Blog de literatura fantástica

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jueves, 31 de marzo de 2016

~El Segundo Ocaso~ Entrevista a Virginia Pérez de la Puente


¡Hola lagartijillas! Hoy es el último día del mes, y como lo he dedicado en exclusiva a la saga de El Segundo Ocaso quiero terminarlo por todo lo alto con una entrevista a su autora, Virginia Pérez de la Puente. Me hace mucha ilusión que Virginia haya accedido a responder a mis preguntas (y porque recorté, que si no, nos darían las uvas), entre otras cosas porque es una escritora que sigo desde hace mucho tiempo (más o menos desde que ganó El Reto con su relato «Mellizo», del que luego salió El sueño de los muertos) y que admiro mucho. Sus libros me han hecho reír, me han hecho llorar, me han hecho acostarme a las 5 de la mañana porque no podía parar de leer. Y por si todo lo que ofrece con sus obras fuera poco, ella se implica mucho con los lectores, cosa que al menos yo agradezco infinitamente. Porque sí, los escritores pueden ser personas normales y corrientes, cercanos, amables y divertidos y eso hace que además de admirarlos se les coja cariño.

¿Queréis saber más de Virginia y sus novelas? Seguid leyendo… (y visitad también su web)


En primer lugar, hablaremos un poco sobre ti y tus novelas. ¿Cómo te definirías para que los que no te conocen quieran saber más de ti y lo que escribes?

Supongo que, cuando uno intenta definirse como escritor, es complicado hacerlo sin compararse con alguien, y que es difícil compararse con alguien sin parecer poco profesional. Pero, para que nos entendamos todos… Escribo fantasía épica, y podría decirse que mis novelas se enmarcan en la corriente «Grimdark». Es decir, fantasía oscura, adulta, sin censuras ni en lenguaje, ni en violencia, ni en sexo, ni en nada. No me corto demasiado (bueno, no me corto nada) a la hora de torturar personajes, la verdad. Ni lectores. Pero diciéndolo así quizá no sea fácil saber exactamente qué escribo, así que quizá lo mejor sea poner ejemplos conocidos con quienes me han comparado en alguna ocasión: me han sacado aspectos similares a los que tienen autores como George R. R. Martin (las tramas), Joe Abercrombie (el realismo macabro y el humor negro), Andrzej Sapkowski (el lenguaje, el folclore) o Brandon Sanderson (por el ritmo de mis novelas). No sé hasta qué punto se me puede comparar con unos autores de la talla de esos cuatro, pero el género que escribo va por ahí, desde luego. Y el estilo de mis novelas también. En lo personal, soy una mujer normal y corriente con cabecita de adolescente y un poco chiflada en casi todos los aspectos. Pero así la vida es mucho más divertida…

En tus redes sociales recomiendas música para leer. ¿Con cuál lees y escribes tú?

Depende de lo que esté escribiendo en cada momento. Cuando estoy en mitad de una novela épica medieval, me gusta mucho acompañarme con bandas sonoras de películas épicas. Hans Zimmer es uno de mis preferidos, y John Williams es un dios. Cuando escribo novelas ambientadas en la época actual o futuristas me pongo lo que youtube decide. Y tiene unos gustos muy variados (a saber de dónde los habrá sacado)…

La corrección es uno de los infiernos de todo escritor. En la de tus novelas eres capaz de eliminar hasta 100.000 palabras. ¿Cómo es el proceso, qué pasos sigues en cada corrección?

Primero dejo reposar la novela varios meses (o incluso años), para asegurarme de retomarla con cierta perspectiva. Después, la leo varias veces: una primera lectura para asegurarme de que las tramas están bien atadas y no hay flecos sueltos o errores de concordancia, otra para podarla y cortarla (normalmente me veo obligada a cortar mucho ‘metraje’ porque escribo novelas larguísimas, pero incluso cuando no tengo problemas de longitud suelo cortarles un mínimo de un 10%; siempre, siempre, siempre quedan mejor después de cortarles párrafos innecesarios, frases farragosas y descripciones excesivas. Siempre). Y una vez que he cortado y estoy segura de que no he dejado ninguna trama en el aire me pongo con la corrección ortotipográfica y de estilo. Para eso lo mejor es hacer varias lecturas, y en cada una de ellas me fijo en un aspecto diferente. Y al final vuelvo a leerla, generalmente cuando he hecho la maquetación, para corregir guiones y viudas y huérfanas y aprovechar para darle un último repaso. En total no sé cuántas veces repaso una novela, pero de las cinco o seis nunca baja. Claro, teniendo un manuscrito de 350.000 palabras te puedes imaginar que eso alarga mucho el proceso, pero para que las cosas salgan bien hay que hacerlas bien…

Virginia y Joe Abercrombie en el Festival Celsius

Te han comparado muchas veces con George R.R. Martin o Joe Abercrombie. ¿Crees que algún día podrías dar el salto al mercado anglosajón?

Ojalá. El mercado anglosajón, mal que nos pese, trata muchísimo mejor al género fantástico que el mercado hispanohablante. Aquí todavía es un género muy menor, casi despreciado (y sin casi) por muchos sectores del mundillo “cultural”: se considera un tipo de literatura de peor calidad, destinada a un público infantil o poco formado. Y ese maltrato se nota, y mucho, tanto en las ediciones como en la distribución como en las ventas. Publicar en inglés parece la única forma de publicar en un mercado que no trate a los autores de fantasía como autores de segunda división…

En los últimos años está habiendo una explosión de autores autopublicados. ¿Qué te llevó a ti, que ya habías publicado con Ediciones B y Minotauro, a tirar por este camino?

No quiero que se me entienda mal en esto: no reniego de las editoriales, y es más que probable que vuelva a publicar (con esas dos o con otras). Lo que ocurre es que el mercado editorial ha cambiado mucho con la llegada de lo digital, y en mi opinión las editoriales no han reaccionado a tiempo o como deberían. Esto da para un estudio muy pormenorizado (y largo), pero me refiero sobre todo al precio de los libros electrónicos (excesivo, lo cual junto a la demonización de la piratería no ha hecho sino incentivarla) y a cómo el descenso en las ventas provocado por la piratería se ha intentado paliar restando en los eslabones más débiles: los autores (que ya antes cobraban un porcentaje ridículo de los beneficios de una obra que, al fin y al cabo, han realizado ellos; hablo del 5-10%), y los correctores y traductores. Eso ha conseguido un descenso en la calidad de las obras publicadas, lo que a su vez redunda en un descenso aún mayor de las ventas. ¿Y nos extraña que los autores decidan probar a editarse ellos mismos? La autoedición tiene muchos aspectos muy atractivos para un autor: a mí lo que más me gusta es el control sobre el libro. Puedo publicarlo con la calidad que yo quiero, sin temor a que fallos de terceros me destrocen esa calidad; puedo publicarlo como y cuando yo quiero, al precio que yo quiero (un precio razonable, no lo que se ve por ahí). Y puedo llevarme un porcentaje razonable de ese dinero que el lector paga por tener mi libro (un 35 o 70%, no un 5%, que es ridículo). El único problema es que la autoedición aún tiene mala fama porque hay muchos autores que no se preocupan por poner a la venta artículos de calidad, corregidos, maquetados, diseñados, profesionales. Pero yo creo que poco a poco iremos cambiando esa percepción, y las editoriales se darán cuenta de que en realidad la autoedición puede ser una aliada y no una enemiga, como (creo) la ven ahora mismo.

Como autora autopublicada además lo de la promoción mediante presentaciones y firmas se complica. ¿Hay algún evento planeado?

Es complicado porque yo publico en ebook e impresión bajo demanda, de modo que no puedo organizar un evento con libros para venderlos y firmarlos in situ. No obstante, aunque no organice yo misma eventos físicos (sí tengo previsto hacer más encuentros virtuales, que funcionan bastante bien y a la gente le gustan porque son muy cómodos), sí me gusta dejarme caer por los festivales y encuentros de autores y lectores. Este año por ejemplo no voy a faltar al Celsius 232 y a la Eurocon, y por supuesto si alguien me saluda o me pide una firma, una conversación o lo que surja no me voy a negar, para eso estamos.


Este verano salió a la venta Hijos del Dios Tuerto, novela basada en la mitología nórdica. ¿Nos espera alguna sorpresa más allá de El Segundo Ocaso en los próximos años, antes de acabar la saga?

Claro que sí. El Segundo Ocaso es una saga larga y muy compleja, tiene muchas tramas entrecruzadas y los libros son voluminosos: cada novela me lleva un par de años (y es un trabajo extenuante, la verdad sea dicha). Acabo de publicar la cuarta, y tengo ganas de descansar unos meses para después volver a Ridia con energías renovadas para emprender el final del camino. Así que es muy probable que lo próximo que publique no sea de la saga, sino algo independiente. O quizá haga caso de los mails amenazantes que he recibido y escriba un final (también conocido como “segunda parte”) para Hijos del Dios Tuerto, que tiene un final bastante abierto. Tengo un par de proyectos empezados que quiero terminar este año: algo de fantasía independiente, y un thriller histórico-fantástico. Y si se me ocurre otra idea por el camino, ¿quién sabe? Me gusta dejarme llevar por los impulsos de vez en cuando…

Te vemos sobre todo en el ambiente de la fantasía. Durante el Nanowrimo adelantaste que estabas escribiendo un thriller, y tienes varios relatos cómicos publicados. Fuera del género fantástico, ¿en qué genero te sientes más cómoda?

Me gustan casi todos. De hecho, como en realidad siempre he considerado la fantasía un elemento (no un género), mis novelas tienen una mezcla de varios géneros: hay épica, bélica, onírica, aventura, acción, policiaca, romántica, erótica… un poco de todo, que es lo divertido. Así que supongo que me siento cómoda en casi todos, o no me siento cómoda en ninguno y prefiero mezclarlos en un cocktail agitado pero no revuelto…

Vamos a centrarnos ahora un poco en El Segundo Ocaso. Nueva novela, Títeres del Azar. ¿Qué nos puedes contar de ella?

Al ser la cuarta parte de una saga, como te puedes imaginar sigue el estilo y la estructura de las novelas anteriores. En esta novela continúo la historia que quedó en suspenso al final de la novela 3, Entre las dos orillas, y también retomo dos tramas que dejé en la segunda parte, El sueño de los muertos. Así que la acción se desarrolla prácticamente en todo el continente, alternando las tramas de personajes como Angarad, Danekal, el emperador de Monmor, Nureen, los berenitas  de Phanobia o los tikën. Es una novela de transición, el paso de la mitad de la saga hacia el desenlace, de modo que bajo un poco el ritmo frenético y me ocupo más de ir colocando las piezas para ese final que ya se va acercando. Y contiene la escena que más me ha costado escribir en mi vida y la escena que más me ha gustado escribir. Así que hay de todo, escenas muy duras y escenas que emocionan en todos los sentidos: para bien, y para mal. Y los elementos que ya contenían las novelas anteriores, claro. Acción, diálogos un poco punzantes, un poco de humor para aliviar las heridas de las escenas más duras… Una mezcla, como comentaba antes.

¿Conoceremos más detalles sobre Krista y Diaina? Dos personajes que se mencionan de pasada en las novelas principales y que en las precuelas parecen tener cierta relevancia, aunque envueltas en mucho misterio.

Sí, claro que sí. Son dos personajes importantes, aunque hasta ahora no hayan aparecido en escena y solo las conozcamos «de oídas». La historia de Diaina, la hermana de Angarad, es tan importante que las precuelas de El Segundo Ocaso están dedicadas a ella. En Títeres del Azar conocemos muchos más detalles sobre esa historia, qué ocurrió con Diaina, por qué se la menciona tan a menudo si murió veinte años antes del inicio de la saga, y se insinúan más detalles aún sobre el papel relevante que jugará en el final de la saga. Diaina es uno de los enigmas fundamentales de la saga, pero en esta cuarta entrega ya doy datos suficientes para que los lectores puedan ir atando cabos y descubriendo poco a poco su historia. Y, en cuanto a Krista… Krista aparece en esta novela, y aunque no tiene un papel excesivamente largo sí es importante para el futuro de la saga. También se la mencionaba en una de las precuelas, pero es ahora cuando Krista desvela gran parte de su relevancia y cuál será su rol en el futuro.


En esta nueva entrega parece que será muy importante el Azar. En El Segundo Ocaso también encontramos otros entes, por así decirlo, como son la Vida, la Muerte, el Sueño, el Destino… ¿Cuál te ha dado más quebraderos de cabeza a la hora de dotarlo de personalidad?

Diría que la Vida y la Muerte en realidad no tienen personalidad, porque aparecen muy poco y no tienen mucho tiempo «en pantalla» para definirse. Sin embargo, sí las definí un poco a través de sus Elegidas, y sobre todo de Issi (no diré mucho más para no destrozarle a nadie las primeras novelas). Pero en realidad el que más me ha costado es el Sueño, porque ni siquiera él/ella tiene clara cuál es su personalidad. De todos modos, cualquier quebradero de cabeza compensa cuando se te aparecen dos personajes tan extraordinarios como el Destino y el Azar; para mí, como autora, son absolutamente deliciosos. Cada vez que escribo una escena de cualquiera de los dos (o de los dos) disfruto tanto que no se me borra la sonrisa de la cara en varias horas.

Mucha gente critica que en tus novelas hay un exceso de tacos y palabras malsonantes. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Siempre he intentado que los diálogos de mis novelas suenen «naturales», porque es algo que me saca de muchas historias como lectora: cuando un personaje habla como si estuviera leyendo un discurso no me lo creo, y me chirría muchísimo. Así que mis personajes hablan como habla la gente ahí fuera, en la calle. Y la gente habla con tacos y palabras malsonantes. ¿Cuál es el problema? Un taco puede ser una fuente de expresividad fabulosa, aparte de servir para describir a un personaje con mucho más detalle que veinte párrafos. Por ejemplo, uno de los personajes principales de El Segundo Ocaso, el príncipe Danekal, habla intercalando tantos tacos que casi dice más tacos que palabras normales; sin embargo, cuando habla en público o con otros nobles o reyes lo hace con un vocabulario exquisito y sin perder las formas en ningún momento. Con eso describo la personalidad de Danekal, su inmadurez e irresponsabilidad en contraste con su educación y su evolución de joven a hombre, y también describo a su padre, el rey que también habla como un marinero borracho cuando le apetece, y a su madre, la reina empeñada en obligarlos a guardar las formas y, extrapolándolo, a asumir sus responsabilidades. Si unas cuantas palabras malsonantes me sirven para ahondar en la descripción y evolución de los personajes ¿cómo voy a desperdiciar la oportunidad?

Tus personajes tienen la facultad de ser queridos y odiados por los lectores, a veces incluso ambas a la vez. Pero, ¿qué tiene Angarad, que en un principio iba a ser un personaje arquetípico?

Angarad es un dulce. Es uno de esos personajes que todo autor quiere tener, y que no siempre aparecen: los personajes que se crean a sí mismos casi al margen de la voluntad del escritor. Angarad, en realidad, nació como un apoyo para una escena muy corta, al principio de El sueño de los muertos, en la que necesitaba a un guardia para darle la réplica a Danekal. Como me encanta imaginar el ‘background’ de todos los personajes aunque solo tengan una aparición muy breve, pensé en utilizar a Angarad, ese guardia desconocido que hablaba con Danekal en esa escena, para hacerle un guiño a uno de mis amigos más queridos (y mi lector beta más fiel), un antiguo compañero de trabajo al que le encantan los personajes heroicos arquetípicos. Es decir, sus personajes favoritos son esos héroes nobles e intachables capaces de salvar el mundo y sacrificarse por honor. De modo que decidí que Angarad sería ese arquetipo, y sería un regalo para ese amigo. Y Angarad cobró vida justo en ese momento, me miró desde la página en blanco, asintió con esa cara impasible que tan bien se le da poner y me dijo: «De acuerdo. Pero en mi historia mando yo». Y desde entonces lleva años susurrándome al oído cómo es en realidad, de dónde viene su personalidad, cuánto ha cambiado desde que era niño, por qué, cómo, cuándo y cómo tiene planeado evolucionar. Angarad, que nació casi como una broma, se ha convertido en uno de los personajes mejor desarrollados de la saga, más profundos y, sobre todo, más interesantes de escribir y describir. Es un dulce, porque evoluciona de una forma muy natural y porque es un personaje tan carismático (curioso, teniendo en cuenta que nació para ser justo lo contrario) que es imposible no adorarlo. Y de hecho creo que es uno de los personajes favoritos de los lectores, lo cual supongo que dice mucho acerca de él, porque fue él quien se empeñó en enseñarme cómo era en realidad… Tengo que decir, además, que su trama en Títeres del Azar es una de las tramas que más me ha emocionado en la vida, como escritora y como lectora. Así que lo adoro, y cada día lo adoro más.

¿Cómo has ido escribiendo El Segundo Ocaso? ¿Estaba todo planteado desde que empezaste con La Elegida de la Muerte o has ido libro por libro?

Sí, y no. Cuando escribí La Elegida de la Muerte solo me ocupé de esa historia en concreto, pero conforme iba avanzando ya me daba cuenta de que ahí había mucho más que contar. Ya antes de acabarla empecé a relacionar la historia de Issi con otras historias que tenía en la cabeza sin definir, y cuando empecé el primer capítulo de El sueño de los muertos fue cuando me di cuenta de que en realidad eran la misma historia. De modo que dejé de escribir, cogí un papel y me puse a hacer una estructura de toda la historia, completa, tal y como yo la imaginaba en ese momento. Desde entonces han cambiado algunos detalles, pero en conjunto la historia sigue teniendo el mismo desarrollo y el mismo final que planeé hace años cuando empecé a escribirla. Había algunos datos que no tenía del todo claros y que he ido atando conforme desarrollaba la historia, y personajes que han surgido precisamente para atar esos cabos, pero como historia general sí la tengo planificada casi desde el principio.


En tu web aparece una cronología sobre los años cercanos a los que transcurren en las novelas. Ahí aparecen algunas manchas de tinta. ¿Podemos saber las razones?

Es fácil de imaginar… Esas manchas están ahí para esconder algunos datos. Son fechas y hechos que están ahí y son muy importantes, pero que todavía no he desvelado en las novelas. Por eso no quiero que se vean (de momento), para no estropearle a nadie la lectura ni destrozarle las sorpresas.

Y ahora unas preguntitas cortas para terminar…

Obra del dibujante e ilustrador Kiko Pérez

¿Öiyya o Iannä?

 Issi.

¿Azar o Destino?

Azar.

¿Abercrombie o Sanderson?

¡No puedo elegir! ¿Una mezcla de los dos? Abercrombie me encanta por su estilo, su mala leche y su retranca, pero Sanderson es increíble por el trabajazo que le echa a cada novela y por cómo hila de fino. Y por cómo engancha.

Rhaegar Targaryen, ¿cantamañanas o héroe romántico?

Yo creo que era un poco cantamañanas, pero en realidad eso no excluye lo del héroe romántico, ¿no? De hecho, todos los héroes románticos son un poco cantamañanas. Este lo era mucho, también es verdad.

Sólo, ¿con o sin tilde?

Me encantaría que la conservase, pero Mamá RAE manda, así que sin.

La tortilla, ¿con o sin cebolla?

¡Sin cebolla! ¡Herejes todos!

Un libro que salvar.

Mi e-reader con quinientos millones de trillones de libros dentro. Y una ampliación de memoria.

Un personaje que rescatarías de la muerte.

De los míos, ya he rescatado a uno que moría una muerte horrible al final del libro 5 y que se ha ganado la vida en el libro 4. De los personajes de otros autores… Quizá el primero y más urgente sea Jon Snow. O no. A saber si hace falta. Yo qué sé. Se ha quedado buena mañana…

Un personaje que matarías.

En este caso no hablaré de los míos, porque me he cargado a tantos que para qué… De los personajes de otros creo que mataría a… No sé, cientos. Aunque, si por una vez puedo cambiar libro por película, creo que mataría a Jar Jar Binks. Muchas veces.

Un sueño.

¿Que se pueda contar en horario infantil? *guiño* Probablemente, publicar en inglés. E irme de gira por allí. Y, puestos a pedir, una adaptación al cine/TV de alguna de mis novelas. Y ya si me dejan meter mano en el casting… *otro guiño*

Un deseo.

Levantarme una mañana y no encontrarme ninguna noticia que me haga desear volver a la cama y no levantarme jamás. Nunca ha ocurrido.

Y eso es todo. Muchas gracias ^^

A vosotros =D


No sé vosotros, pero yo la he disfrutado muchísimo y espero que a vosotros también os haya gustado. De nuevo muchas gracias a Virginia por contestar a tantas preguntas. Le deseo todos los éxitos del mundo con El Segundo Ocaso, Hijos del Dios Tuerto y todo lo que esté por venir.

¿Os ha parecido interesante? ¿Qué preguntas echáis en falta? ¡Aprovechad y comentad! Y si queréis contactar con Virginia, éste es su tuiter: https://twitter.com/virginiadlp


PD: Si queréis saber más sobre el Segundo Ocaso podéis seguir investigando en el blog o en la web oficial de la saga.
PD2: Si queréis saber más sobre las obras de Virginia y otros proyectos podéis acceder a su web en este enlace.
PD3: Las imágenes han sido extraídas de la web de la autora, de la saga y delPinterest de Virginia
PD4: Actualización del 20/10/2016. Virginia ha cumplido un pequeño sueño: publica en inglés el relato Children of the Black Lady en la antología Barcelona Tales con motivo de la Eurocon2016 que se celebra en Barcelona.




Dalayn
Lectora por vocación. (Medio) arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.

martes, 29 de marzo de 2016

~Reseña~ Títeres del Azar, o la partida de jedra donde el lector es una pieza más


SINOPSIS
Cinco señales anunciaron la destrucción del mundo, cinco calamidades que cubrieron la faz de Ridia de enfermedad, de oscuridad, de muerte. Y entonces llegó la última señal, la última advertencia, el último castigo: el Heraldo, a quien se conoce como el Destructor, pues fue él quien provocó el Ocaso y hundió Ahdiel en el Abismo.

Los dioses nos han juzgado, y hemos sido condenados. 

Devastado por el odio y la pena, Angarad de Teilhil se ve obligado a reprimir sus ansias de venganza y someterse a una alianza forzada con el Imperio de Monmor, mientras ve cómo el país que heredó de su primo se desmenuza entre sus dedos. Tres de los reinos del continente están ya bajo la sombra del joven emperador, y otro se ahoga en la sangre del fanatismo berenita. El niño-dios monmorense cree haberse asegurado la sumisión de Novana al barrer del tablero de Ridia a los señores de Laurvat; con lo que no cuenta es con los nuevos jugadores que se incorporan a la partida desde las arenas del Imperio, desde los fiordos congelados e incluso desde la Otra Orilla. Sin saber que solo son peones en un juego, los habitantes de Ridia lucharán, y morirán, conforme se acerca el final de la partida: el Segundo Ocaso.


Títeres del Azar es la cuarta entrega de la saga de El Segundo Ocaso y podría decirse que un libro de transición. No hay un hecho concreto que envuelva a toda la historia, sino que se van dando pasos encaminados hacia la culminación de la saga (y aún quedan dos libros).

El ritmo es ágil y se mantiene durante toda la novela. No hay grandes batallas, quizá los momentos donde más frenética se vuelve la acción, pero la autora sabe llevarnos poco a poco a través de las páginas sin que en ningún momento nos aburramos. Los giros argumentales y la creciente tensión cuando dos personajes están a punto de encontrarse nos hacen ir avanzando ansiosos para descubrir qué pasará a continuación.

Y para eso el lector tiene que estar inmerso en la historia. Es una pieza más con la que la autora juega dándole información poco a poco, recomponiendo el puzzle sin prisa, dejando pistas a veces para que él mismo sea capaz de descubrir los secretos y las motivaciones que se esconden tras los personajes. El lector recoge semillas que se sembraron en entregas anteriores y contempla cómo unas nuevas se esparcen para dar fruto en un futuro. De esa manera hay un nexo más entre los libros más allá de las tramas y sus protagonistas: el pasado y el futuro que aún no conocemos.


He de decir que he echado de menos a algunos personajes: a Issi (que aparece muy poquito) y Keyen o el punto de vista del emperador de Monmor. Pero por otra parte me han encantado nuevos personajes como Rya o Kilian. También me ha gustado conocer más de cerca a Valhiya o Nureen (aunque dudo sinceramente de las capacidades de esta chica para conseguir lo que pretende). Con Kal he sufrido desde el primer instante. Y Angarad, por si no me tenía enamorada ya de por sí, me ha enamorado todavía más.

Aunque no tiene tanta acción como El Sueño de los Muertos o Entre las dos Orillas, se sufre, hay mucha tensión y los capítulos cortos tan característicos de la saga ayudan a que todo vaya avanzando sin apenas cerciorarnos. Cuando vamos a darnos cuenta, ya estamos atrapados por los acontecimientos que se narran y los que aún están por llegar. Pues por fin conocemos más cosas sobre el Ocaso, las advertencias que lo vaticinan y la profecía del Heraldo.

A pesar de su longitud y que quizá algunas tramas sean menos interesantes (o a mí me lo han parecido, al menos), no es un libro que se haga largo y el final deja con ganas de mucho más. Aunque aún faltan muchas cosas por descubrir se nota que la autora intenta (y de momento, lo consigue muy bien) que todo esté bien hilado. Se palpa la conexión autor-lector en la manera que tiene de dejarnos con la miel en los labios a veces, en soltar la información a cuentagotas y en seguir dejando preguntas que contestará más adelante (espero). Creo que ese vínculo es uno de los aspectos más difíciles y más importantes de conseguir, sobre todo cuando hablamos de una saga de cierta longitud como es ésta. El lector se siente implicado de una manera más estrecha en la narración, siente que el autor entiende que quiere cierta información pero juega con él a la hora de dársela, y a mí por lo menos me resulta muy divertido y es una de las cosas que me engancha y me hace seguir leyendo. Eso sin olvidar la buena sensación que deja ver cómo todo va encajando de forma natural gracias a una buena planificación y un gran cuidado de los detalles, que va más allá de la historia en sí y lo comprobamos en la propia edición y maquetación del libro (recuerdo que es autopublicado).


PD: Si queréis saber más sobre el Segundo Ocaso podéis seguir investigando en el blog o en la web oficial de la saga.

jueves, 24 de marzo de 2016

~Foto Reseña~ El Segundo Ocaso: impresión bajo demanda

Quizá sepáis (y si no, os lo cuento yo) que en los últimos tiempos Amazon está saliendo del mundo virtual para asentarse en tierra firme, sobre todo en el campo editorial. Hace un par de años fue con la impresión bajo demanda y hace unos meses con la creación de su primera librería física en Seattle y planes para abrir 300 más en EEUU.

Como señala este artículo, la impresión bajo demanda de Amazon comenzó en Reino Unido y llegó a España con la edición de varios best-sellers anglosajones traducidos mediante AmazonCrossing. Sin duda es también una buena opción para autores autopublicados que deseen que sus lectores tengan un libro en papel y no sólo en digital sin que les suponga un gran coste.

Pero quizá algunos se pregunten, ¿y la calidad de los libros? Obviamente, no os esperéis una edición de lujo. Pero la calidad tampoco es nada desdeñable. Os lo enseño con unas fotitos de Entre las dos Orillas y Títeres del Azar, ambos pertenecientes a la saga de El Segundo Ocaso.


La edición es rústica y sin solapas. Ya veis que la impresión de las cubiertas es bastante buena. Si cuidáis bien los libros no tendréis ningún problema con ellos. Lo que más puede sufrir (como siempre) son las esquinas, pero es cuestión de mimos (o de forrarlos, que conozco gente que lo hace y no es mala idea).


El papel está bastante bien. Aunque la cubierta os haya podido recordar a libros de bolsillo, os aseguro que el papel no es de fumar. Hay un buen contraste, así que la lectura es clara y no cansa la vista (claro, que todo depende de la maquetación que se haya hecho, muy importante).




Por último, la encuadernación. Me parece que está muy bien, estos libros tienen unas 650 páginas más o menos y los lomos están impecables después de una lectura y varias consultas; no ha habido páginas sueltas ni más error de impresión que el que pudiera salir de la propia maquetación (al menos que yo haya visto). Me encanta porque mi miedo habitual con la edición rústica es que los lomos se cuarteen y se doblen al abrir el libro (que yo soy bruta, pero no con los libros), y estos son muy resistentes. A Entre las dos Orillas le he dado bastante caña y ya veis que está como nuevo.


¡Así que ya veis! Lectores, si teníais miedo a comprar libros de este tipo o escritores, si teníais miedo a probar esta oportunidad que brinda Amazon, este es el resultado. Como he dicho al principio, no es una edición de lujo pero está bastante bien, y su comodidad a la hora de leer depende más de la maquetación que de la imprenta.

¿Qué os parecen? ¿Compraríais?



PD: Si queréis saber más sobre el Segundo Ocaso podéis seguir investigando en el blog o en la web oficial de la saga.

martes, 22 de marzo de 2016

~El Segundo Ocaso~ Profecías

Texto sobre la Öiyya. Pergamino realizado por Fernando López Ayelo

No sé si lo he dicho alguna vez, pero soy una fanática de las profecías. No profecía tipo Crónicas de Mallorea que te destripa toda la saga en un párrafo, sino tipo «no sé qué narices quiere decir esto» y que el autor retuerce y retuerce hasta que se cumplen de formas que jamás sospecharíamos. O que no se cumplen, nunca se sabe.

En el Segundo Ocaso encontramos muchas, muchísimas, tantas que seguro que me dejo alguna. Hay profecías en libros, en sueños, en visiones, en almas atrapadas en la roca y dioses juguetones aparcados en el mundo terrenal. Unas ya se han cumplido, otras ya tuvieron lugar y algunas más no se sabe si se acabarán convirtiendo en realidad. ¿Sabremos averiguar su significado?

Profecía del Segundo Ocaso

La serpiente alzará la cabeza.
La isla azul, el hielo verde, el resto se cubrirá de arena.
La Dama de Ahdiel morirá sin descendencia,
su Ciudad desaparecida, su mundo muerto.
Lo que se separó jamás volverá a unirse,
lo real será ilusorio, la ilusión realidad.
Y ya no habrá Muerte.
Del Abismo se alzarán los olvidados, el Tiempo con el Tiempo.
El que no tiene nombre surgirá de la Ciudad de Arena
y su nombre será el que subyugue el Mundo.
El Ocaso será el Amanecer.
El Final será el Principio.

«Susurros en la oscuridad. Un atierra de oro, dicen. Oro en polvo cubriendo los campos, las ciudades, el cielo. Una reina que es más que una reina. Una corona palideciendo hasta volverse de plata… Plata, como la muerte».

«Lágrimas de hielo que caían a la arena roja, siseando al entrar en contacto con los granos ardientes. Bajo una daga ensangrentada, un bebé abrió los ojos; una gota de sangre cayó sobre su brazo gordezuelo. Un pedazo de hielo se derretía entre los dedos blancos y alargados de una mujer.
»[…]Una joya de plata brillaba entre dos zafiros; ante su  mirada, la plata se ennegreció atacada por la pátina del tiempo. El cuerpo desnudo de una mujer se retorcía entre sábanas de lino blanco. La arena cubría un pergamino en el que aún se distinguían, bajo los minúsculos granos, las líneas de un mapa.
»[… ]Un hombre trepaba a un trono en llamas; en él descansaban una mujer de mirada vacía y un anciano de piel gris y sonrisa triste. La trenza dorada de una joven, empapada en sangre, goteaba como la brocha de un pintor; gotas carmesí caían una a una sobre su palma extendida. Un niño se agitaba en una cama de seda roja, clavando sus ojos muertos en él.
»[…]Un rayo de sol cayó sobre la estatua de hielo de un hombre que empuñaba una espada reluciente como el cristal. Un rey pugnaba por arrancarse la corona sujeta a sus sienes con clavos de oro; la sangre brotaba de su frente como de un manantial, lagrimas rojas que le caían por un ojo, cegándolo. La luz de las estrellas iluminaba un cruce de caminos.
»[…]Creyó oír el sonido distante de los cuernos. Un caballo sin cabeza galopaba por una ciudad en ruinas; sus cascos golpeaban el mármol blanco y negro de las calles desiertas. Una mujer daba a luz a una criatura en sangre. Un hombre con un solo ojo lo mirabafijamente».

«Seis tumbas. Seis piedrecitas en el lecho del río de la historia. Seis cantos que cambian su curso. Seis lápidas sin nombre: solo la Muerte recuerda. Seis muertos que nadie conoce. Seis vidas por la Vida. Seis hombres en cuyo nombre se alzará Ridia».

«Hay cosas que no son lo que parecen. Hay personas que no son quienes dicen ser. Hay verdades que son falsas y mentiras que son ciertas. Hay leyendas que aún no han sucedido y profecías que anuncian el pasado. Y hay un juego. Y se acerca el final».

«Las estrellas. Os han visto. […] Os conocen. Y saben que el que no tiene nombre será la causa de vuestra caída».

«El que no tiene nombre surgirá de la Ciudad de Arena, y su nombre será el que subyugue el mundo». Es quizá el fragmento que más controversia ha creado entre los estudiosos, pues su sentido literal parece meridiano en una primera lectura. Pero los dioses no hacen profecías comprensibles para los mortales, al menos antes de su cumplimiento. A los dioses les gusta jugar.

El Que No Tiene Nombre también aparece mencionado en las Profecías de la Tercera Era: «Nacido de la muerte entre el acero azul y la arena de sangre, en su mano portará la vida de su propia carne y tras sus pasos llegará la destrucción del mundo. Pues él será el Heraldo, el Anunciador, y traerá consigo el Ocaso».

«...hay Orden, hay Caos... Hay Vida, hay Muerte... Luz y Oscuridad. El padre de nadie, el hijo de nadie... La espada de hielo. La espada del Norte... lo vieron los ojos del cielo... y su nombre será el que subyugue al mundo. Son dos. Dos. Siempre son dos».

«El agua abre caminos en la roca. Los pies de los hombres trazan sendas en la tierra. Los caminos se abren. Las sendas se revelan. La arena se cubre de hielo; la nieve, de agua; la tierra, de sangre. Los caminos se abrirán para ti […]. Busca la Espada del Norte; busca al Tejedor de los Mundos. Rompe la piedra».

PD: Si queréis saber más sobre el Segundo Ocaso podéis seguir investigando en el blog o en la web oficial de la saga.




domingo, 20 de marzo de 2016

~Relato~ Magia para el exilio


Vicente se abraza a Amparo y clava su mirada en los restos de cartón y madera que se deshacen bajo la suave caricia del fuego. El calor que despide el monumento ardiente templa el frío que atenaza su corazón. En silencio, les dice adiós. A su gente, su ciudad. No volverá a verlos hasta el próximo año.

Inspira. Cierra los ojos. Querría guardarse esa mezcolanza que se produce cuando el olor a pólvora se combina con el aroma del pelo de Amparo. Pero solo puede llevarse la magia que se respira y que espera poder alargar hasta su regreso.

jueves, 17 de marzo de 2016

~Reseña~ Mi alma por mi rey, o el arte de quebrar personajes para hacerlos vivir


SINOPSIS
«La confianza es la emoción más difícil de sentir». Traicionado por su padre y por su rey, Angarad de Teilhil se debate entre el odio y el cariño que siente por su progenitor y el enojo y la lealtad que siente hacia su monarca. Una lucha interna que desembocará en una guerra cuando sus dos señores, su padre y su rey, se enfrenten una última vez por la corona de Novana.
Pese a que ambos han jugado con su vida y lo han convertido en un títere de sus ambiciones, Angarad será el encargado de decidir hacia qué lado se inclina la balanza, tanto en el campo de batalla de Lanhav como en el campo de batalla de su alma.


Mi alma por mi rey es la segunda parte de la precuela de El Segundo Ocaso, y aunque uno podría adentrarse con ella en esta saga, la autora recomienda leerla entre El sueño de los muertos y Entre las dos Orillas. Una recomendación bastante acertada, ya que en esta entrega se narran muchas cosas que se entienden mejor después de haber leído Soñando con bosques y El sueño de los muertos.

Los acontecimientos de esta novela transcurren en Novana, donde los personajes tendrán que hacer frente a crisis personales y políticas. Es quizá el libro con menos contenido mágico de El Segundo Ocaso. Se dan bastantes datos acerca de algunos de los aspectos con más contenido fantástico de la saga, pero quizá sean difíciles de entender para aquellos que no se hayan leído los anteriores.

Sin embargo, la trama política es absorbente y trepidante. Con los cambios continuos de punto de vista, Virginia nos pasea por todas las partes contendientes mostrándonos sólo pequeños retazos sin que se vea el final del cuadro, aunque va dejando bastantes pistas para ello. Me encantan las historias donde ves que solo falta una pieza y acabas poniéndola antes de que la trama nos la desvele: eso quiere decir que ha conseguido atraparte y que te impliques en ella.

Me parece una novela clave para conocer a Angarad, uno de los personajes principales, que tiene un desarrollo magnífico a lo largo de la historia. Me han gustado mucho otros como Vanakao, Tenakia o Isobe, y me ha faltado un poco más de Tearate. Es lo que tienen las novelas de esta longitud, que los personajes no se pueden desarrollar tanto, aunque las pinceladas que va dejando son suficientes para hacernos una opinión sobre ellos.



Mi alma por mi rey es un complemento estupendo y muy aconsejable para los lectores de El Segundo Ocaso, y esta es su mayor virtud y su mayor defecto. Virtud porque conocemos mucho más a personajes sobre los que ya hemos leído, nos revela parte de su pasado y nos hace comprenderlos mejor. Defecto porque hay varios sucesos clave que se nota que no se quieren desvelar en esta novela y creo que a veces queda un poco forzado. Está bien jugar con los lectores, pero prefiero maneras más sutiles.  

PD: Si queréis saber más sobre el Segundo Ocaso podéis seguir investigando en el blog o en la web oficial de la saga.

martes, 15 de marzo de 2016

~El Segundo Ocaso~ El Imperio de Monmor

La mezquita rosa de Nasir al-Mulk. O los jardines del palacio de Yinahia

BREVE HISTORIA DE MONMOR

Antes del Ocaso, Monmor era un vasto desierto donde vivían una serie de tribus nómadas más interesadas en guerrear entre sí que en mirar más allá de sus fronteras. Pocas cosas les unían: la costumbre de no poner nombre a un niño hasta que cumpliera los dos años de edad, pues tenía que demostrar que podía sobrevivir para ser considerado un ser humano; la costumbre de considerar el paso de niño a hombre a la edad de quince años.

Tras el Hundimiento de Ahdiel en el Abismo, las tribus se organizaron y se unieron, aunque no sería una unión total. La tribu yinahaii se alzó por encima de las otras y la alianza se centró en la figura de su Divino Emperador. Una vez unificadas comenzaron a interesarse por lo que ocurría más allá de sus fronteras. Y se encontraron que, tras el Ocaso, los demás países de Ridia habían empezado a guerrear entre sí. Eso les permitió ir acumulando influencias hasta situarse como la potencia más fuerte del continente. Han conseguido una gran expansión comercial (en todos los libros encontramos multitud de referencias a las alfombras monmorenses); sin embargo, la tensión interna se ha mantenido entre las tribus y ha impedido expandirse militarmente a Monmor hasta ahora. De hecho, si atendemos a la cronología de la saga, aproximadamente 30 años antes de que comience La Elegida de la Muerte hay una rebelión de las tribus de Monmor que acaba provocando que se promulgue un edicto imperial sobre esclavitud. Por supuesto, los yinahaii no serán objeto de este edicto, lo que provocará aún más recelo del resto de tribus.

Cartel realizado por Erika Aguilar

LOS SEIS Y LA ASCENSIÓN

La religión de los Seis la comparten todas las tribus de Monmor, aunque más bien parece ser impuesta por los yinahaii tras el Ocaso, al igual que el culto divino al emperador. Consiste en la adoración de los elementos que componen el mundo: el Agua, el Aire, la Tierra, el Fuego, la Vida y la Muerte.

Al emperador se le considera un dios y se le trata como tal. Se le llama Alhaii, en honor a Alhaii Aliayha, primer emperador de Monmor. Para ello primero tiene que ser un hombre, y como rezan las costumbres monmorenses, esto ocurre a los quince años de edad. Solo los monmorenses pueden dirigirse a él con ese título, pues son los únicos que lo ven como un dios. Los extranjeros se consideran infieles que no son dignos ni de escuchar su voz y deben dirigirse a él como Alabado.

Para su divinización el emperador tiene que pasar por una ceremonia donde se utilizan símbolos de los Seis para obtener poder sobre ellos y fortalecer la imagen divina que ha de tener el pueblo de él. Para ello tiene que mostrarse tal y como es: ha de pasar por cada símbolo desnudo.

En primer lugar le vuelcan una tina con agua helada sobre la cabeza que le deja sin respiración durante unos segundos. Así el emperador obtiene el poder sobre el Agua y el Aire.

En segundo lugar lo que se vuelcan son montones de arena hasta quedar cubierto por entero. Al deshacerse de su prisión el emperador obtiene poder sobre la Tierra.

En tercer lugar vuelcan brasas ardientes sobre su desnudez para que obtenga poder sobre el Fuego.

En cuarto lugar una sierva le hace una felación y el emperador obtiene poder sobre la Vida.

Por último, el sumo sacerdote le clava una daga en el costado y así obtiene el poder sobre la Muerte.

Hay un comentario en Entre las dos orillas en el que se nos insinúa que todos estos símbolos lo que quieren decir en realidad es que para que un hombre sea un dios debe dejar de estar atado a las necesidades y leyes del cuerpo: las quemaduras, la falta de oxígeno, una herida o el sexo.




LAS TRIBUS DE MONMOR

Cinco son las tribus que se unieron y formaron el Imperio de Monmor, aunque su unión no fue exactamente equitativa.

DEPAYIH: es una de las tribus más antiguas de Monmor, la primera que llegó a las tierras estériles del sur. Sus ancianos aún hablan la lengua de los primeros pobladores de las arenas. Antes del Ocaso su hogar estaba en las montañas de Vahiya, en los montes Ahahlios, pero los yinahaii se instalaron allí tras el Hundimiento. Ahora su asentamiento principal está en Vulenhe, al pie de las montañas de Depayihia.

VAHIYI: habitan en el sur de Monmor. Se distinguen por su piel negra y, en ocasiones, sus ojos azules.

EUHOI: aunque las tribus monmorenses en general eran nómadas, ésta muestra claramente que lo sigue siendo. Los euhoi transitan sobre todo la Planicie de Caredne con sus familias y animales, aunque son habitantes del desierto (o las Arenas) en general. Trasladarse es su forma de vida, por ello no usan a los animales como transporte sino solo como acompañantes. Los que pueden cargar enseres, como camellos o caballos, son considerados por encima de las ovejas, cabras y perros. Sin embargo, las encargadas de llevar las tiendas son siempre las mujeres, les pertenecen. De esta manera, los hombres solo pueden hallar cobijo en ellas si las mujeres se lo ofrecen.
Una de las cosas que más llaman la atención de esta tribu es que leen el pasado y el futuro en las estrellas, buscan la Verdad en ellas y esperan a que sucedan los acontecimientos, no actúan ni intervienen (si pueden evitarlo). Los euhoi creen que todos los que viven bajo el cielo son capaces de interpretar las voces de las estrellas. Excepto las estrellas encarnadas: a ellas les resulta imposible descifrar el mensaje escrito en el cielo, pues ellas mismas forman parte del mensaje. Las estrellas encarnadas eran personas que poseían el poder de sentir los sentimientos de los demás. Cuando éstas decidían compartir esas sensaciones, los monmorenses llamaban a aquello «hacer brillar a una estrella», pues les embargaba un torrente arrollador de emociones tan intenso que los lanzaba hacia el éxtasis.
Más que a los Seis, adoran al sol, que consideran un dios terribe, vengativo y letal. Cuando un hombre roba agua o agacha la cabeza ante el emperador de Monmor lo atan a una roca para que el sol lo queme.
En Entre las dos orillas encontraremos muchas referencias al odio de los euhoi hacia los yinahaii, por tratarlos a ellos y a las demás tribus como esclavos e intentar apartarlos de las Arenas. Los euhoi no ansían tierras, ciudades ni riquezas. Por eso están totalmente en contra de las ansias del emperador de conquistar Ridia.

QOHU: llamados también Cazadores de Sombras. Viven en la costa noreste de Monmor, entre las ciudades de Qouphu y Yuvhiahe. Forman una etnia plácida y pensativa, más preocupada por los misterios de su antigua religión que por conquistar a otros hombres. Sin embargo, su escaso deseo de ser más que los demás y querer más de lo que poseen les da mucho valor como guerreros. Varios diah del emperador son qohu.

YINAHAII: esta tribu se sitúa por encima de las demás debido a que el emperador es yinahaii. Por lo tanto, se considera que tienen una sangre "especial" y se considera un deshonor mezclarla con otras tribus. De hecho, en Yinahia, hogar original de los yinahaii, actualmente se pueden distinguir dos zonas bien diferenciadas: la Ciudad de los Dioses, donde solo viven yinahaii y se asienta el palacio imperial y la Ciudad de Arena, donde habitan todos los demás. De hecho, hallar una persona de otra etnia en la Ciudad de los Dioses se llega a considerar delito. Yinahia se elevó a la sombra de los montes Ahahlios y en torno a un pequeño oasis. Sus calles son rectilíneas, enmarcadas por edificios blancos y amarillentos. El agua es transportada por canales y acueductos y la aprovechan al máximo a través de los huertos y jardines escalonados.
Los yinahaii se distinguen por su estatura, su piel morena, el cabello negro y las facciones afiladas. El resto de etnias les tienen rencor por estar por encima de ellos y ser considerados dioses, al tiempo que los tratan prácticamente como esclavos.

Hombre de Piedra. Fotografía de Tamás Kátai

CURIOSIDADES

SHEH HALI: Aunque antes del Ocaso las tribus vivían por separado, en determinadas circunstancias se unieron bajo el liderazgo de un sheh hali. El sheh hali (o sheh halaa, en caso de ser una mujer) era un jefe de jefes y su poder procedía del reconocimiento de todas las tribus como tal. A lo largo de miles de años solo ha habido cinco sheh hali, todos antes del Hundimiento de Ahdiel. Tras el Ocaso, la figura del sheh hali era demasiado parecida a la del emperador, por lo que nombrar otro podría ser considerado una especie de traición al Imperio.

NOMBRES: Mientras que en el resto de Ridia los nobles (y no tan nobles, ejem, Keyen, ejem) son mentados mediante su nombre y región de procedencia (Danekal de Laurvat, Adhar de Vohhio), en Monmor se nombra al padre (con Danekal, por ejempo, sería "Danekal, hijo de Tearate". También se hace distinción según sea hijo o hija. Aquí un ejemplo de verdad:

Halimi in Kahin (Halimi, hijo de Kahin), padre del actual emperador de Monmor.
Valhiya een Aliqi (Valhiya, hija de Aliqi), madre del actual emperador de Monmor.

ALGUNAS PALABRILLAS: si prestamos atención a las localizaciones y los nombres de los monmorenses encontraremos una cierta similitud (sobre todo por la proliferación de la H). No hay que olvidar tampoco que las tribus se mantuvieron aisladas del resto de Ridia hasta el Ocaso, por lo que no nos debería extrañar que tuvieran un lenguaje propio. En las novelas que hay publicadas encontramos algunas palabras propias de Monmor y su significado.

Yiha: mayor
Havih: agua
Vhie: rápido
Dalsel: grande
Alhaii: Elegido
Aliayha: Destino
Shalhed: Mellizo

(De esta manera, Alhaii Aliayha, el primer emperador de Monmor, sería el Elegido del Destino).

HONOR Y VENGANZA: Hay una costumbre tan arraigada en los monmorenses desde antes del Ocaso que puede ser considerada una ley. En las Arenas, aquel que no consigue proteger a sus seres queridos de la muerte es el culpable de la misma, a menos que mate a su asesino. Por ejemplo, un esposo cuya mujer sea asesinada debe buscar a su asesino y matarlo, no solo como venganza sino para restaurar su honor, pues es culpable de la muerte de su esposa al no haberla podido proteger.

La información para esta entrada está extraída de las novelas de El Segundo Ocaso hasta Títeres del Azar. ¡Si tenéis algún aporte que haya pasado por alto podéis contactar conmigo y lo añado!

PD: Si queréis saber más sobre el Segundo Ocaso podéis seguir investigando en el blog o en la web oficial de la saga.



Dalayn
Lectora por vocación. (Medio) arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.
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