—Buenos días, princesa —susurro a la mujer que me
devuelve la mirada con los ojos aún entrecerrados, temiendo despertarla del
todo. Su rostro se halla en esa calma que solo da la duermevela tras un sueño
reparador y la promesa de un día lleno de posibilidades.
Se despereza y sus ojos brillan con las primeras
luces del día. Sé cuánto le ha costado llegar a esa mirada tranquila y segura,
y eso aumenta mi admiración por ella. Poca gente se ha hundido en el infierno y
es capaz de transmitir tal determinación tras haber sido machacada a golpes,
insultos y desprecios. O quizá precisamente por ello.
Libre y completa, me mira desde el espejo, y por
primera vez en mucho tiempo me siento bien con lo que veo.
Versión corregida. Gracias por vuestros consejos y opiniones :)
Ok.... Odio infinito a los comentarios que escribes y no se envían...
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, me ha en-can-ta-do. Poco puedo decir, solo que con tan pocas líneas me ha emocionado, sobre todo el segundo exacto en el que sabes qué quiere decir el relato, esa mirada al espejo. Muy chulo.
Noomi.
Jo, muchísimas gracias *.* Me encanta que te haya gustado, y si ya te has emocionado, pues doy hasta palmas con las orejas >.< Un beso y gracias por leer ^^
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