Blog de literatura fantástica

martes, 15 de diciembre de 2015

El viaje de Arlo, los niños y la ley del caos y el orden humano


Nos encanta ordenar cosas. El hombre es un ser tan caótico en sí mismo que necesita que el mundo a su alrededor esté ordenado para no volverse más loco de lo que ya está. Este sentido del orden no creo que sea innato en nosotros, sino que nos encargamos de educar a nuestros hijos para que adquieran ese hábito: "¿qué te gusta más?" "¿cuál es tu color favorito?" "¿y el siguiente?" Soy consciente de que las primeras veces los niños te miran con cara de besugo como diciendo que qué pregunta loca es esa. ¡Con lo geniales que son todos los colores, todas las chuches, todas las pelis! Luego les llenas la habitación de cosas verdes y dinosaurios (porque el color verde es su favorito y los dinosaurios su animal favorito) y no entiendes por qué Chris Pratt no se vino a rodar Jurassic World a tu casa.

Obviamente todos tenemos unas preferencias y unos gustos, los niños también, pero ni ellos ni yo estamos muy de acuerdo en que tengamos que decantarnos por una cosa en particular. ¿Por qué una, si lo querríamos todo?  Vale, porque no hay dinero para todo (hola, Santa Claus), pero los niños no entienden de eso hasta que son inculcados en el sagrado arte de los favoritos y las listas (si a eso lo llamamos crecer explicaría por qué en algunos aspectos aún no he crecido).

Aun así, los de las mejores canciones del año, los mejores libros de fantasía transurbanaépica y los memes más graciosos de twitter sigue siendo cosa de adultos. Como la calificación de las películas. Como la calificación de las películas para niños. Y es que nada puede escapar de la ley del orden humano universal. Menos mal que aún no hemos descubierto vida más allá de la Tierra o también tendríamos una lista de "los vecinos alienígenas más guays".

Pues bien, toda esta disertación absurda que probablemente no tenga ni pies ni cabeza viene a que hace un par de semanas fui a ver "El viaje de Arlo (The Good Dinosaur)" y después de verla me enteré de que era de las pelis de "categoría baja de Pixar". ¿Categoría baja según quién? ¿Quién es el encargado de dictaminar qué película de animación está en primera o segunda división? Dejad que lo mire… ajam, ningún niño. Me lo temía. ¿Y las razones? Veamos… "se medirá según la cantidad de referencias que sólo pueda pillar un adulto".

Ah, o sea, que la primera división está formada por películas en las que un adulto puede mirar más allá y/o verse reflejado en algún momento. "Inside Out", "Toy Story", "Up". Supongo que esas están en la categoría alta. Y películas como "El viaje de Arlo" quedarían en esa segunda liga.

Teniendo en cuenta que me he pasado una semana buscando regalos para niños y que las edades recomendadas no se ajustaban a los niños en cuestión, no soy de fiarme de las "clasificaciones para niños hechas por adultos". A no ser que esa clasificación no sea para niños, sino para sentirnos más seguros los propios adultos, o algunos de ellos (y si no que se lo digan a la clasificación de la fantasía y la literatura juvenil como literatura de segunda… vaya, otro motivo para no fiarse de estas cosas).


"El viaje de Arlo" es una película sencilla, llena de colores y de fondos A-LU-CI-NAN-TES. Me reí y lloré y me emocioné mucho más que con "Inside Out", por poner un ejemplo. ¿Que no tiene referencias para adultos? Que algún adulto me informe si considera que ha dejado su huella, que ha hecho esa "gran hazaña" por la que haya merecido dejarla, y si lo ha hecho, que piense cuánto le ha costado, cuánto ha tenido que dejar atrás para llegar a ella. ¿Eso no es una referencia para adultos? Entonces es que necesitamos ser más niños. Si de algo peca "El viaje de Arlo" es de ser un pequeño refrito de otras películas de Disney (de "El Rey León", por ejemplo), algo que para un niño es más difícil de ver. Por lo demás, tiene una sensibilidad tanto visual como emocional que encanta. ¿Qué es sencilla? Sí. Pero a veces en eso está la virtud.

¿Tan egoístas somos que en todo tenemos que tener algo exclusivamente para nosotros para que sea valioso? En "Up" están esos primeros 5-10 minutos demoledores; en "Toy Story 3", ese final de la niñez tan melancólico; en "Inside Out", esa alegoría continua de las emociones y el paso a la adolescencia. Por seguir hablando de Pixar, ¿ninguno hemos tenido problemas con alguien y hemos deseado cosas que se hayan vuelto contra nosotros (Brave)? ¿Ninguno nos hemos sentido excluido en algún momento por ser diferente y hemos tenido que hacer todo lo posible para demostrar que somos igual de dignos que otros (Monsters University)? ¿Necesitamos un letrero de neón que diga "referencias para adultos" para sentirnos identificados con algo?

Creo que debemos tener menos miedo al caos y dejar más de lado las listas y las etiquetas y abandonarnos más, no poner barreras antes de tiempo, porque en muchas ocasiones eso nos hace disfrutar menos de lo que tenemos alrededor. Ver el mundo más como niños, desde la sencillez y el asombro, y a la vez como adultos, desde la experiencia y el conocimiento. Tenemos esa capacidad, aprovechémosla en vez de mirar las cosas de una única manera, intentando averiguar si es mejor o peor que la anterior cosa parecida que vimos.

Maravillémonos en el caos.


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