Blog de literatura fantástica

viernes, 9 de septiembre de 2016

~Cine~ "BABADOOK", o de que no hay Mal que por bien no venga.

DOOK DOOK DOOK

Es de todos bien sabido que el panorama de cine de terror en los últimos treinta años no ha sido halagüeño en lo que a calidad cinematográfica se refiere. Con alguna honrosa excepción, la amplia mayoría de los títulos que pretenden asaltar la taquilla no son sino burdos intentos de emular hasta la más aburrida exactitud fórmulas que sí que revolucionaron el mercado cinéfilo con anterioridad. Vale más un ejemplo que mil descripciones, ¿no? Véase, si empezamos desde los prehistóricos años sesenta/setenta/ochenta, La Matanza de Texas, Viernes 13, Halloween o Pesadilla en Elm Street, y si nos acercamos más a la época actual, podemos observar con horror la fruición del género slasher con Scream o Sé lo que hicisteis el último verano y más recientemente las millones de secuelas de Saw, Paranormal Activity y más derivados dignos de serie B.

Sin embargo, y por suerte para nosotros los incansables buscadores de calidad en el cine, surgen de cuando en cuando experimentadores valientes cuyo producto traspasa las barreras del estiramiento de chicle, al ser su fórmula intrínsecamente única y difícilmente reproducible en decenas de secuelas. Podría hablar largo y tendido sobre alguna de estas pequeñas joyas que han sobrevivido a la codiciosa mano de Hollywood manteniendo su legado intacto, pero para el propósito que nos atañe, me voy a centrar en la que os traigo hoy.

Aviso antes de comenzar: va a haber espoilers gordos gordísimos como para parar un obús en plena trayectoria. Continuad leyendo a vuestra cuenta y riesgo.

Representación gráfica de espoiler.

Babadook, a simple vista, podría dar la impresión de que trata de un libro demoníaco cuyo espíritu se libera tras leerlo (al más puro estilo The Ring pero en menos moderno) y que se dedica a torturar a una pobre viuda y a su hijo por el simple hecho de ser El Mal.

He escuchado críticas muy polarizadas con respecto a esta maravilla de película (creo que queda patente en qué polo me sitúo). Lo cierto es que, o la amas hasta el Fin de los Tiempos o la odias por ser Vaya Rollo de Película que Meh. Ciertamente, si al sentarnos a verla esperamos (y queremos) ver la película descrita en la sinopsis que he hecho arriba, la decepción será vuestra más fiel compañera. Los que deseábamos encontrar algo diferente en el tratamiento de la temática, que además resulta verdaderamente terrorífico, podemos encontrar en Babadook una puerta a la esperanza de que el género es capaz de realizar un producto de calidad.

Holi.
Evidentemente, Babadook no es una película de miedo al uso. No depende de los sobresaltos ni del volumen del televisor para generar constricción en nuestras entrañas. Apela a nuestro más primario sentimiento humano con la intención de causarnos un malestar continuado por el simple hecho de existir. Me explico de la mejor manera posible: cómo he percibido yo el sentido de la película. Lo llamaré La Sinopsis de Verdad de la Buena.

No hay bichos malos por aquí.

El filme comienza con una mujer (Amelia), escritora de libros infantiles (importante), a punto de dar a luz, sentada en el asiento del copiloto de un coche que conduce su marido, camino del hospital. Un accidente con el automóvil causa la muerte de su esposo. Años después, el niño (Sam) crece con evidentes problemas de conducta y socialización. Nadie soporta al niño. Ni su propia tía. Mientras, Amelia vive en una perpetua depresión causada por la soledad y por no haber podido superar la muerte de su marido. El cumpleaños de su hijo lo celebra otro día por coincidir con tan dolorosa fecha, y no soporta que pronuncien el nombre de su marido. Ya no intenta escribir y se ciñe a su trabajo como enfermera en un asilo para ancianos. Cualquier intento de hacer su vida avanzar (dícese, buscar alguna otra relación) se ve frustrado por la actitud del propio Sam, cuyos problemas mentales son cada vez más evidentes y problemáticos. Una noche, el niño le pide que le lea un cuento que acaba de encontrar en la estantería: Mr. Babadook. Al empezar a leerlo en voz alta, Amelia se da cuenta de que el libro en cuestión no ofrece un mensaje constructivo para los niños, sino que promete al lector causarle la más terrible muerte.

Lectura de sobremesa.

A partir de este momento, Sam, que ya de por sí mostraba una tendencia peligrosa a querer luchar contra monstruos, comienza a obsesionarse con el Babadook, insistiendo en su existencia. Dicho comportamiento no hace más que añadir más leña al fuego de la desesperación de Amelia, que comienza negándolo todo pero que conforme su ánimo se debilita y se vuelve más vulnerable, la histeria de su hijo acaba por apoderarse de ella. Al final, el Babadook la posee y ésta intenta matar a Sam (la fuente de todos sus problemas) tras acabar con la vida de su perro. El Babadook no es vencido hasta que Amelia no es capaz de superar la muerte de su marido y aceptar a su hijo como su legado, y no como su problema.

Que no hay biiiiichos. Pesao.

Lo que de verdad hace esta película diferente es que el enemigo a batir no proviene de una fuente fantástica, esotérica o demoníaca, ni siquiera de un asesino en serie. No hay una manifestación física a la que echar la culpa de lo malo que ocurre, ni tampoco hay consuelo por saber «que no existe». El miedo atroz que provoca el Babadook es muy parecido al que sentí cuando leí El Señor de las Moscas (gran, grandísima obra, por cierto, que todo el mundo debe leer sin falta). El ente contra el que se lucha en Babadook no es otro que el mismísimo Mal que habita en todos nosotros. Y no hablo del Mal como algo externo que nos posee, sino como aquellos pensamientos que inmediatamente apartamos de nuestras cabezas por lo horrible que sería que lo llevásemos a cabo. En el caso de Amelia, su Mal es que en el fondo odia a su propio hijo, puesto que para ella él es el culpable de que su marido le haya sido arrebatado. Y no contento con eso, el niño hace lo imposible por hacerse de odiar y frustrar cualquier intento de vivir la vida miserable que ella misma se ha impuesto. Su debilidad mental hace que ese Mal que se esfuerza en reprimir tome la forma del Babadook (que, por cierto, mi teoría es que ella misma lo escribe pero como está volviéndose loca no lo recuerda) hasta que acaba tomado el control de su vida.

El Putoniño.
¿Quién no ha tenido pensamientos asesinos alguna vez en su vida? «Pero yo nunca lo haría», me diréis. Mi respuesta es: Amelia también pensaba eso. Sin embargo, ¿podéis asegurar que en un momento de extrema debilidad anímica no se os vaya a ir el tornillo derecho hasta el punto de comenzar una masacre de carácter mundial? De ahí el verdadero miedo. Miedo que no necesita de sustos, ni de gore, ni de bichos feos. Terror con mayúsculas, con Q de calidad y con estrella Michelín.

¿Te ha gustado la cena? Por cierto, quiero matarte.

¿Merece entonces un FUCKING FUCK YES QUE TE RETUERZA LAS ENTRAÑAS? Pues FUCK FUCKING YES, todos los que hagan falta. Sobre todo si lo que buscáis es un título del género de terror distinto, con unos personajes bien perfilados y una trama que implica pensar más allá del mata-mata.




Charles D.
Filólogo, lingüista, lector irredimible y cinéfilo/seriéfilo empedernido. Digo muchas tonterías en Twitter (@OrdHum). También escribo si me dejo.

8 comentarios:

  1. Hola :) Me he saltado la parte spoileadora por que tengo bastante ganas de verla desde hace un tiempo. Gracias, por que me había olvidado un poco de ella y debe estar perdida por los fueros de mi portátil. Espero disfrutarla y me volveré a pasar. Un abrazo^^

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    1. Sólo ten en cuenta que no es una película de terror "al uso"... Tiene mucha más miga :)

      Ya dirás qué te ha parecido.

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  2. ¡Hola!
    uiish yo no soy para nada de ver películas de miedo, soy una cobarde y después estoy mirando para todos lados jajaa. Me alegro que te gustara
    Un abrazo ♥

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    1. Eso me pasaba mucho a mí, sobre todo cuando era más pequeño :P pero al final les cogí el gusto, fíjate.

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  3. Hola! Me ha encantado la reseña, aunque yo le di una interpretación distinta. Creo que el Babadook es una metáfora de la depresión que tiene la propia Amelia, y la actitud del niño (al margen de sus problemas mentales) es una constante llamada de atención a su madre, pidiéndole que no deje que la depresión la lleve.
    Lo dicho, me ha gustado mucho ver tu punto de vista, un saludo!

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    1. Si te fijas, cuando ***ESPOILERS GORDOS*** el Babadook la posee, lo primero que hace es gritar al niño "todo" lo que llevaba dentro, todos sus pensamientos que probablemente estuviera reprimiendo durante tanto tiempo. Por eso lo digo, principalmente :)

      Me alegra que te haya gustado :)

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  4. Me he saltado gran parte de la reseña porque, como has advertido, hay spoilers pero lo poco que he leído me han dado muchísimas ganas de ver la película (aunque el género de terror no es de mis preferidos). Sin duda la voy a ver y cuando lo haga tal vez me vuelva a pasar por esta reseña para comentarla :)
    Saludos ^^

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    Respuestas
    1. ¡Por supuesto! Aquí estaré yo para leer los comentarios :)

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