viernes, 29 de diciembre de 2017
~Reseña~ Las estrellas son Legión, o el amor que guía los mundos
La primera novela de Kameron Hurley en ser traducida al
español no se parece en nada al concepto que se pueda tener de space opera. Desde luego, no es mero
entretenimiento, pero también está muy lejos de un futuro con androides o alta
tecnología con metales alienígenas y luces de neón. En Las estrellas son Legión,
la autora crea un mundo de carne y
podredumbre, donde la muerte y la vida marcan el devenir de sus habitantes
y el futuro de la Legión.
En ese devenir despierta Zan, sin recuerdos, con el único
apoyo de Jayd, quien no le inspira ninguna confianza. Lo único que le dicen es
que estuvo en el Mokshi, una nave-mundo que no debería existir, y que sus recuerdos se quedaron atrapados allí,
una de las tantas veces que marchó. Zan deberá regresar para recuperarlos, y al
mismo tiempo averiguar qué plan tiene Jayd entre manos y qué papel juega ella
en él.
miércoles, 27 de diciembre de 2017
Lecturas que sobrepasarán 2017
Dalayn
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El año pasado por falta de tiempo hice un inciso breve, en facebook, pero este año quería aprovechar para extenderme un poco más.
Ha sido un año muy diferente en el que he estado metida en
muchos proyectos y he escrito bastante (unos siete relatos y dos novelas
cortas, aunque solo esté disponible uno).
También participé como jurado en el I Premio Ripley y estoy muy orgullosa de lo
que están triunfando los relatos seleccionados. Muchos estaban entre mis
favoritos y espero que sus autoras tengan una larga y fructífera carrera,
porque tienen mucho que contar al mundo.
Estando en La Nave
Invisible, no es de extrañar que la mayoría de mis lecturas estén firmadas
por mujeres (un 80% aproximadamente). Como dije en mi artículo
sobre la brecha de género en la literatura, tampoco creo que me haya
perdido nada. Ha habido mejores y peores lecturas, pero en general las he
disfrutado todas y he aprendido de la mayoría. Algunos dirán que tengo poco
criterio, pero yo más bien diría que voy a lo seguro. Bien por la autora en sí,
por la temática o por recomendaciones, suelo elegir libros que creo que me
pueden gustar, y lo cierto es que este año pocos me han decepcionado. Disfruto
mucho leyendo, pero también me tomo mi tiempo, y prefiero invertirlo en algo
que tenga puntos para gustarme y no para pregonar todo lo que está mal en
ellos.
lunes, 18 de diciembre de 2017
Feminismo y anarquismo, de Emma Goldman
Hace una semanas, Lola Robles (que para quien no lo sepa,
es mi
autora adoptada) me propuso acompañarla junto a Kika Fumero en la
presentación de Feminismo y anarquismo que iba a hacer en Barcelona. Entre que
es mi hija adoptiva y que había prologado esta selección de artículos de Emma Goldman, no podía negarme.
Yo no conocía a Emma Goldman ni había leído teoría feminista
más allá de hilos de twitter, así que también era una oportunidad de empezar
con ello y conocer el pensamiento de una
mujer que había vivido tiempos interesantes un siglo atrás.
Antes de nada, adelanto que esta no va a ser una reseña al
uso. No voy a adentrarme en el pensamiento de Goldman (para eso ya están el
excelente prólogo de Robles y la introducción de Bruna Bianchi) más allá que
para hacer notar algunos aspectos que me han llamado la atención. Lo que me
gustaría contar es, sobre todo, las reflexiones que he extraído tras la
lectura.
Para empezar diré que la biografía de la anarcofeminista me
pareció de lo más interesante. Goldman huyó de un padre que constituía la
esencia de lo patriarcal a otro país, trabajó en una fábrica, exigió sus
derechos como trabajadora, fue autodidacta, estuvo en prisión y llegó a ser
considerada la mujer más peligrosa de EEUU. Era una mujer pasional, en su vida y en sus escritos, así lo deja
traslucir la traducción de Esther Peñas. Ansiaba inspirar con sus palabras
y sus actos y no temía ofender a los detractores de su persona y el anarquismo.
Hablaba (y escribía) para aquellos que quisieran escucharla, con vehemencia y
decisión, con un discurso coherente.
Eso me hizo pensar en esa expresión tibia del feminismo que
muchas veces nos impregna (me incluyo), con un verdadero apego a lo
políticamente correcto, intentando que nadie se sienta insultado. Quizá tenemos que pensar más a quiénes nos
importa o no ofender y elaborar el discurso a partir de eso (porque
ofender, lamentablemente, siempre vamos a ofender a alguien). Cuando Goldman
habla del anarquismo, no le importa llamar ignorantes a aquellos que prejuzgan
sin interesarse realmente por en qué consiste el movimiento, porque no les está
hablando a ellos. Su público es otro; uno que quiere, como mínimo, escuchar y
entender, aunque luego no comparta su visión.
Hace unos días apareció un artículo en el que Ursula K. Le
Guin llamaba
a los escritores de fantasía y ciencia ficción a escribir alternativas al
capitalismo. Parecía providencial que hubiera aparecido justo después de
haber acabado este compendio de ensayos, puesto que la propia Le Guin había
imaginado una sociedad anarquista en Los
desposeídos (novela que tengo pendiente, por cierto, y que ahora tengo aún
más ganas, si cabe, de leer). Para los que nunca nos habíamos interesado más
allá de los rumores por este movimiento, Goldman da unas pautas que nos hacen
cuestionar los pilares sobre los que se asienta la sociedad. ¿Y si no existiera
la propiedad? ¿Y si no existiera el Estado? ¿Y si no existiera la institución
del matrimonio? ¿Qué supone realmente la libertad? No digo que de repente
tengamos que incluir el anarquismo en cualquier cosa, pero como escritora de
género me parece interesante que se
cuestione prácticamente todo lo que damos por sentado en nuestra vida.
Más allá de eso, me
fascinó el optimismo y la confianza en la bondad del ser humano que supone
ser anarquista. Si validamos este axioma, el sistema se sostiene y es
realizable. Pero, desde luego, conllevaría una deconstrucción completa de lo
que somos y creemos. Si vemos lejos el final del patriarcado, el final de una
sociedad sustentada en la jerarquía vertical y en la posesión parece aún más
lejano. Sin embargo, hasta yo, que me considero bastante pesimista, he de
reconocer que sin un poco de optimismo no se puede ser feminista. Que si por
creer que la meta es inalcanzable nos quedamos de brazos cruzados, nunca estará
más cerca. Y que, desde luego, si queremos algo, el cambio debe comenzar por nosotras mismas, puesto que nadie nos
lo va a regalar.
El hecho de que Goldman sea más dura con las mujeres creo
que responde al hecho de que su feminismo se basaba en sus convicciones
anarquistas, más que en una revisión del patriarcado como haríamos hoy en día.
Por ello las responsabiliza de su propia opresión, sin tener en cuenta que los hombres también deben ceder en su
privilegio para participar del cambio. Aun así, no deja de ser cierto que
la mujer debe creer en su libertad para acceder a ella, aunque el camino para
desalienarse no debería pasar por un ataque tan directo.
Una de las cosas bonitas de este libro es que invita a ser crítico. No sé si lo
recomendaría para alguien no iniciado en el feminismo, aunque es un buen
antídoto para los que creen en el veneno de un feminismo único. Hay corrientes
muy diversas en el movimiento y no tenemos por qué estar de acuerdo con todo lo
que alguien piense. Y, si hay algo esencial, es ese continuo crecimiento del que Goldman hace gala, de estar en
constante evolución.
Como a muchos otros, a
Goldman hay que leerla en su contexto para entender su pensamiento, sobre
todo algunas de las partes más polémicas, pero también para maravillarnos por
la actualidad que tienen muchas de sus opiniones, que siguen a debate hoy día.
Si tenéis curiosidad, os dejo un par de listas de libros feministas, la
mía y la
de Carbaes. Y si tenéis más sugerencias, podéis dejármelas en los
comentarios y las añadiré.
Título: Feminismo y
anarquismo
Autora: Emma Goldman
Traductora: Esther Peñas
Editorial: Enclave de libros
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Año de publicación: 2017
Nº páginas: 231
Precio: 12,00€
Dalayn
Lectora por vocación. Arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.
Lectora por vocación. Arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.
lunes, 4 de diciembre de 2017
Consejos para novatos: cómo recomendar un libro
Se avecinan esas fiestas horribles en que la gente come hasta hartarse, hay que cincelarse los músculos de la cara en piedra para no perder la sonrisa y hay que dejarse los dineros en alguien que no conocemos porque así lo manda la etiqueta. Que sea una auténtica grinch no debería ser misterio para nadie, sin embargo, no voy a hablar de la Navidad sino de algo que ocurre todo el año pero se acentúa en estas fechas (o en las cercanas al Día del Libro): las recomendaciones.
Hace un tiempo visité el blog de Alister Mairon para hablar
de cómo
hacer una buena reseña, pero ahora es el momento de ir a algo más sencillo,
aunque algunas pautas van a ser similares. No obstante, hay que tener muy en
cuenta la diferencia entre una reseña y una recomendación, no solo en cuanto a
significado (que me parece obvio), sino en cuanto a estructura. Aunque en los
dos ámbitos hay plena libertad, para mí una reseña es algo más amplio donde
conviene desmenuzar las cualidades (tanto positivas como negativas) de una
obra, las que más nos han llamado la atención, además de dar una opinión
subjetiva, y dirigida a un público general. Una recomendación es más personal,
dirigida a alguien en concreto, donde se suelen resaltar sobre todo las
virtudes de una obra (porque por algo la recomiendas, ¿no?).
viernes, 1 de diciembre de 2017
NaNoWriMo: Toda una experiencia
Aparte de subir algún relato de vez en cuando, no suelo
hablar mucho por aquí de mis procesos de escritura o los proyectos en los que
estoy trabajando (aunque es cierto que hablé
del Campnano hace unos meses). Pero este noviembre me he embarcado en lo
que algunos calificarían de locura (y no les faltaría razón): el NaNoWriMo.
Para quien no lo sepa, este es el acrónimo de "National Novel Writing
Month", un proyecto creado por Chris Baty en 1999 en EEUU. Como podéis
imaginar, ya no es tan "nacional", pero el objetivo es el mismo:
escribir una novela de 50000 palabras en un mes (empezándola el día 1, por
supuesto). En su web lo
explican todo muy bien así que no me voy a extender más en la teoría y voy a ir
a la práctica.