Vicente se abraza a Amparo y
clava su mirada en los restos de cartón y madera que se deshacen bajo la suave
caricia del fuego. El calor que despide el monumento ardiente templa el frío
que atenaza su corazón. En silencio, les dice adiós. A su gente, su ciudad. No
volverá a verlos hasta el próximo año.
Inspira. Cierra los ojos.
Querría guardarse esa mezcolanza que se produce cuando el olor a pólvora se
combina con el aroma del pelo de Amparo. Pero solo puede llevarse la magia que
se respira y que espera poder alargar hasta su regreso.
Hola :) Me alucina la gente con la capacidad para escribir, y aún más, la que con tan poco puede llegar a transmitir algo. Un besin^^
ResponderEliminarJo, muchas gracias ^^ Me alegro de que te haya gustado. ¡Besos!
EliminarEscribir en primera persona sobre temas personales, individualistas y subjetivistas sugieren un mensaje triste y hasta pesimista. Todos los escritores son un reflejo del mundo en que se desenvuelven, de la clase social a la que pertenecen y de su formacion familiar. Un texto aleccionador por ello.
ResponderEliminar¡Gracias!
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