Antes de que sigáis leyendo, me permito hacer un
inciso/aviso: hoy vengo con el vitriolo removido. Tengo el sarcasmotrón a
pleno volumen y no puedo pararlo. Quería hacer una crítica concienzuda,
elaborada y objetiva, pero los tejemanejes de la vida han apagado la vena
poética de mi cerebro. Al menos hoy. O a lo mejor es que me pasé de ñoño con la
crítica de la semana pasada (Journey
<3) y se me han acabado los recursos lingüísticos para el ornamento
literario. Bueno, lo que decía. Que esto no es una crítica normal. Puede que
haya risas. Puede que haya alzamientos de ceja. No lo sé, no estoy ahí. O sí.
Por si acaso, no os deis la vuelta.
Bueno, que me pierdo. A lo que iba:
En la vida cinematográfica de la mayoría de los directores
existen altibajos más o menos prominentes en su producción. Aunque (como
siempre) todo es relativo a los gustos de cada cual, podemos nombrar dentro del
grupo anterior a M. Night Shyamalan, Ridley Scott o el mismísimo Tim Burton. Lo
cierto es que el señor de los pelos raros lleva demasiados años sin
regalarnos una joya del calibre de Eduardo Manostijeras o Ed Wood (de
hecho, lo último que puedo destacar de su filmografía reciente es Big Eyes, y
sin mucho alborozo precisamente), con algunas de sus obras rozando lo
indignantemente horroroso como Alicia en el País de las Maravillas.
Quizá es por eso que no comencé la película muy convencido de la calidad final de la misma. Quizá por eso mismo pude disfrutar algo a pesar de sus evidentes puntos flacos. O a lo mejor es que me pilló esa noche de buenas. O a lo mejor es que de verdad el señor Burton está recuperando poco a poco su esencia.
Sin más dilación, y tras el aviso de rigor de los
espoilers que se avecinan, procedo a comentar mis impresiones.
La premisa de la película no podría ser más burtoniana:
un orfanato escondido que acoge a niños peculiares (a.k.a. Rarunos de la
Leche), dirigido por una señora de muy buen ver que se transforma en pájaro a
voluntad; todos son felices y están contentos hasta que viene el único señor
negro de la filmografía de Burton e intenta llevarse a la directora para
robarle sus poderes ayudado de un ejército de bichos que siguen a rajatabla la
Dieta de los Globos Oculares (que viene muy bien para eliminar líquidos,
dicen).
Adiós, Timmy. Esta vez la culpa no es mía |
La estética cumple a la perfección los cánones macabros
del exmarido de la Bonham Carter (¡Sí! ¡Se han divorciado! ¡Por eso ya no
sale en sus películas!). Hay gente sin ojos, gente extremadamente blanca, gente
muy rubia, gente que parece que necesiten un platico de sopa caliente para que
cojan un poco de color en esa cara que parece la de un muerto, muñecos que se
arrancan la cabeza mutuamente y artefactos raros que hacen cosas cuando el
guión lo necesita (como las botas de plomo, que se supone que pesan tanto que
mantienen a la chica en el suelo y sin embargo las puede levantar con la mano
sin esfuerzo alguno).
Más allá de la estética, el otro punto fuerte de la
película es Eva Green. Que además es otro punto flaco porque no sale
todo lo que debería. En su lugar, aparecen un montón de niños con la
habilidad interpretativa bastante limitada (menos Asa Butterfield, cuyo mayor
problema es el pobre chico que le dobla que lo hace muy mal). También debo resaltar
que OH MY GOD NO SALE JOHNNY DEPP. Es posible que esta última sea la razón que
hace la película digerible.
En fin, quizá el fallo más clamoroso que le veo (ahora en
serio) es que la película empieza una hora más tarde de lo que debería.
Burton se detiene durante una inmisericorde hora de descorazonador aburrimiento
presentando al protagonista, su abuelo y al resto de su familia, que se
presentaron a un concurso de cretinos y no les dejaron participar porque
querían que hubiera algo de competición. Para cuando el meollo de la trama está
servido, al film le queda demasiado poco metraje para desarrollar la acción
como es debido.
No, definitivamente no está Johnny Depp. O quizá sea el niño invisible. |
Otro punto que me gustaría comentar es que Burton debería
sentarse a aclarar en su cabeza qué tipo de película quiere hacer. ¿Quieres
algo macabro con corazón? ¿O quieres una comedia infantil donde los esqueletos
hacen *pop* cuando les arrancan la cabeza? En ocasiones parece que quiere crear
malestar en el espectador (la escena del niño muerto hablando) y a veces parece
que todo su público son niños de siete años. En sus anteriores películas
existía un delicado equilibrio que las hacía especiales, pues tenían un alma
innegable que hacía que aunque fuera algo feo, macabro, tenebroso, te
enamoraras de su interior. Había algo bonito bajo la capa de fealdad que hacía
que recordases la película por días venideros con nostalgia. Pero por
desgracia, el Hogar de Miss Peregrine no posee ese aura especial que te
impulse a amar lo feo. Por el contrario, hay momentos de intensa vergüenza
ajena (*pop*).
En resumen, tiene cosas buenas, como la estética, Eva
Green y que no salgan ni Helena Bonham-Carter ni Johnny Depp. Y tiene cosas
malas, como los momentos ridículos, lo que tarda en entrar en el quid de la
cuestión y lo insulsos que son sus personajes.
¿Merece entonces el galardón de FUCK YES de un
servidor? Pues meh. No está mal. Es mejor que lo anterior pero aún a
años luz de sus mejores trabajos. Es disfrutable con la mentalidad adecuada.
y nos recomiendas verla????
ResponderEliminarSi esperas ver una joya burtoniana te vas a decepcionar. Es mejor que Alicia pero a años luz de sus mejores trabajos. Está entretenida, sin más, pero ya juzga tú misma :P
Eliminaroki doki :D
EliminarHola :) Como tu Charles, voy a verla pero con cero pretensiones, hace años que el T. Burton de Eduardo Manos tijeras o Big Fish nos abandono por completo. Aún recuerdo cuando fui a ver al cine ese Sombras Tenebrosas tan deporable, lo mejor de ese día fueron las palomitas por que la entrada debería haber sido gratuita por lo menos. Y bueno, aqui esta mi maravillosa Ms Eva Green, como amo a este mujer y como la estoy disfrutando viendo la tercera temporada de Penny Dreadful. Un abrazo^^
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