Blog de literatura fantástica

jueves, 7 de abril de 2016

~Canción de Hielo y Fuego~ Doce escenas para ilustrar (Parte I)

Hace unos meses, EnriqueCorominas, ilustrador de la saga Canción de Hielo y Fuego en España (entre otras cosas) planteó esta pregunta en Twitter:

Varios le contestamos y aunque las propuestas no eran completamente idénticas (eso hubiera sido un auténtico milagro), sí que coincidían en algunos puntos esenciales. Y yo me quedé pensando, ya más pausadamente, cuáles serían las escenas que mejor retratarían o resumirían la saga y sus personajes hasta ahora. Es complicado, y lo será aún más cuando se publiquen los dos libros que quedan, pero una hace lo que puede.

Al final decidí escoger distintos momentos protagonizados cada uno por personajes distintos, porque creo que una de las maravillas de esta saga es que cada uno de ellos puede ser protagonista y esencial en un instante en particular de la historia. Sería un tanto injusto centrarnos solamente en unos pocos cuando tenemos unas novelas plagadas de personajes memorables; llenos de grises, de ambiciones, secretos y sentimientos que los hacen errar y, a veces (bastantes, en realidad), morir. También he decidido centrarme en escenas que transcurren durante o en un tiempo cercano a las novelas, porque si nos remontamos a los tiempos de Aegon el Conquistador no habría manera de escoger.

No creo que sea necesario, pero como quien avisa no es traidor, advierto que esta entrada está plagadita de spoilers de los libros. De los cinco que hay publicados. Absteneos, infieles.


I. Arya, Jon y Aguja.

Quería empezar por algo suave. Uno de esos momentos tiernos que te atenazan el corazón cuando has recorrido mil páginas más y echas la vista atrás y aunque lo deseas, sabes que no se repetirá.

Jon está a punto de marcharse al Muro y Arya está rehaciendo su baúl para partir hacia Desembarco del Rey. Justo antes de irse, Jon va a despedirse y le hace entrega de una espada muy especial, hecha justamente para ella: pequeña y ligera, perfecta para una niña de nueve años. Es un momento íntimo, lleno de complicidad entre ambos hermanos: el bastardo que pertenece a medias a la familia y la niña que no quiere ser una dama, ambos con el pelo y los ojos oscuros, rasgos típicos de un Stark. Aunque la escena es emotiva en sí, adquiere un mayor significado conforme vamos avanzando en la historia. Es la despedida de Jon de su familia, una familia con la que muy difícilmente volverá a encontrarse y por la que tendrá numerosas dudas en un futuro. Y al mismo tiempo, es el inicio de una serie de acontecimientos: el incidente con Joffrey de camino a Desembarco; el entrenamiento de Arya a cargo de Syrio Forel; la pérdida de Aguja cuando la llevan a Harrenhal; su recuperación cuando mata a Polliver y Cosquillas junto con Sandor Clegane; su incapacidad de olvidar quién es cuando entra al servicio del Dios de Muchos Rostros, escondiendo a Aguja para que no se la quiten como ocurre con el resto de sus pertenencias.

Aguja está íntimamente ligada a la historia de Arya y una parte de nuestro corazón ansía que estos dos hermanos vuelvan a unirse antes de morir.

Arya y Jon según Jenny Dolfen

II. La muerte de Ned Stark.

Es la escena contrapunto a la anterior y la que marca claramente un cambio radical en el devenir de la historia. Aunque el momento «las cosas que hago por amor» ya lo anuncia, la muerte de Ned supone la certificación de que estamos ante una saga donde nadie está a salvo, por muy principal, protagonista y querido que sea un personaje.

Martin nos muestra a través de los ojos de Arya una escena en la que aún hay lugar para la esperanza, donde Sansa sonríe, el Septon Supremo llama a la misericordia e incluso Cersei, una de las más damnificadas por la «traición» de Eddard, acepta que éste vista el negro. A pesar de la humillación por tener que declararse un traidor, a pesar de las piedras que el público le tira cuando así lo anuncia, todavía hay un hueco para creer que ahí acabará todo. Y entonces, por si acaso se nos había pasado por alto la crueldad de Joffrey, decide pasar de todo el mundo y decapitarlo con su propio mandoble, Hielo.

Sin duda es un momento clave en Canción. Sus consecuencias no se hacen esperar: Robb es nombrado Rey en el Norte y clamará venganza por la muerte de su padre, Sansa se queda sola en Desembarco a merced de Cersei y Joffrey y Arya se ve obligada a huir y hacerse pasar por un chico para pasar desapercibida en su camino hacia el Norte. Los Greyjoy también aprovecharán para rebelarse de nuevo y Poniente tendrá guerra en casi todos los sitios posibles.

Se puede hablar mucho sobre la violencia en Canción de Hielo y Fuego y la cantidad de muertes que hay. Pero cuando hablamos de personajes importantes, sus muertes no son gratuitas ni inútiles, sino que dan lugar a grandes cambios que hacen que sigamos sorprendiéndonos.

Ilustración de Robert Ball

III. La quema de los Siete.

No se puede negar que la Mujer Roja y su Señor de la Luz son de los elementos más intrigantes que encontramos en Canción y cuyos secretos aún siguen ocultos tras todo lo que hay publicado (a falta de leerme El Mundo de Hielo y Fuego, que aún no he podido echarle el guante). ¿Qué pretende Melisandre? ¿ La magia de R'hllor (Rolón para los que no se acuerden de cómo se escribe) es real? ¿Azor Ahai será real? ¿Por qué en un principio es Stannis?

Preguntas, preguntas y más preguntas es lo que hay alrededor de la sacerdotisa roja desde que aparece en el prólogo de Choque de Reyes. Pero es en esta escena donde por primera vez escuchamos el nombre de Azor Ahai, el Guerrero de la Luz, aquel que sacará del fuego una espada llameante cuando la oscuridad cubra el mundo. Stannis extrae una espada en llamas de la hoguera formada con las figuras de los Siete en el patio de Rocadragón. Es el inicio de una extraña alianza, que podemos comprender por la parte de Stannis pero no llegamos a hacerlo del todo por parte de Melisandre. También es una escena donde contemplamos el fervor religioso por parte de Selyse, la esposa de Stannis; la frialdad de éste; el miedo de sus vasallos; la prudencia de Davos. En unas pocas páginas descubrimos las características esenciales de unos personajes que nos acompañarán durante los siguientes libros y también asistimos a uno de los misterios más interesantes de la saga: R'hllor y el poder del fuego y su sacerdotisa.

Melisandre quemando a los Siete en Rocadragón según Magali Villeneuve

IV. El enfrentamiento de Vado Rubí.

Aunque por entonces no se llamaba así. Era un sitio cualquiera en el Tridente que cambió su nombre una vez Robert Baratheon esparció los rubíes que cubrían la armadura de Rhaegar Targaryen cuando la maza le impactó en el pecho.

No es un hecho que ocurra en sí mismo en el tiempo en que se narra Canción de Hielo y Fuego, pero sí que es un acontecimiento muy cercano, que se menciona en diversas ocasiones y que además fue crucial a la hora de decantar la balanza a uno u otro lado en la Rebelión. También se puede entender como la culminación de una historia digna de telenovela de la que tenemos solo unos pequeños trozos y que ha dado lugar (y lo sigue haciendo) a una (o varias) de las teorías más interesantes de esta saga.

Y por si fuera poco, creo que todos tenemos en la mente un combate de proporciones épicas. ¿Quién no querría tener incluso una secuencia de imágenes de este enfrentamiento?

Robert Baratheon vs Rhaegar Targaryen según Mike S. Miller

V. La batalla del Aguasnegras

En Choque de Reyes y tras perdernos la batalla del Bosque Susurrante, ya que el PoV lo tiene Catelyn, todos teníamos ganas de llegar a la narración de una buena batalla, y la del Aguasnegras no decepciona. Contada a través de Davos, Sansa y Tyrion, Martin nos muestra desde muchos ángulos una lucha en la que no tenemos muy claro quién queremos que sea el ganador. ¿Stannis, de modo que Cersei, Joffrey y todos los pendejos de la Guardia Real pierdan la cabeza o cuelguen de alguna muralla? ¿O Tyrion, que al fin y al cabo es uno de los personajes más queridos, que se ha currado la defensa de Desembarco y que de ninguna manera queremos ver muerto?

Davos nos hace sentir la tensión previa a la batalla, busca trampas y evalúa los movimientos de la flota Lannister. Tyrion intenta controlar la situación y llevar a sus hombres a la victoria; él, que apenas es considerado un mediohombre y que acabará ganándose el respeto con la victoria. Asistimos al miedo atroz que tiene el Perro al fuego y que le hará renegar de todo y todos. Creo que es aquí también cuando empezamos a ser conscientes de que Cersei no está del todo cuerda, además de su notable devoción por el vino. Lo bueno que tienen estas situaciones extremas es que nos ayudan a ver los instintos más primarios de los personajes: el miedo, la locura, la lucha por sobrevivir.

En toda la saga, el hecho de tener capítulos cortos con el punto de vista de un personaje en concreto ayuda a mantener la atención del lector, pero me parece que en este tipo de escenas además es una gran ayuda para tener diversas perspectivas. No sólo por saber qué ocurre en distintos momentos y lugares de la lucha sino también porque nos traslada una constante en estos libros: que no hay malos ni buenos, solo hay personas con aspiraciones diferentes. Tyrion y Davos hacen lo que tienen que hacer aunque luchen por bandos opuestos, y eso hace que el lector se implique mucho más que si directamente tenemos personas buenas y malas.

Lo cierto es que es una batalla muy emocionante y que ya tiene una ilustración que creo que transmite muy bien el terror verde del fuego valyrio y el caos que supone un enfrentamiento así.

La batalla del Aguasnegras según Enrique Corominas

VI. La batalla del Puño de los Primeros Hombres

Así comienza Tormenta de Espadas, con uno de los prólogos más espeluznantes de las cinco novelas. Los capítulos que abren cada libro suelen estar dotados con un extra de magia y misterio. En Juego de Tronos, la muerte de Ser Waymar Royce a manos de los Otros. En Choque de Reyes, la muerte del maestre Cressen con su propio veneno, destinado en un principio a Melisandre sin que a esta le haga ningún efecto. Y en este tercer volumen, asistimos a los planes de deserción de unos cuantos miembros de la Guardia de la Noche justo antes de que suene el cuerno una, dos y tres veces.

—Tres —chilló, dirigiéndose a Chett—, han sido tres, he oído tres. No han tocado tres nunca. Jamás, en miles y miles de años. Tres significa...
—Los Otros.

Muchas páginas tienen que pasar para que lleguemos al relato de esta batalla, relatada por Sam, apenas un atisbo de la lucha que se libró en el Puño. Los espectros atacaron, inmunes a las armas excepto el fuego, y los hombres cayeron, levantándose de nuevo con un fulgor azulado y frío. Más de dos tercios de los hermanos juramentados que se hallaban allí perecieron y el resto huyeron mientras el ejército helado los perseguía y los mataba uno a uno. Samwell, cansado y a punto de dejarse morir sobre la nieve, recuerda los gritos y las órdenes de ataque y de retirada, de terror y de muerte. Grenn y Paul el Pequeño intentan evitar que se quede quieto sobre el manto blanco cuando son atacados por Otro. Sam hace notar ciertas diferencias entre este y los espectros. El Otro mata a Paul y Sam lo atraviesa casi por casualidad en la garganta con la daga de vidriagón que Jon había encontrado antes de irse con Qhorin Mediamano en un fardo enterrado en la nieve.

Lo mejor y lo peor de esta narración es que es bastante sesgada, ya que Samwell no estaba en el fragor de la batalla, sino al lado de los cuervos, así que oye más que ve y perdemos mucha descripción. Pero por otro lado eso hace que el lector tenga que imaginarlo todo, y muchas veces eso es bastante mejor que lo que podamos leer. No obstante nadie hace ascos a una buena ilustración, sobre todo si puede ser tan épica como la de este momento en el que la Guardia se ve mermada por completo y superada por unas fuerzas para las que no estaba preparada para enfrentarse.

La batalla del Puño de los Primeros Hombres según Kay Huang (zippo 514)


¡Y esto es todo por hoy! Para leer la segunda parte podéis pinchar aquí. ¿Apuestas para ver qué escenas aparecen? Quizá ponga una encuesta al final, ¿os gustaría?

4 comentarios:

  1. Gran selección de escenas (y preciosas imágenes), coincido contigo en la mayoría. Es que realmente es imposible quedarse con solo un puñado de la gran cantidad de momentos épicos de Canción (como el combate entre Oberyn y La Montaña) ^^

    ¡Nos leemos!

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    1. Es muy muy complicado. Al principio hice una lista enorme y tuve que ir reduciendo, claro. Me alegro de que te gusten ^^ ¡Besos!

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  2. Hola :) Que interesante y la verdad que complicado, hay tantas miles de escenas que tienen vida en nuestras mentes como lectores de esta grandiosa saga. A mi me gustaría ver a Arya por la Casa de Blanco y Negro, ver la escena de Sam el mortífero, a Oberyn en plena acción contra la montaña, una Cersei con su paseo de la vergüenza, a Euron haciendo resonar su cuerno y alzarse, a Tyrion en el nido de águilas,...uf, creo que podría seguir toda la mañana, ya paro XD Espero votación en la siguiente entrada. Un besin^^

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    1. Habrá votación, a no ser que esto haga alguna cosa rara, que tampoco me extrañaría XD La verdad es que gracias a los calendarios tenemos muchas imágenes de gran calidad para babear a gusto. ¡Pero somos unos insaciables y siempre queremos más! Espero que te gusten las de la próxima tanda. Un saludo ^^

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