Blog de literatura fantástica

  • Cazadora de sueños

    En Libros Prohibidos podéis leer este relato corto de fantasía oscura. ¡Felices sueños!

  • El pasado es un cazador paciente

    A caballo entre lo onírico y lo distópico El pasado es un cazador paciente es una historia inquietante y evocadora a partes iguales.

  • Días en reflejo

    Un relato corto sobre los pequeños lastres que vivimos las mujeres a diario. Se lee en 10 minutos.

  • Izahi, a tus hijas

    Las izahikaris viven en comunión con la tierra, pero Saha anhela ir más allá, al mundo prohibido bajo las olas. Atrapada entre sus deseos y sus obligaciones, el miedo le impide encontrar la salida. Izahi, a tus hijas, habla de la amistad y del camino para encontrarse a una misma. ¿Será capaz Saha de desafiar las normas para conseguirlo?

  • "El Mar del Sepulcro"

    Ige es diferente. Su mejor amigo ha muerto por ser diferente. ¿Conseguirá encontrar un hogar al otro lado del mar? ¿Podrá convivir con Olu, la inteligencia artificial que odia y siempre la acompaña?

Mostrando entradas con la etiqueta Polémica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Polémica. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de diciembre de 2016

¿Qué quieren leer las mujeres? La guía definitiva



Quizá has llegado aquí siguiendo la estela de este titular tan alucinante y sensual. O quizá seas un loco que me lee habitualmente (en cuyo caso, ¡GRACIAS!). Tanto en uno como en otro caso, antes de comenzar tengo que advertirte…



Estás ante uno de esos artículos que te prometen la verdad absoluta con luces de neón y te acaban dando una palmadita en la espalda y un fuerte dolor de cabeza. Vamos, como el 90% de los artículos que encuentras en blogs como este o en periódicos. Pero los míos los puedes leer, quizá te rías. O no. El caso es que:
1. No voy a hablar sobre qué quieren leer las mujeres.
2. No existe una guía definitiva para nada, ni siquiera para montar los muebles de Ikea.
3. Voy a hablar de lo que a mí, como lectora y mujer (hasta donde yo sé, sigo pensando que orinar de pie tiene sus ventajas) me gusta leer. Si después de eso quieres extrapolar a tres mil millones de personas más yo no me hago responsable (tampoco me responsabilizo de los posibles traumas que este artículo pueda causar).

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Abusar tiene consecuencias


En un principio no iba a escribir este artículo porque total, Rocío Vega ya lo había dicho (casi) todo en su momento. Pero luego recordé a Concha Perea hablando de roles de género, junté ambas ideas en mi cabeza, y ¡pum! se convirtió en chocapic esta entrada que lees.

Hace mucho que leo, mucho que leo fantasía y mucho que leo fantasía adulta. Al mismo tiempo, hace muchos años que escribo relatos, que tengo ideas para novelas, incluso algunas que llegué a abandonar. Y en todo ese tiempo apenas había sido consciente o me había planteado cómo se utilizan los personajes femeninos en algunas historias para que la trama avance o cómo se caracterizan para que no sean simples floreros. De personajes femeninos ya hablé y hablaron muchos colaboradores hace unos meses y sobre tests tiene un extenso análisis Cuervo Fúnebre, así que no me extenderé mucho en esa parte e iré al grano.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Las etiquetas de Schrödinger


¡Hola! Hoy quiero daros mi opinión sobre las etiquetas. Esas etiquetas que son buenas y malas a la vez, que cuando acabas de ponértelas estás tan cómodo y al rato te empieza a picar todo como si hubieras estado limpiando paraguayos todo el d…


«Señora sierpe, ¿de qué está hablando?»

«Pues de etiquetas…»

«…¿de ropa?»

No, no, os explico. ¿No os ha pasado nunca que estáis tan contentos con el último libro que os estáis leyendo hasta que viene alguien y os dice que cuándo vais a leer cosas de verdad y a dejar esas dragonadas para niños? En ese momento haces como que te pica todo y empiezas a rascarte con tal de no soltarle alguna bofetada a tu interlocutor, o como mínimo, a morderte la lengua.

miércoles, 6 de julio de 2016

Tú me das veneno: ¡Booktubers! ¡Booktubers everywhere!


Booktubers, booktubers… parece la palabra de moda. Raro es el día en las últimas semanas que no se cruza en mi timeline de twitter. Hace tiempo que tenía ganas de escribir una entrada al respecto (otra, en realidad, ya que hace unos meses publiqué mi opinión sobre los comentarios hacia los booktubers en cierto programa de televisión). Por entonces me centré en algunos booktubers en particular (los que mentaban en el susodicho programa), pero esta vez quiero hablar del «fenómeno booktube» en general, y supongo que será una opinión muy impopular ya que todo el mundo va a salir escaldado.


La palabra booktuber últimamente se está convirtiendo en un término peyorativo y, aunque no me extraña, no por ello me entristece menos.

Booktube, como todo, empezó siendo algo espontáneo que se viralizó hasta convertirse en una vasta comunidad que se nutre de una misma pasión: los libros. Igual que en instagram algunos comparten lo que comen y otros en twitter lo que hacemos a cada minuto del día (reconozco mi pecado), era de esperar que se empezaran a compartir también las compras y lecturas. ¿Acaso los blogs de libros son nuevos? Para nada. Algunos acumulan miles de suscriptores tras muchos años de dedicación. Pero booktube es un cambio de formato interesante que permite una mayor proyección y es más atractivo para el público (¿cómo, si no, habría funcionado tanto la televisión?). Se entiende, entonces, que su explosión haya sido mucho más contundente y que el negocio y los medios de comunicación hayan acudido mucho más rápido.

Porque sí, reconozcámoslo, de booktube se hace negocio. No todos, por supuesto, pero de eso hablaré después. Los booktubers atraen público. Un solo vídeo de un booktuber «famoso» puede tener miles de visualizaciones (decenas de miles, incluso). Aunque no todas las visitas sean únicas, solo hay que imaginar la cantidad de gente que puede haber visto uno de esos vídeos para entender por qué las editoriales han metido mano en esta comunidad. Que cientos (o miles) de personas oigan hablar de un libro incrementa sus ventas, y eso  a las editoriales les interesa. Y que ahora vengan algunos a decir que no les pagan. Si ahorrarte una media de unos 60€ al mes (suponiendo que reciban 3 envíos editoriales, y en algunos casos creo que me quedo corta) no es un pago, que me trasladen de dimensión. 

«Pero, Dalayn, Laura, como te llames (sé que es complicado, yo también me lío a veces), esto no es una opinión. ¿Dónde está la chicha? ¡Que yo he venido por la sangre!»

Vale, vale, ya me meto en faena. Antes he dicho que booktuber estaba empezando a usarse peyorativamente, hay muchas críticas al sector y también, cómo no, defensores acérrimos. Como a mí lo que me gusta es tocarle las narices a todo el mundo, voy a comentar algunos aspectos positivos y negativos, y así todos felices y nadie contento.


Los booktubers fomentan la lectura

Eso dicen los medios. Esos medios que de repente parecen interesadísimos en el tema de la cultura y la lectura, cuando se la han pasado por el forro del taparrabos todos estos años. O más bien, que se han dado cuenta de que esos jóvenes que mayoritariamente participan en la comunidad booktuber van a pasar de ellos (igual que hacen ahora) con el paso de los años (y aun así los siguen tratando con condescendencia, muy inteligente). Las entrevistas y la propaganda que ha surgido alrededor me parece un intento de decir «eh, que nosotros también existimos y nos interesa hablar de libros». Ja. ¿De esos libros que se meten con embudo a los 14 años y que harán que se odie la lectura por toda la eternidad? Si algo han conseguido los booktubers (y por lo que los medios y otra gente los envidian) es conectar con el público, unir amantes de la literatura (con minúscula, no sea que alguien se ofenda) y crear otros nuevos.

Sin embargo, no creo que la importancia esté tanto en fomentar la lectura como en consolidarla. Los jóvenes somos el sector de población que más lee según la "Encuesta de hábitos yprácticas culturales en España de 2014-2015". Creo que el objetivo debería ir encaminado a crear un hábito de lectura para que esa tendencia a la baja en años sucesivos sea cada vez menor. Porque leer un libro al año no es tan complicado, ¿o sí? Tener una comunidad con la que compartir tus lecturas, comentarlas, jugar con ellas, ayuda a crear este hábito. Canales como TheSpoiler Club, que proponen un libro al mes para luego comentarlo en un videopodcast, creo que incentivan mucho este hábito lector.

Ahora bien, esto de fomentar la lectura tiene su parte negativa, y es que los booktubers, en general…


✘No son críticos

Ni creo que muchos lo pretendan (otros sí, siempre tiene que existir el listo de turno). Sin embargo, parece que sobre ellos pende el peso de la responsabilidad por tener tanta gente pendiente de lo que dicen o dejan de decir. Es decir, que deberían ser críticos y reseñar libros del más alto nivel porque, si aman la literatura, eso es lo que deberían fomentar. Yo por ese aro no paso. Cada uno es libre de leer lo que quiera. Que la literatura basura y consumista existe es una realidad y que su calidad sea altamente dudosa no quita que pueda gustar.

Ahora bien, entiendo que si uno se las da de lector asiduo, aunque no sea un crítico literario, sí que se le supone cierto criterio (que puedes compartir o no, que eso también es subjetivo). Es deseable, por tanto, que quede reflejado ese baremo lector en sus reseñas para señalar, entre otras cosas, que por mucho que un libro se pueda devorar en pocas horas, este puede mostrar una romantización de una relación tóxica, puede tener un Gary Stu o Mary Sue de protagonista, puede haber partes incoherentes o utilizar un deus ex machina como resolución del conflicto. No es fácil, pero cuando te gusta leer y lees mucho, este tipo de cosas caen por su propio peso.

Además, si uno lee y aprende a fijarse en estas cuestiones, uno se vuelve cada vez más crítico con sus lecturas y estas y las de sus lectores evolucionarán. Creo que de cara al objetivo que marcaba anteriormente de consolidar lectores, esto también es muy importante. Las personas evolucionamos, nuestras vivencias e interacciones nos hacen madurar, lo que nos gustaba de jóvenes no tiene por qué gustarnos de adultos (y no me refiero a género o literatura juvenil en concreto). Que nuestras lecturas y nuestra manera de entenderlas evolucione es natural. Que esto no se produzca implica que de repente te deje de gustar lo de siempre, donde estabas cómodo y feliz, y dejes de leer, porque lo demás te resulta ajeno.

Entonces que a algunos no les extrañe la "criminalización" al lector joven. No se produce (solo) porque no lea. Sino porque parece que, en general, solo lee basura (o lo que algunos consideran basura, que los límites no suelen estar claros y son muy subjetivos) o la misma historia con nombres distintos. Reseñas tipo «me ha encantado porque mirad qué bonita es la portada y el personaje X me encanta porque es superguapo y tiene frases superbonitas por eso mirad cuántos post-its he puesto» tampoco ayudan a mejorar la visión que hay del panorama. Pero esto no pasa solo en booktube. En los blogs también. Y es que no hay que perder de vista el punto inicial, y es compartir tus gustos y libros con los demás. Un mínimo de objetividad, análisis y profundidad son altamente deseables (y, creedme, hay muchísimos ejemplos de gente que así lo hace, que se lo trabaja y que, aunque no haga una crítica como la podría hacer un profesional, demuestra las ganas y la dedicación que le ha puesto para que su opinión tenga unas bases objetivas), pero no exigibles, aunque estamos en nuestro derecho de lamentarnos porque una herramienta tan potente parezca quedarse a medio gas. ¿Algunos vloggers pierden la imparcialidad cuando hay editoriales de por medio? Seguramente algunos lo hagan. Aun así, hay que tener en cuenta que hay booktubers para todo, y los hay que comentan cualquier tipo de libro y no tiene por qué ser una novedad editorial. El conde Lucanor, el Quijote o la obra de Lovecraft; acercar estas obras a un público mayoritariamente joven es algo por lo que muchos profesores pagarían, y bien por falta de tiempo o de ganas, no pueden conseguir ellos mismos.

Y si (algunos) no son críticos (o no tanto como quisiéramos), es porque también...



Son personas

Sí, yo también espero que me den un premio Nobel por este descubrimiento. ¡¡Los booktubers son personas!!

«Buah, qué estupidez, eso no es nuevo.»

Vale, no me van a dar el Nobel. ¿Pero sabías que las personas tienen gustos diversos y concepciones diversas de la realidad? ¿Que la gente se equivoca? ¿Que, al final, somos sentimientos y tenemos seres humanos?


«¿Y eso qué quiere decir?»

Quiere decir que detrás de cada vlogger hay un individuo que echa sus horitas en generar contenido, un contenido que atrae a cientos de usuarios y que eso, nos guste o no, tiene un valor. Eso no implica que estén exentos de ser criticados, de que tengan cosas que mejorar (puesto que ya hemos dicho que se equivocan) o de que no nos guste su manera de reseñar. No voy a negar que algunos me parecen sacados de un anuncio, que me suenan artificiales y rimbombantes y parecen intentar vender aquello de lo que están hablando, cuando yo solo quiero escuchar una reseña (y me pasa igual que cuando voy a comprar zapatos y se me acerca la dependienta sin haberle preguntado, que me doy media vuelta y me largo). Pero eso ya es una opinión muy personal (si os pasa lo mismo, consejo: no los sigáis, no los veáis, nadie os obliga). Pero también me gustaría que algunas de las críticas que he visto últimamente estuvieran fundamentadas y fueran más allá de la gratuidad y el insulto.

Sobre la generalización hablaré después, porque antes quiero fijarme en otro aspecto de este inusitado hecho de ser persona y en ese primer objetivo de booktube que era compartir intereses. ¿En qué momento los libros dejaron de ser los protagonistas para pasar a serlo las personas que hablaban de ello? Es cierto que el vídeo es más cercano que el medio escrito porque te permite oír la voz y ver las expresiones de la gente, puede ser más espontáneo, y eso crea una conexión mayor y una creencia de que se conoce a la persona que estamos viendo. Y digo creencia, porque sinceramente dudo que se pueda conocer a alguien a base de ver vídeos suyos. Te puede caer bien por sus opiniones, por anécdotas que ha contado, por su forma de hablar... ¿Pero idolatrarlos hasta el punto de robar cuentas de twitter porque los han criticado? Y por otro lado, ¿permanecer en silencio cuando la bonita comunidad que defiendes está quedando en entredicho?

Perdonad si después de este maravilloso suceso que tuvo lugar hace unos meses piense que lo de fomentar la lectura y crear nuevos lectores no se aplica a todo el mundo. Que hay dos tipos de booktubers: los que mantienen el espíritu de compartir opiniones y la pasión por los libros, que crean interés por títulos que  para algunos pueden ser desconocidos y pueden crear lectores; y los que crean fans y seguidores, incapaces de ser críticos, que parecen haber convertido una afición en un negocio y que están haciendo que haya gente con "vergüenza" de ser llamado booktuber por si lo relacionan con ellos.


Esta devaluación es tristísima. En qué punto se pasa de un extremo a otro lo desconozco. Pero, aun así, las formas con las que se critica al segundo grupo a quien menos benefician es al primero. A ese que se esfuerza por ser visto entre la ingente cantidad de vloggers que existen. Porque eso es lo verdaderamente positivo. Que hay tantos y de géneros tan variados, que si alguno no nos gusta es tan sencillo como pasar a otro. Que con la oferta que existe, si hay gente que decide ver reseñas que en nuestra opinión están vacías de contenido, es más responsable el espectador que el reseñador, y a mí personalmente me da igual lo que busque cada uno. Si algo no me gusta no lo veo, pero insultar me desacredita a mí, no a la parte que estoy intentando criticar. Porque en el fondo, hay mil y una razones por las que una persona elige un canal u otro, o incluso varios. Insultar a los booktubers, así en general, es englobar una comunidad compuesta por miles de individuos con diferentes circunstancias en una definición que en realidad afecta solo a unos pocos. Porque, como siempre, la «cúpula visible» parece abarcarlo todo, y no es así. Hay mucha gente que recién empieza, que tiene un público pequeño, que se dedica a un género en exclusiva y que apenas es visible, digamos, aplastado por el peso «de los grandes». Gente que no busca el negocio sino, simplemente, compartir (aunque hay poco honrosas excepciones que antes de crear un canal ya están pidiendo libros a editoriales, pero ese es otro tema). Y también hay otros que llevan mucho tiempo, con mucho trabajo a sus espaldas, y que siguen siendo fieles a su línea, honestos, que hacen colaboraciones, charlas, y que no se merecen que se los discrimine por el simple hecho de hablar de libros en youtube.

Ahora, además, para terminar de redondear el asunto, se ha puesto de moda publicar libros de booktubers. Adivinad de qué grupo son. ¿Por qué publicar un libro de dudosa calidad si no es por la cantidad de ventas que tienes aseguradas? Luego no queremos que los jóvenes estén criminalizados, pero hay que entender que esto a las editoriales les importa un pimiento, que lo que les interesa es vender. No dudo de que hay booktubers que escriben desde hace tiempo y que el hecho de que tengan un gran público es circunstancial. Que hay vloggers, como gente de todo tipo, que escribe buenas historias y que merecen ser publicados. Pero hay otros que no, y esto está generando una controversia impresionante, y no sin razón. Que sí, que es un negocio, que las ventas de libros comerciales ayuda a que las editoriales se arriesguen con otros de mejor calidad pero que venden menos. Hasta ahí podemos estar de acuerdo. Lo que jode (con todas sus letras), es que nos vendan que esto es el culmen de la intelectualidad, que los booktubers también son escritores y que como leen tanto hacen historias maravillosas. Yo, por ese aro, tampoco paso. Leer mucho no te garantiza ser escritor. Escribir mucho no te garantiza ser un buen escritor. Incluso es probable que un escritor publicado tenga su mejor obra guardada en un cajón. Si hay muchas críticas en este sentido no creo que sea, como afirman algunos, por simple envidia, sino por la desvirtuación de ese objetivo inicial que ya he comentado varias veces: compartir y disfrutar unidos de una pasión, los libros. Parece que se ha sucumbido al método Mejide: hacerse famoso para que te publiquen. A Risto le funcionó muy bien, al fin y al cabo es publicista. A youtubers, en general, parece que también. Pero cuando amas los libros acabas preguntándote si te merece la pena que te lean por quién eres y no por lo que escribes. O, al menos, yo lo haría. Y como se ha dado este «boom» ahora hay escritores preocupados porque también son booktubers. Triste, ¿no?

En definitiva, no voy a negar que algunas críticas estén justificadas, aunque me apena mucho que se haya creado esta especie de burbuja que se agujerea a sí misma. Porque esa es mi sensación, que el germen de esa devaluación del término booktuber procede de la misma comunidad en sí, una comunidad que ahora parece en lucha consigo misma por volver a lo que nunca debería haber dejado de ser. Pero a pesar de todas esas cosas que no gustan, hay muchas positivas, mucha gente que se esfuerza y que hace un trabajo excelente, aunque no sea perfecto. Creo que, en deferencia a ese trabajo, deberíamos dejar de lastrar la palabra, porque en este caso el "no todos" es más importante. Si os gusta un vlogger, dadle visibilidad, compartid su contenido, comentad sus vídeos. No dejéis que no lo intente por miedo a ser incluido en un club exclusivo en el que no ha pedido estar. Lo importante deben ser los libros y no las personas que hablan de ellos. Porque booktube, en realidad, no es (o no debería ser) el negocio que nos quieren vender. Es una pasión que queremos compartir.



jueves, 19 de mayo de 2016

~Videojuegos~ Liyla & the Shadows of War


Hoy solo te voy a robar un poquito de tu tiempo, no quiero extenderme mucho. Voy a salirme un poco de la temática del blog para recomendarte un "videojuego": Liyla and the Shadows of War. Y digo que voy a salirme de la temática porque no es de fantasía (ojalá lo fuera) y en algunos casos ni siquiera lo consideran un juego (¿eh, Apple?).

Podría pasar por un minijuego de plataformas que apenas va a quitarte 30 minutos de tu vida. Y, sin embargo, va de cómo la vida de centenares de personas puede ser arrebatada en menos de un segundo. Es cierto, no es un juego, es algo más. Su función no es entretener, sino desgarrarte, crear conciencia, remover tus pensamientos y tus entrañas. Desde el primer momento lo hace. Está catalogado para mayores de 18 años. Es violento, aunque no haya sangre salpicando. No es apto para cualquiera, aunque todos deberíamos probarlo. Porque la guerra está ahí fuera y es muy cómodo (no) verla desde un sillón y una televisión.



Liyla condensa los días de ataques continuados a Gaza hace dos años, con una estética y una música que no hacen sino intensificar el mensaje. Puedes instalarlo en tu dispositivo android desde este link  o visitar su web.



martes, 15 de diciembre de 2015

El viaje de Arlo, los niños y la ley del caos y el orden humano


Nos encanta ordenar cosas. El hombre es un ser tan caótico en sí mismo que necesita que el mundo a su alrededor esté ordenado para no volverse más loco de lo que ya está. Este sentido del orden no creo que sea innato en nosotros, sino que nos encargamos de educar a nuestros hijos para que adquieran ese hábito: "¿qué te gusta más?" "¿cuál es tu color favorito?" "¿y el siguiente?" Soy consciente de que las primeras veces los niños te miran con cara de besugo como diciendo que qué pregunta loca es esa. ¡Con lo geniales que son todos los colores, todas las chuches, todas las pelis! Luego les llenas la habitación de cosas verdes y dinosaurios (porque el color verde es su favorito y los dinosaurios su animal favorito) y no entiendes por qué Chris Pratt no se vino a rodar Jurassic World a tu casa.

Obviamente todos tenemos unas preferencias y unos gustos, los niños también, pero ni ellos ni yo estamos muy de acuerdo en que tengamos que decantarnos por una cosa en particular. ¿Por qué una, si lo querríamos todo?  Vale, porque no hay dinero para todo (hola, Santa Claus), pero los niños no entienden de eso hasta que son inculcados en el sagrado arte de los favoritos y las listas (si a eso lo llamamos crecer explicaría por qué en algunos aspectos aún no he crecido).

Aun así, los de las mejores canciones del año, los mejores libros de fantasía transurbanaépica y los memes más graciosos de twitter sigue siendo cosa de adultos. Como la calificación de las películas. Como la calificación de las películas para niños. Y es que nada puede escapar de la ley del orden humano universal. Menos mal que aún no hemos descubierto vida más allá de la Tierra o también tendríamos una lista de "los vecinos alienígenas más guays".

Pues bien, toda esta disertación absurda que probablemente no tenga ni pies ni cabeza viene a que hace un par de semanas fui a ver "El viaje de Arlo (The Good Dinosaur)" y después de verla me enteré de que era de las pelis de "categoría baja de Pixar". ¿Categoría baja según quién? ¿Quién es el encargado de dictaminar qué película de animación está en primera o segunda división? Dejad que lo mire… ajam, ningún niño. Me lo temía. ¿Y las razones? Veamos… "se medirá según la cantidad de referencias que sólo pueda pillar un adulto".

Ah, o sea, que la primera división está formada por películas en las que un adulto puede mirar más allá y/o verse reflejado en algún momento. "Inside Out", "Toy Story", "Up". Supongo que esas están en la categoría alta. Y películas como "El viaje de Arlo" quedarían en esa segunda liga.

Teniendo en cuenta que me he pasado una semana buscando regalos para niños y que las edades recomendadas no se ajustaban a los niños en cuestión, no soy de fiarme de las "clasificaciones para niños hechas por adultos". A no ser que esa clasificación no sea para niños, sino para sentirnos más seguros los propios adultos, o algunos de ellos (y si no que se lo digan a la clasificación de la fantasía y la literatura juvenil como literatura de segunda… vaya, otro motivo para no fiarse de estas cosas).


"El viaje de Arlo" es una película sencilla, llena de colores y de fondos A-LU-CI-NAN-TES. Me reí y lloré y me emocioné mucho más que con "Inside Out", por poner un ejemplo. ¿Que no tiene referencias para adultos? Que algún adulto me informe si considera que ha dejado su huella, que ha hecho esa "gran hazaña" por la que haya merecido dejarla, y si lo ha hecho, que piense cuánto le ha costado, cuánto ha tenido que dejar atrás para llegar a ella. ¿Eso no es una referencia para adultos? Entonces es que necesitamos ser más niños. Si de algo peca "El viaje de Arlo" es de ser un pequeño refrito de otras películas de Disney (de "El Rey León", por ejemplo), algo que para un niño es más difícil de ver. Por lo demás, tiene una sensibilidad tanto visual como emocional que encanta. ¿Qué es sencilla? Sí. Pero a veces en eso está la virtud.

¿Tan egoístas somos que en todo tenemos que tener algo exclusivamente para nosotros para que sea valioso? En "Up" están esos primeros 5-10 minutos demoledores; en "Toy Story 3", ese final de la niñez tan melancólico; en "Inside Out", esa alegoría continua de las emociones y el paso a la adolescencia. Por seguir hablando de Pixar, ¿ninguno hemos tenido problemas con alguien y hemos deseado cosas que se hayan vuelto contra nosotros (Brave)? ¿Ninguno nos hemos sentido excluido en algún momento por ser diferente y hemos tenido que hacer todo lo posible para demostrar que somos igual de dignos que otros (Monsters University)? ¿Necesitamos un letrero de neón que diga "referencias para adultos" para sentirnos identificados con algo?

Creo que debemos tener menos miedo al caos y dejar más de lado las listas y las etiquetas y abandonarnos más, no poner barreras antes de tiempo, porque en muchas ocasiones eso nos hace disfrutar menos de lo que tenemos alrededor. Ver el mundo más como niños, desde la sencillez y el asombro, y a la vez como adultos, desde la experiencia y el conocimiento. Tenemos esa capacidad, aprovechémosla en vez de mirar las cosas de una única manera, intentando averiguar si es mejor o peor que la anterior cosa parecida que vimos.

Maravillémonos en el caos.


martes, 8 de diciembre de 2015

Sinsajo (Parte 2)


Bienvenidos a la enésima edición de "Las películas del hambre": esas cintas que prometen mucho, sobre todo si son adaptaciones, nos deslumbran con el trailer, los actores, la promoción y luego nos dejan más fríos que un témpano de hielo.

Teniendo en cuenta que la protagonista de Sinsajo es la chica en llamas, tiene aún más delito.

Pero empecemos por lo bueno. Con las pelis me muevo mucho entre la apoteosis y la basura. Hay pocas cintas que pueda vanagloriar como la panacea y pocas que directamente diga "ni de coña vuelvo a ver esa bazofia inmunda llena de gusanos". Como mínimo, dan para palomitas, que es lo que le pido al cine: entretenimiento.

Sinsajo (parte 2) da para palomitas, de hecho da para ir un par de veces si las queréis calentitas, no os perderéis mucho. Vale, he dicho que empezaría por lo bueno. Rebobinemos. Eso sí, aviso que hay susceptibilidad de spoiler, si no quieres saber nada de nada de la película antes de verla no sigas leyendo.


Es una adaptación de los libros más o menos fiel, en la misma línea que el resto de películas. Así que los lectores deberíamos estar contentos por esa parte. Los más puristas no, desde luego, pero con este tipo de cosas ya se sabe: no podemos esperar un 100% de los libros. Pero la saga se acaba dignamente, en la sintonía del resto de películas.

También tiene más acción que la parte 1, aunque eso no era difícil. El grueso se concentra en una escena prácticamente al principio, de donde sale la frase más repetida en los trailers, y a mitad de la película, aunque más que acción lo que hay es una tensión continua, muy bien ambientada por la música y la actitud de los actores, lentos, cautos, nerviosos. En ese momento se transmite muy bien lo que el lector siente cuando se está leyendo el libro. Ese burbujeo en el estómago de saberse en peligro, sin saber qué pasará a continuación, ni cuándo, ni dónde, pero sabiendo que pasará.


Y hasta aquí lo bueno. ¿Que es poco? Puede ser. Pero es que la película peca enormemente del llamado síndrome de Peter Jackson: es innecesariamente larga. Y por lo tanto, aburrida a ratos. Los momentos de acción y tensión no acaban de compensar un ritmo lento y pesado que parece venir directamente del Capitolio para que no nos rebelemos.

Eso es precisamente lo que consigue: que no nos movamos. Al menos la primera vez. En los siguientes visionados se aprovechará para renovar el bol de palomitas, como he dicho antes. La película se deja ver, pero no es de las que se te ocurre poner un fin de semana para pasar el rato. Para eso te pones la primera o la segunda, y las dos últimas las ves porque ya que has empezado, te ves la saga entera de nuevo.

No nos movemos porque esperamos algo más. Algo más que esa vacuidad cuando Katniss habla con Peeta, cuando Peeta entra en crisis, cuando se pierden vidas de personajes importantes. Emoción cero. Introspección cero. Ambientación cero. Por ese afán de alargar la tensión se pierden todos los sentimientos que tendrían que intercambiar los personajes. JLaw lo intenta, aunque solo sea con la expresividad de su cara, pero es que de donde no hay no se puede sacar. No sé si es que el doblaje en castellano tampoco acompaña (quizá en VO consiga transmitir algo más), pero es que no dejan espacio para que esos momentos funcionen. Están constreñidos y ni siquiera tienen música que los acompañe. Está todo tan centrado en "la misión" que los personajes son olvidados por completo: están ahí e interaccionan entre sí porque así lo hacen en el libro, porque es una adaptación "fiel", pero desde luego parecen meramente anecdóticos al final de la cinta. SPOILERS: ni las crisis de Peeta tienen importancia real, ni los sentimientos de Katniss hacia él y Gale o su incomprensión de ella misma, ni siquiera la muerte de Prim conmueve. Todo es un engranaje para llegar al final, solo que nosotros esperamos que haya algo más. Pero no lo hay.


La adaptación es fiel, sí, pero han adaptado un libro narrado en primera persona y en presente a una película donde el espectador sobrevuela las escenas en vez de estar tras la cabeza de uno de los personajes, por lo que todo lo que resultaba emotivo al leer queda congelado en la pantalla. Si hubieran hecho el libro en una sola parte, hasta podría entenderlo. Pero si haces dos partes, al menos dales una motivación más que el dinero.

Las dos partes de Sinsajo podrían haberse unido en una sola y habernos ahorrado como mínimo una hora. Si no vas a tratar a los personajes, prefiero algo más directo. Funciona infinitamente mejor. Al menos no te aburres. Al menos el final no se hace tan largo. Si las querían separar para ganar más pasta, en vez de dos horas y pico podrían haberlas dejado en hora y media cada una.



Ni qué decir tiene, además, de que lo que no funciona en el libro no se ha corregido y lo que sí funcionaba se les ha "olvidado" a la hora de filmar y te encuentras  con situaciones medianamente absurdas como no cubrir a un compañero que está luchando cuerpo a cuerpo mientras tienes un arma a distancia o salir a cara (casi) descubierta cuando tienes una tienda de disfraces a tu disposición. Sólo ha habido una cosa que me ha gustado y que no recuerdo que aparezca en los libros, y que ha significado mucho más que toda la palabrería entre Katniss y Peeta.


En resumen, la cinta se deja ver, no es que sea infumable, pero deja mucho que desear salvo en ciertos momentos contados. Quizá haya sido cosa del hype (ya he dicho alguna vez que es peligroso), pero como mínimo la película no funciona bien por sí misma. Se necesita necesariamente la parte 1 para completarla y que los personajes tengan un poco más de peso, porque los han difuminado por completo, y aunque los actores puedan tener parte de culpa creo que es más el guión y la dirección lo que no acompañan y no han dejado que la historia haya brillado como podría haberlo hecho al final. Se centra demasiado en los juegos y lo que consigue es dejar al espectador (y aún más, si es lector) con hambre.

martes, 1 de septiembre de 2015

Tú me das veneno: fallo en el sistema

Hola, lagartijillas.

Increíble, voy a postear dos veces en un mes. Parece que he rejuvenecido y todo. De hecho, de juventud y todas esas "movidas" va la cosa.

Corría el año 2001 cuando se oía esta canción el Caribe Mix…


 Posiblemente por entonces fue cuando comencé a leer Harry Potter (sí, el mago también ha llegado a Poniente, qué creéis). Ahora ya no leo Harry Potter, pero mi cara de embelesada al entrar a la tienda del andén 9 y 3/4 en King's Cross no me la quita nadie. Supongo que lo mismo le pasa a otra gente que lo leyó en su momento, con más o menos edad, y también a los jóvenes de ahora que lo leen por primera vez. No a todo el mundo, claro está. No podemos pedirle a todo el mundo que comparta tus gustos ni tu emoción por algo. Pero para algunos (y supongo que no somos pocos), es importante compartir esos gustos y esa emoción con alguien.


Supongo que así comenzó el movimiento #Youtuber. Si podemos hacer un blog por escrito, ¿por qué no por vídeo? Así nos movemos ahora en el mundo. Las pantallas, las imágenes en movimiento, son un modo mucho más directo de conectar con la gente. Así que, ¿por qué no? Hay blogs de todo tipo, cinematográficos, gamers, literarios, deportivos… Así que supongo que hay un youtuber (o varios) para la misma temática. Y dentro de ellos están los #booktubers: gente joven (y no tanto) que hacen críticas literarias o dan consejos o muestran su emoción por la lectura a través de vídeos. Y no sólo eso, porque eso lo puede hacer cualquiera. Lo importante es que consiguen atrapar a gente, haciendo el vídeo más o menos entretenido o emocionante, de modo que la gente ve el vídeo entero (cosa no tan sencilla) y los sigue y quiere más vídeos. Eso ya no es tan sencillo, y menos hablando de literatura. En un país donde la juventud (y la población en general, no nos vamos a engañar) lee más bien poco, que iniciativas de este tipo tengan éxito y consigan promover la lectura, sobre todo entre los más jóvenes, debería ser un hecho admirable y digno de ser felicitado.

Pues hace unas semanas, alguien oyó hablar de este fenómeno, decidió "indagar" sobre él y hacer un "reportaje" en una televisión pública que se televisó la semana pasada y se hizo viral ayer. Porque tener un sitio en la televisión pública te da un estatus que te permite tener plena libertad de expresión le pese a quien le pese. Esta idea, por supuesto, es más que discutible, sobre todo cuando nos encontramos con alguien que ni ha estudiado periodismo ni tiene las mínimas herramientas para transmitir como los Siete mandan ante una cámara. Y más aún, cuando la presentadora que la acompaña tampoco parece tener tablas como para presentar un programa de televisión. Balbuceos, silencios incómodos, miradas MUY sonadas al chivatillo… Todo parecía como grabado en casa. A diferencia de que los youtubers (y booktubers, que de eso va el tema) parecen ser mucho más capaces en estos aspectos comunicativos y audiovisuales.

La falta de profesionalidad de estas dos personas femeninas (a lo mejor le robo un par de cosas a Javier Negrete, que lo tengo reciente) queda aún más patente cuando se meten en materia y queda constancia de que el susodicho "reportaje" no es más que un burdo trabajo de instituto que parece sacado de un copypaste de la Wikipedia y unos cuantos resúmenes del Rincón del Vago.

Pasaré por alto lo "inquietante", "raro" y "gracioso" que les resulta a ambas el fenómeno youtuber para ir directamente a ciertos comentarios que dan la misma cantidad de rabia que de vergüenza ajena.


De Fa Orozco (aquí su canal: https://www.youtube.com/user/laspalabrasdefa) dijeron que les hacía gracia por su acento, porque claro, es mejicana. Y también era muy gracioso el panel que se había montado detrás de la cámara, con fotitos y portadas de libros y más movidas que tenga en su cabeza.


De Javier Ruescas (https://www.youtube.com/user/ruescasj), escritor, además de booktuber, dijeron que parecía "repelente" y con "mucho ego". Así, tal cual. En la televisión pública. Porque hay que tener mucho ego para hacerse una crítica de tu propio libro. Se ve que en la "investigación" para el "reportaje" no incluía ver vídeos de los booktubers. Ni siquiera informarse un poco. Ni siquiera atender a la presentación de su canal. Javier Ruescas hace críticas de otros libros y da consejos de escritura según su experiencia. También tiene entrevistas y cosas varias relacionadas con la literatura. Y eso sólo viendo los títulos de los vídeos subidos en su canal, lo cual me ha costado apenas 15 segundos. Igual que lo que me costó buscar las editoriales con las que ha publicado sus novelas, ya que según las personas femeninas que presentaban el programa, lo más seguro es que debido a su ego se autopublicara, pues la "reportera" en cuestión había sido incapaz de encontrar editorial alguna, como SM o Montena, que no son precisamente pequeñitas. Pero más allá de los comentarios hechos con ignorancia, están las descalificaciones e insultos personales, que según la "experta literaria", no eran más que comentarios sarcásticos e irónicos, que somos tontitos y no lo pillamos (o eso decía ayer en su cuenta de twitter). Creo que además de pensar que su "reportaje" era todo un doctorado, esta persona femenina también cree que los indignados con sus palabras somos idiotas. Y no, lo que somos es intolerantes con este tipo de ataques gratuitos contra alguien que fomenta la cultura y la lectura. Pero sigamos, sigamos.


De SebasGMouret (https://www.youtube.com/user/channelcoleccionista), el Coleccionista de Mundos, lo primero que dijeron al empezar es que era "otra pieza de mucho cuidao". Pero sólo se atrevieron a poner su vídeo presentación, en el que no aparece, porque era el que estaba mejor. Supongo que los otros ni se los habría visto, y que descalificar aún más a un menor de edad por una televisión pública pues empezaba a rayar los límites de lo permitido. Ah, no, perdón, que se rieron de él porque hacía críticas de Harry Potter. Sí, se rieron de un adolescente por hacer críticas de libros juveniles en su canal de youtube, un canal con 136650 suscriptores en el momento en que lo he mirado, seguramente muchos más de los que ven la cadena pública en la que se emitió el programa. Pero salir en la tele es mucho mejor.

De Mayrayamonte (https://www.youtube.com/user/mayrayamonte) dijeron que mejor que se dedicara a otra cosa, que le pusieran más deberes. Que no podía ser que una chica con 19 años hubiera escrito ya 6 novelas y una trilogía en camino. Que eso debía ser un FALLO EN EL SISTEMA. Ahí, claro está, si no estás ya calentita pues te acabas de calentar. Que va a resultar que los adolescentes que leen y escriben y fomentan la lectura son un fallo en el sistema. En eso se basan nuestros políticos para recortar en educación: dejar gente sin formar, ovejitas que sigan al rebaño viendo Salvame o Mujeres y Hombres y Viceversa. 


De Fly Like a Butterfly (https://www.youtube.com/user/blogflylikebutterfly), además de admirar sarcásticamente su poético alias, dijeron que "es muy optimista llamar biblioteca a dos estanterías mal puestas". Aprovechando que tengo espacio, voy a copiar a la RAE en su definición de biblioteca:

1. f. Institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos.

2. f. Local donde se tiene considerable número de libros ordenados para la lectura.

3. f. Mueble, estantería, etc., donde se colocan libros.

4. f. Conjunto de estos libros.



             También dijeron algo como que la única la razón que le veían al tema de hacerse booktuber era para ligar. Porque los booktubers quedan entre sí, hacen crossovers y cosas así. No digo que no se ligue, pero no, no es el motivo principal. Y si esta gente (y personas como ellas) tuvieran la mente un poco más abierta, verían que no todo en la vida son músculos y sexo para los adolescentes. Los libros también les gustan, y les gustan de verdad. Y gracias a los libros conocen otra gente. Y si de ahí surge algo, pues mira que bien. Pero no, no va la cosa por ahí. Youtube no es un Meetic para adolescentes.


Y ya por último, de Nube de Palabras (https://www.youtube.com/user/Nubedepalabras) dijeron que les gustaba las puntitas blancas del pelo. Crítica 100% objetiva.

De todo ellos, en general, y de todos los booktubers y todos sus seguidores, y de todos los que nos gusta la LIJ (Literatura infantil y juvenil), lectores y escritores, dijeron que "está bien que la chavalada se entretenga. Mientras ven vídeos no se están drogando" o que los libros juveniles no merecen una crítica seria, o que "para que luego digan que los jóvenes no leen. Leen mierda, pero leer, leen".

Y hasta ahí llegó mi santa paciencia, y eso es mucho y, porque ya se acababa el programa y eran 30 minutazos de descalificaciones, insultos y generalizaciones baratas destinadas a reírse de los adolescentes que leen, porque eso no es guay, porque mayormente leen fantasía (o "eso de Tolkien y sus movidas"), y leer fantasía con 14 años al parecer se sigue considerando un estigma. Porque esta gente "se avergonzará de lo que han hecho cuando crezcan". ¿De qué? ¿De fomentar la cultura? ¿De hacer lo que les gusta? ¿De haber conocido a gente y hecho amigos gracias a ello? La vergüenza es que este programa se haya tolerado en una televisión pública. La vergüenza es que no hayan hecho una disculpa pública, sino que además se las sigan dando de entendidas. La vergüenza es que hayan soltado todo eso pensando que nadie las iba a ver "aunque ahora con internet quién sabe". Si llegan a tener 50 años en vez de veintitantos me lo hubiera creído más. Pero da VERGÜENZA, así con mayúsculas, la cantidad de basura que han soltado y que aún creen que está bien dicha y que somos los demás los que nos lo hemos tomado a mal.


Sí, hay mucha mierda en la literatura juvenil. En la adulta también. En la histórica. En la policíaca. ¿Habéis visto las cifras de nuevas publicaciones diarias? (Y no hablo de autopublicaciones). Dan Brown, Cincuenta Sombras de Grey, Crepúsculo, serán best-sellers, pero su calidad literaria es más que discutible. Cada uno es de un género distinto, sus autores son distintos, pero a todos los lee mucha gente. ¿Qué podrían leer algo mejor? Sí. Pero conozco a mucha gente que se ha enganchado a la lectura gracias a esos libros, porque son de consumo fácil. Y ahora no, porque no tengo tiempo, pero en su momento sí que leía libros de ese tipo. Porque de vez en cuando hacen falta libros que sean fáciles de leer para seguir leyendo y no pensar tanto y dejar descansar la mente. Igual que de vez en cuando hacen falta películas de acción palomiteras que sólo sirvan para eso, para unas palomitas. Pero eso no quiere decir que todas las películas de acción sean mierda. Decir eso de un género literario entero, en una televisión pública, conforme está el panorama lector en este país, es algo muy gordo, y me da que no son conscientes de ello. Que el Quijote está muy bien, pero que a un zagal al que no le gusta leer no se lo puedes meter entre pecho y espalda y esperar que salga encantado con los libros. Hay que empezar con libros de su edad. Y si pueden ser con cierta calidad, mejor, por supuesto. Pero si no, con lo que sea, ya irán buscando otras cosas.


Y al hilo de ello, recomiendo mucho que leáis "Los Centinelas del Tiempo", novela corta de Javier Negrete incluida en la antología "Mañana Todavía", que ENTRE OTRAS COSAS empieza hablando precisamente de un adolescente al que no le gusta leer porque lo que lee le aburre. Y esto es un resumen muy burdo de la historia, que tiene muchísimos más matices y críticas de la sociedad actual y es muy recomendable para grandes y  no tan grandes.

Por último, os dejo un artículo de Selene M. Pétalos, escritora junto con Iria G. Parente de la saga "Cuentos de la Luna Llena" entre otros, sobre el Young Adult. http://creandoentredos.com/2015/07/11/young-adult-combatiendo-prejuicios/

miércoles, 5 de febrero de 2014

Mi nido es mío y lo aprovecho cuando quiero



Hace como mil (medio) años que no aparezco por aquí (mal). Pero es que primero una se harta de vacaciones y luego de volver al trabajo y no encuentra una el tiempo ni las palabras para expresar lo bien que está. Cierto es que es un poco cansino sólo ver cómo la gente te cuenta sus desgracias y se calla sus alegrías, pero tampoco es sencillo hablar de felicidad sin parecer cursi o parecer un manual de consejos que generalmente sólo se aplican a uno mismo. Así que como tengo una racha de imaginación 0, bloqueo total, tanto literario como arquitectónico, voy a pasar al tema con el que no he podido evitar volver. Un tema jodido, del que no sé nada, con el que estaré más o menos equivocada y con el que estaréis más o menos de acuerdo conmigo.

Llevo aproximadamente un año tratando de imitar el comportamiento del avestruz: dar la espalda al mundo y meter la cabeza bajo el suelo, cuanto más hondo mejor y esperando que a los gusanos no les dé por cotorrear. Pero a las sierpes lo de dar la espalda no se nos da bien (por qué será) y alguna que otra vez sacamos la cabeza, lo suficiente como para desear que nos la corten en ese mismo instante. Que no es que una prefiera no saber, es que prefiere no cabrearse, o indignarse, o desear poner una bomba en el Congreso, ya puestos. El credo de Arya va subiendo en afiliados y los atentados contra la inteligencia humana se multiplican como Freys: educación, sanidad, aborto, independencia, Eurovegas, terrorismo, corrupción, desempleo, recuperación, movilidad exterior… Y claro, con tanto insulto, el subsuelo se llena de cotillas imitadores de avestruces y no te queda más remedio de enterarte de todo lo que pasa. Pero lo importante es intentar enterarse bien. La Razón, el Mundo, el País, Antena3, Tele5, TVE, el Periódico, el Republicano, el de izquierdas, el de derechas, el de centro, el que es de UPyD y no lo sabe, el profesor, el médico, el arquitecto, el vecino de abajo, el de arriba, el pepero, el popero, el pompero y la madre que lo parió. O todos o ninguno, porque total cada uno va a contar lo que le salga de las narices y la verdad va a estar en todos sitios y en ninguno. Pero como una no vive eternamente, se entera de lo que bien puede, como bien puede y como bien le dejan, y por eso pido disculpas si lo que pueda decir a continuación fuera erróneo y agradecería que me sacaran de mi error (por mi bien y el del mundo mundial).

Me han entrado ganas de escribir esta entrada (que promete ser larga, por si quieres hacerte un café o palomitas mientras tanto) tras ver (o volver a ver, que ya no recuerdo si la vi en su momento) esta noticia. Pero para explicar por qué, tendré que remontarme a 1985. O mejor, a finales de 2013, a un hombre y una ley: el señor Gallardón y la reforma de la ley del aborto. Y para hablar del señor Ministro de Justicia voy a contar lo que pienso yo de este tema.



NO AL ABORTO (sé que no es época de tomates, pero las naranjas no son buenas para lanzarlas, en zumo están mucho mejor). No, no y no al aborto. A partir del momento de la concepción, hay una cosita dentro de ti, fruto de una unión más o menos deseada, pero que al fin y al cabo es parte de ti, mujer,  y cómo no vas a querer a esa cosita, aunque no sea el momento más indicado, aunque haya sido un error, aunque vayas a tener que remover cielo y tierra para que coma él y comas tú, como mínimo. Y si lo quieres, cómo vas a matarlo, cómo vas a quitarle la oportunidad de vivir, cómo vas a quitarte la oportunidad de verlo, de tomarlo entre tus brazos y ver  cómo te mira. Pues no lo sé, no sé cómo lo vas a hacer, pero después de todo esto, mujer, tus razones tendrás, ¿verdad? Yo, y seguro que muchas como yo pensamos así, ¿pero acaso hemos estado embarazadas? ¿Acaso nos hemos visto envueltas en una situación en la que nos hubiéramos planteado acabar con el embarazo? ¿Acaso somos lo suficientemente empáticas para, sin conocer un caso cercano, ponernos en la piel de una mujer en una situación tan difícil y decidir si en su caso abortaríamos o no el periodo de gestación? Yo no. YO NO ABORTARÍA. O sí. No lo sé. No puedo saberlo. No sé en qué condiciones lo haría y en cuáles no.

NO AL ABORTO. Pero esperad. Que yo diga que no, que yo crea que no sería capaz de abortar, no significa que llegado el momento y la situación me planteara hacerlo y quizá dar definitivamente el paso. ¿Que hay alternativas? Claro que las hay. Y claro que las conozco, al menos unas cuantas, y claro que me las plantearía una y otra vez porque NO QUIERO ABORTAR. No quiero quedarme sin mi hijo. Pero quizá, por las razones que sean, no quede otro camino. ¿Qué después me puedo arrepentir? Seguramente. ¿Qué si soy consciente de ello? Por supuesto. Lo más probable, dada la situación, es que pasara noches sin dormir pensando y pensando y pensando. 

NO AL ABORTO. Pero si finalmente decido abortar, ¿qué hago? ¿Me jodo y bailo? ¿No puedo hacerlo porque otra persona que ni se ha visto en mi situación y ni es mujer ha decidido que no puedo? ¿Por qué? ¿Acaso esa tercera persona ha pasado por mi situación? ¿Ha pensado lo que yo he pensado? ¿Le ha dado vueltas a todo una y mil veces como he hecho yo? ¿Ha sopesado todos los pros, los contras, las razones y contrarrazones que yo he visto pasar por mi mente tantas veces que prácticamente me he vuelto loca? ¿Ha llorado y sufrido como lo estoy haciendo?




Pues ahora va a resultar que no. Que no voy a poder decidir porque una tercera persona ha pensado por mí que no puedo hacerlo. Porque soy incapaz de pensar (vaya, con lo que he estado pensando antes, qué contradicción), porque no tengo capacidad de decisión. Porque el hecho de que yo decidiera abortar atentaría contra sus normas morales, religiosas y divinas, aunque probablemente esa tercera persona ni siquiera sepa quién soy y duerma la mar de a gusto y con un fajo de billetes dentro de un sobre debajo del colchón. Porque claro, si aborto, es porque soy atea, puta y gilipollas. ¿Y qué más? ¿Me quedo en casa ya de paso barriendo y fregando mientras mi señor marido gana el sueldo que mantiene la familia y se va de putas antes de llegar al feliz hogar donde lo espero con una mejilla preparada porque he manchado su traje de los domingos de lejía?

Yo puedo pensar que no abortaría pero no puedo (o no debo, vamos) quitarle ese derecho a otra mujer que en unas circunstancias se viera obligada a hacerlo. No puedo quitarme ese derecho a mí misma cuando no sé si en algún momento necesitaré de ese derecho. ¿O acaso tienen que quitar el derecho a becas porque yo no necesito una o no cumplo ros requisitos? Ah, no, que el pan como hermanos y el dinero como gitanos. Para eso sí que renegamos.

SÍ AL DERECHO AL ABORTO. Porque es un DERECHO. No una obligación.



SÍ AL DERECHO AL ABORTO. No al aborto. Al derecho de poder hacerlo. Porque que tenga ese derecho no significa que vaya a ir a abortar todos los meses a la clínica. ¿O es que acaso por tener derecho a huelga nos tiramos todo el día tumbados sin hacer nada? Que lo hagan en el Congreso no significa que el resto de españoles no intentemos levantar el país.

El derecho no implica la subida del número de abortos. El derecho implica que las mujeres tenemos capacidad de decisión y no sólo papis ricos que nos lleven a otro país a que nos lo practiquen. 

Porque el aborto no es sólo cosa de prostitutas, jóvenes con una educación deficiente y excusas por el estilo. El aborto es cosa de mujeres adultas con capacidad de razonar, de pensar, de decidir y de hacer con su cuerpo lo que les salga de los ovarios. El aborto es para católicas, protestantes, ateas, musulmanas, judías, evangelistas, budistas y de la religión jedi si quieren. 

Es un derecho de la mujer, de TODAS las mujeres y por tanto no debería influenciarse por creencias, creíques, penseques y borricadas varias. Y yo me pregunto, ¿por qué la ley no la hacen entre doctores expertos y mujeres que hayan pasado por ese mal trago, mujeres de toda clase y condición, color y religión, que puedan establecer unos límites racionales para un asunto tan delicado? Porque a mí, sinceramente, que el señor Gallardón diga que él no abortaría en caso de feto con malformación me da igual y me dará igual hasta que no vea al señor Gallardón preñado de 8 meses.



No somos tontas, señor Ministro. Y si cree que lo somos, ¿por qué lo somos? ¿Por deficiencia de la familia? ¿Porque la sociedad nos ha hecho así? ¿Porque por tener XX tenemos que tener por definición 50 puntos menos de coeficiente intelectual? ¿Y usted que va a hacer al respecto, prohibírnoslo? Prohibidnos también ir al cine, ya de paso, que total no vamos a entender las películas de Manolo Escobar. ¿Qué pasa, educarnos es demasiado difícil? ¿Educar y concienciar a la sociedad es demasiado utópico? Claro, que te aporree un policía en la cara es mucho más directo, dónde va a parar.

El derecho al aborto debería ir ligado con el derecho a la educación y a la información. A una educación sexual sana. Y no esas charlitas donde una becaria le pone un condón a un plátano y les dice a las «niñas» de 15 años lo que es la menstruación y les da muestras de compresas y tampones para que sepan lo que es. Pero claro, hacer lo contrario significa enseñar a pensar. Y no sólo a las mujeres, a los hombres también. Que las mujeres deciden porque es su cuerpo, pero el gol no se marca si nadie tira el penalti. Y no se trata de educación sexual simplemente. Se trata de educación en el respeto. Pero para respetar hay que pensar y no repetir lo que nos dicen como borricos. Y a la clase política no les interesa que pensemos. Y para eso está el señor Wert y su magnífica ley, cómo no. Que se vea que el Gobierno está unido para jodernos a todos.

Ya no es cuestión de aborto sí, aborto no. Es cuestión de que nos quieren tontos, mansos y obedientes. A todos. Para poder hacer ellos lo que les salga del juanete del pie con nuestros impuestos, nuestra salud, nuestra casa, nuestros hijos, nuestra vida y nuestros sueños.

Pues si ellos quieren hacer lo que les da la gana, yo también.

Porque mi nido (y mis derechos) es mío y lo aprovecho cuando quiero.



Buy Me a Coffee at ko-fi.com

¿Te apuntas a mi lista de correo?

* indicates required
Verificar:

Lo más leído