Empezar es lo más difícil.
Siempre. En cualquier ámbito. Empezar a plantear una historia. Empezar a
escribirla. Empezar a crear el hábito de escribir diariamente. Empezar.
«Es que después de Galavant empieza Vikings y con las
prácticas nunca encuentro tiempo».
Maldito mundo que se pone en tu contra
siempre.
Es como hacer deporte. Sabes que
tienes que hacerlo pero no encuentras el momento. Estudios, trabajo, series,
videojuegos, redes sociales, niños… (aquí cada uno lo suyo, seguro que la lista
es mucho más grande). Todo se convierte en una excusa. Y no porque no quieras
(que querer quieres, es que los demás no te dejan), simplemente parece que el
resto de cosas tienen prioridad. Sobre todo si no tienes una idea clara de qué
quieres escribir y/o no estás inmerso en una historia. Sobre todo si estás
desmotivado.
«¿Y qué hago para motivarme y para ponerme a escribir y hacer
de esto un hábito?»
En primer lugar, teniendo fuerza
de voluntad. Sé que para algunos a veces se convierte en uno de nuestros
animales mitológicos preferidos, pero ahí está. Encuéntrala, agárrala fuerte,
pégala en la pared y ponle un post-it brillante para recordarte que la
necesitas.
¿La tienes? Perfecto. Vayamos al
segundo paso.
«Pero si el problema es que no he empezado… ¿cómo me va
a pillar trabajando?».
Pues ahí es donde entra mi
recomendación, una de las tantas que puedes seguir (te aconsejo buscar consejos
sobre creatividad, por ejemplo, algunos son verdaderamente útiles): participa
en concursos literarios. O, al menos, ponte ese objetivo.
«Pero si no…».
¿Te das cuenta de que no paras
de poner «peros»? Deja de hacerlo, no te va a ayudar. No se trata de
que tu ego se convierta en una bomba atómica, solo de que tu inseguridad y la
continua comparación con otros no te impida conseguir lo que quieres, que es
escribir, ¿no?
«Está bien… ¿y por qué crees que los concursos
literarios me van a ayudar a ponerme a escribir?».
Pues aquí te explico unos
cuantos motivos que a mí me han servido para darme el empujoncito que
necesitaba (entre otros):
MOTIVOS PARA PRESENTARSE A
CONCURSOS LITERARIOS (ADEMÁS DE LOS PREMIOS, CLARO)
Muchas veces los concursos te
dan un tema, por no decir casi siempre
Acotan el género, te proponen
una frase, unas palabras o un tema en específico. Incluso los que tienen tema
libre buscan algo en particular. Cuando quieras presentarte a un concurso
intenta buscar los ganadores de ediciones anteriores y verás si siguen algún
patrón (por ejemplo, cómico, así sabrás que si escribes un dramón tendrás menos
posibilidades de conseguir algo).
¿No sabes sobre qué escribir? El
tema que te dan los concursos puede ser esa chispa. Aprovéchala y deja que
prenda.
Consejo: a no ser que quieras
experimentar o tengas muy clara una idea, intenta llevarte el tema a tu género.
Te sentirás más cómodo al tener más experiencia en esa tesitura, con lo que es
más probable que te motives y seguramente el resultado sea de mayor calidad.
Te dan un límite de palabras
Esto también es muy importante
porque te ayuda a plantearte la complejidad de tu historia. No es lo mismo
escribir un relato corto de 500 palabras que uno de 5000. Incluso el de 500
puede tener más complejidad que el largo. Pero este límite hará que no te vayas
por las ramas y elucubres una historia fantástica que da para tres novelas y
dos spin-offs y cuando la acabes te des cuenta de que te has pasado del límite
y se te ha acabado el plazo (que si se te ocurre, adelante, pero con el
conocimiento de que no va a servir para ese concurso).
Te dan un plazo de entrega
¡Como en el
colegio/instituto/universidad/trabajo! Todos recordamos esos fantásticos días
antes de un examen crucial cuando maldices por no haber estado estudiando
durante todo el trimestre y tienes que hacerlo en pocos días. ¡Porque TIENES
que hacerlo! Pues con los concursos literarios pasa igual. Si te propones
presentarte a un concurso, vas a escribir, aunque sea poniéndote el día de
antes y enviándolo a la hora límite (aunque de eso hablaremos más adelante).
Porque lo has convertido en una prioridad. Sí, el cerebro es así de
maravillosamente retorcido. Si no, ¿por qué crees que también se te ocurrían
ideas para escribir cuando estabas de exámenes?
Consejo: No hagas como entonces,
no lo dejes para el último día. Recuerda que esto no va solo de empezar a
escribir, sino de crear el hábito de escribir todos los días. Utiliza esa
fuerza de voluntad que te has señalado con un post-it y oblígate a ponerte
todos los días aunque sea media horita. Si no, cuando acabes el concurso
estarás como antes de empezarlo.
Además, has de recordar una
cosa: escribir, entendido como un proceso completo en el que el resultado es
una obra literaria, no consiste solo en teclear caracteres hasta conformar
palabras y oraciones y párrafos. También hay que incluir la corrección,
reescritura y revisión del manuscrito. Así que si vas a presentarte a un
concurso, planifícate para que lo que entregues en las mejores condiciones.
Y eso nos lleva al siguiente apartado de este artículo.
RECOMENDACIONES SI VAS A PRESENTARTE A UN CONCURSO LITERARIO
1. No te precipites
Como he explicado brevemente
antes, escribir es más que contar una historia: es contarla de la mejor manera
posible. Y para ello necesitas un tiempo, que la obra repose para poder
corregirla de la manera más objetiva. Si envías a un concurso algo que has
terminado de escribir un par de horas antes lo más seguro es que no tenga toda
la calidad exigible, incluso puede haber fallos ortográficos y gramaticales que
no has visto porque no lo has corregido. Por ello es importante que hagas una
buena planificación para que sigas todos los pasos y lo que presentes esté en
las mejores condiciones.
Además, en muchos certámenes empiezan a leer
por orden de recepción, así que cuanto más te separes de la fecha límite menos
cansados pillarás a los encargados de leer las obras presentadas a concurso.
2. Quien mucho abarca, poco aprieta
Es posible que te motives
enormemente con un concurso, la inspiración
te llegue trabajando y tengas mil ideas que puedes presentar a mil concursos y
así exponencialmente hasta que tu cabeza explote y hayas olvidado la mitad de
lo que tenías pensado. No merece la pena. Céntrate en unos pocos concursos,
recuerda que necesitas un tiempo para acabar tu obra, y apúntate todas las
ideas que se te ocurran. Así las tendrás para más adelante sin necesidad de
escribirlas inmediatamente.
Elegir bien a qué concursos te presentas suele ser más complicado
sobre todo si no tienes experiencia, así que espero que las siguientes pautas
te ayuden.
Estás utilizando los concursos
literarios como excusa para darle a tu cerebro ese pequeño empujoncito que
necesita para dejar las Magic a un lado (o GHVip, en su defecto), pero los
concursos sirven para algo más: labrarte un currículum de escritor. Si esto es
lo que quieres conseguir, céntrate en los concursos que tengan varios
finalistas, que vayan a publicar una selección de las mejores obras ya sea en
papel o en formato digital. Lo importante es que publiquen algo tuyo. A mayor
número de seleccionados más posibilidades de que tu obra esté entre ellos. Si
lo que quieres es ganar dinero, también hay concursos para ti, pero ten en
cuenta que las posibilidades de ganar son más pequeñas.
Advertencia: muchos
concursos exigen ceder tus derechos sobre tu obra. Así que es importante que
leas muy bien ese apartado.
Investiga a los organizadores
del concurso. Consulta su página web y si en certámenes anteriores ha habido
algún problema. Si no te gusta la maquetación de la web, las ilustraciones de
las portadas de las publicaciones te parecen horrendas y encuentras faltas de
ortografía, etc., quizá no quieras mandar una obra a esa gente.
4. Lee muy bien las bases del concurso y acógete a ellas
Que sea el punto 4 no quiere decir que sea menos importante. De hecho, en cuanto al concurso en sí se refiere, es el más importante de todos.
El tema, el límite de palabras…
no están ahí para obligarte a escribir. Recuerda que es un concurso, hay unas
normas a las que tienes que restringirte. Si por lo que sea te sales de ellas…
guarda tu obra para otra ocasión. No intentes enviarla por si cuela. No
transformes una escena en Nueva York en otra que sucede en Santillana del Mar, porque se notará. Si te obligan a enviar tu historia en Times New Roman 12 con interlineado
sencillo, escríbela con la tipografía que quieras pero cámbiala antes de
enviarla. Hay concursos que reciben cientos de manuscritos: estarán encantados
de quitarse algunos de encima sin tener que leérselos porque no cumplen las
bases.
5. Cuida la presentación
Justifica, pon sangrías, haz que tu texto sea legible y que dé buena impresión. Recuerda también que no todos
los concursos permiten el envío por correo electrónico. En algunos aún exigen
correo ordinario y con varios ejemplares del manuscrito, así que asegúrate de
que haces todas las copias necesarias y las encuadernas correctamente. Nada de
papel arrugado o manchado. La imagen que das como escritor no solo está en el
cuidado de la ortografía. Eso también tienes que tenerlo en cuenta si…
6. Te piden una biografía o historial de autor
Limítate a contar todo lo que
hayas hecho relacionado con el mundo literario: publicaciones, colaboraciones,
proyectos (serios, se entiende), si tienes un blog o has ganado o sido
finalista en un concurso antes. Puedes dar algunos datos de tu vida personal si
quieres (tu edad, estudios o profesión), pero no escribas una telenovela sobre
tu existencia intentando dar lástima ni haciéndote pasar por el nuevo Cervantes.
Céntrate en lo que te están pidiendo, nárralo si quieres para que no parezca
una enumeración (en eso te puede ayudar este artículo de Gabriella Campbell),
pero no te vayas por las ramas.
7. Sobre todo, no te desanimes
No vas a ganar todos los concursos a los que te presentes. Lo más seguro es que al principio ni siquiera te seleccionen. O sí. Igualmente, pase lo que pase, no te desmotives. Recuerda que lo haces para
escribir y hacer hábito. Engrosar tu currículum literario viene después. Y
muchas veces el premio no depende de la calidad de las obras sino de los gustos
de los jueces (si les gusta la novela negra, probablemente tu relato sobre
hadas pasará sin pena ni gloria). O de que de 200 obras presentadas, hay 10
mejores que la tuya. O más comerciales (a veces es eso lo que se busca). Si
estás contento con lo que has escrito porque es la historia que querías contar,
la has corregido, ha pasado por lectores 0 y la has vuelto a corregir y crees
que es lo mejor que has podido escribir en ese momento, no te desanimes. A lo
mejor tienes que darle otro enfoque o volver a corregir. O quizá no tenga que
ver contigo (ojo, no digo que no tengas que hacer autocrítica, solamente que no
tires la pluma).
«Vale, creo que hasta me he motivado sin mirar ningún
concurso. Pero si quisiera presentarme a alguno, ¿dónde los encuentro?»
Pues verás, hay editoriales y
revistas literarias que hacen concursos, y también existen páginas donde
recopilan muchos certámenes literarios. Aquí te dejo unas cuantas para que les
eches un vistazo.
PD1: Si quieres más consejos
sobre concursos literarios puedes visitar estas páginas:
* Falsaria
PD2: El NaNoWriMo, aunque no es un concurso, es un gran reto para darte ese empujón que necesitabas. Y lo mejor, sirve para crear hábito. Aunque se realiza en noviembre, se hacen varios "camps", uno de ellos en abril (el otro creo que en julio). ¡Así no tienes excusas para no ponerte a escribir!
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