Tras la tumba del poeta llora un
alma en pena. No por lo que ha perdido, sino por lo que nunca pudo alcanzar. Se
escucha su lamento más allá de los cipreses. Las hojas húmedas ya huelen al perfume
que llevó al más allá. Entre sollozos se entiende su súplica: «dadme amor, mas
no el de la carne, dadme el que predicaba este con sus versos, pues mi cuerpo
se cansó de no encontrarlo».
Palabras propuestas: poeta, escucha, perfume
Tan breve y tan intenso. Me ha encantado, con pocas líneas has sido capaz de ponerme melancólica. Y te lo agradezco, es agradable sentir al leer. Estaré al tanto de lo que escribas! Nos leemos :)
ResponderEliminarMuchas gracias ^^
EliminarMenudo canto a las letras. Precioso. Un besin^^
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, un beso ^^
Eliminar¡Gracias por participar en el reto! :)
ResponderEliminarHas dibujado una escena muy vívida. Me gusta esa idea del lamento por lo nunca alcanzado :)
¡Buen trabajo!
Un beso.
Gracias, Adella, me alegro de que te haya gustado. Saludos ^^
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