hará enfrentarse a tres cuestiones que también son fundamentales
para entender y disfrutar esta obra:
-El racismo.
Binti es himba, una comunidad nativa de Namibia con una cultura propia asentada
desde hace siglos que Okorafor dibuja con algunas pinceladas en esta obra. Los
himba se cubren con otjize, una
mezcla de arcilla con flores. Tanto por su aspecto como por sus costumbres son
señalados por los khoush (una etnia
inventada inspirada en los árabes). Binti vivirá varias situaciones en las que
será tratada de forma diferente solamente por su aspecto.
-El trauma. En
este caso será doble, pues la golpearán tanto la nostalgia por su familia y su
pueblo como la terrible situación que deberá afrontar durante su viaje. Quizá
podría haberlo hecho notar más, pero la autora también espera que el lector
ponga de su parte y entienda las reacciones de Binti a partir de lo que le
sucede.
-El pacifismo.
Hay muchas historias donde llega un punto en que hay que elegir entre la vía
diplomática y la violenta, y en los últimos años ha habido una profusión de
elecciones por la segunda, como si sin violencia no pudiera haber conflicto. Lo
cierto es que el conflicto sigue existiendo, pero la vía diplomática es más
lenta y tiene menos acción y requiere más confianza en las personas. Una de las
cosas que enseña Binti es que podemos ser mejores.
Sin entender cómo trata Okorafor estos tres aspectos es difícil comprender cómo evoluciona la trama. A mí me ha ganado por las tres cosas. Aunque he echado de menos más desarrollo del mundo que crea, se nota que no es ni de lejos la intención de la autora centrarse en ello, sino en la experiencia de Binti, en qué es lo que cambia su vida. Y eso lo plasma muy bien.
Es de agradecer la traducción de Carla Bataller, que hace que esta obra se lea en un abrir y cerrar de ojos. Por suerte no tardaremos mucho en tener la segunda parte, porque me da la impresión de que ayudará a entender mucho mejor esta primera entrega.
Sin entender cómo trata Okorafor estos tres aspectos es difícil comprender cómo evoluciona la trama. A mí me ha ganado por las tres cosas. Aunque he echado de menos más desarrollo del mundo que crea, se nota que no es ni de lejos la intención de la autora centrarse en ello, sino en la experiencia de Binti, en qué es lo que cambia su vida. Y eso lo plasma muy bien.
Es de agradecer la traducción de Carla Bataller, que hace que esta obra se lea en un abrir y cerrar de ojos. Por suerte no tardaremos mucho en tener la segunda parte, porque me da la impresión de que ayudará a entender mucho mejor esta primera entrega.
Parece que hemos tenido telepatía en la entrada de esta semana XD
ResponderEliminarA comentar, que tengo curiosidad por leer Brebaje. Vamos, ya la tenía (aunque no he leído nada de T. Romero y tengo uno en el kindle), pero este Brebaje me ha llamado la atención. Las historias sobre talento y mediocridad me gustan.
Tejedora lo tengo en el kindle, como todo el catalogo Fata que me compre antes de que cerrara. Aunque tengo alguno por delante como el de Shearman o Charles Yu, caéra tarde o temprano.
Y bueno, Binti. Como a ti, me ha faltado desarrollo. Los temas me parecen top, la ambientación pinta bien, pero ese cumulo de casualidades para mi no lo hace tan redonda. Aún así, ganas de leer la segunda entrega, que todos dicen que es mejor.
Un abrazo :)
Jaja la verdad que sí, menuda coincidencia XD Yo tenía muchas ganas de leer a Tamara Romero y la verdad es que Brebaje es una buena forma de empezar. Ahora saca nueva novela corta en julio y le tengo muchas ganas ^^ Besotes
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