Probando, probando... ¿Se oye? Voy a aprovechar para estrenarme con Adopta una autora y estrenar de paso el podcast que mencionaba en las locuras literarias de este año. Más adelante lo pondré también por escrito por aquellos que no aguanten mi voz (os entiendo, creedme), pero de momento ¡vamos a probar nuevas cosas! Espero que os resulte entretenido, dura menos de media horita y encontraréis tanto una presentación de mi autora adoptada (Lola Robles) como uno de sus relatos.
Estaré encantada de recibir vuestros comentarios y sugerencias. Sé que el micrófono no es el mejor del mundo y no sé con cuanta periodicidad podré hacerlo, ¡pero espero que os guste!
Actualización 24/04. Para aquellos que lo del podcast no se le dé muy bien, prefieran leer o tener los enlaces a mano, esto es lo que cuento sobre Lola Robles y la Biblioteca de Mujeres en el estreno de Adopta una Autora:
Lola Robles es una de las grandes expertas de España en materia de ciencia ficción, feminismo y teoría queer. Nació en Madrid en 1963 y se licenció en Filología Hispánica. Yo supe de ella a principios de 2016 cuando se abrió la convocatoria para el Visiones, un certamen que convoca la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror para publicar a autores principalmente noveles. Este año son otros los seleccionadores y el tema elegido es la "Paradoja de Fermi"; si alguien quiere presentarse, hay de plazo hasta el 31 de mayo. Os animo a hacer una historia de fantasía con este tema, porque a mí personalmente no se me ocurre nada (bueno, sí, dinoporno, pero eso no cuenta). De la convocatoria de Robles y Regueiro me llamó la atención sobre todo un punto que no era obligatorio (el tema era libre), pero que era una llamada de atención hacia las historias que querían recibir:
«Sugerimos que se recuerde la evolución histórica ocurrida en nuestras sociedades y que ha dado lugar a una mayor paridad entre mujeres y varones. En estos géneros se habla de criaturas de planetas lejanos, de sesiones de espiritismo con fantasmas etéreos y de seres mitológicos ocultos en bosques, pero en demasiadas ocasiones nada o poco hay de las mujeres como sujetos activos o de naturaleza principal en la narración. Es una buena oportunidad para ampliar y también dotar de veracidad estas manifestaciones literarias y, para ello, qué mejor que una mayor presencia femenina en las historias. Por supuesto, primando antes que nada la calidad literaria y evitando cualquier intento de proclama: buscamos relatos, no consignas, pero nos interesarán especialmente los textos en que esa mitad de la humanidad aparezca representada, fuera de los estereotipos de género que se vienen dado en las obras de distintas épocas. Se anima asimismo a explorar las identidades de género alternativas a la femenina y masculina tradicionales, y todo lo extraño y diferente que se quiera encarnar.»
Esto ya me parece toda una declaración de intenciones y algo básico, ya no en la literatura, sino a cualquier nivel cultural: cine, teatro, cómic, videojuegos, juegos de rol, lo que se os ocurra. Sin embargo, ante la sorpresa y el enfado de algunos cuando encuentran un videojuego o película protagonizado por una mujer (o distopías feministas, que no hembristas, ya que el hembrismo *¡sorpresa!* no existe), parece necesario remarcar que eso es necesario pero no suficiente. La representación no va solo de meter una protagonista femenina (porque podemos pecar de que el resto de personajes sean todos hombres, el llamado síndrome de Pitufina), sino de que haya un equilibrio y sobre todo de que los personajes femeninos tengan historias propias que no dependan de ningún hombre y que salgan de los estereotipos de chica frágil, pelirroja prostituta, dama en apuros o bruja malvada. Que se tenga que recordar eso ante una convocatoria de relatos dice mucho de cómo está el panorama y también de las inclinaciones de las seleccionadoras. Y a partir de ese momento puse a Robles en mi antena.
Poco después salió el nº 4 de la revista Supersonic, una revista digital de género dirigida por la gran Cristina Jurado, y en ella Robles tenía un artículo también muy muy interesante: «Escritoras españolas de ciencia ficción: Primera Parte», artículo que aún no he leído, pero que leeré para realizar una próxima entrada. Que para eso la he adoptado. Una de las charlas que dio en la Eurocon tenía mucho que ver con estos artículos y merece mucho la pena. Además allí tuve la suerte y el placer de hablar con ella un rato, y puedo asegurar que es una persona cercana y enamorada de la literatura y su trabajo.
Así que tras lo del Visiones y de estos artículos, es difícil no hacerse un poco fan de Robles y su activismo, sobre todo cuando empiezan a surgir iniciativas como La Nave Invisible, Leo Autoras, etc. Porque antes de todo eso estaba Lola Robles, y eso es algo que hay que reconocer enormemente. Ella lleva trabajando en este campo mucho tiempo, desde su blog Fantástikas, impartiendo talleres y conferencias y siendo socia fundadora de la Biblioteca de Mujeres de Madrid. Sola ante la multitud (una multitud muy varonil, todo sea dicho).
Pero no solo del activismo vive Lola Robles. Su bibliografía es extensa, colmada sobre todo de formatos cortos. Sus novelas no superan las 300 páginas y algunas como El informe Monteverde o Yabarí son novelas cortas. Tiene una colección de relatos junto a Conchi Regueiro y multitud de cuentos en diversas revistas y antologías. "Deirdre", por ejemplo, se puede leer en TerraNova y fue nominado al Ignotus en 2013. Otros como "Savitri" (que podéis leer en el enlace o escuchar en el podcast) o "El amor de Sólveig" se pueden leer de manera gratuita. El año pasado, además, publicó el ensayo En regiones extrañas: un mapa de la ciencia ficción, lo fantástico y lo maravilloso, donde habla de los géneros no realistas y sus características y diferencias.
La Biblioteca de Mujeres es una biblioteca especializada que Marisa Mediavilla creó en 1985 y a la que Lola Robles no tardó en unirse. Marisa se ocupaba de la selección, adquisición, catalogación y clasificación de los libros, pues era bibliotecaria y documentalista, mientras que Robles se ocupaba de la gestión administrativa y económica de la asociación y las actividades culturales. Todo sin cobrar y, más bien, pagando la cuota y libros con su propio dinero.
Contiene alguna obra del S. XVIII, bastantes del S. XIX y del primer y segundo tercio del S. XX; la mayoría están descatalogadas, compradas en librerías de viejo, Rastro, Mercat de Sant Antoni y en Ferias del Libro Antiguo. Algunos de estos documentos son imposibles de conseguir hoy día.
Es una pena que un proyecto tan maravilloso quede relegado al olvido, por ello quería hablar sobre él y animar a todos los madrileños que quieran leer autoras a usarlo, pues tienen a su alcance un fantástico recurso que se puede complementar fácilmente con la bibliografía de autoras de ciencia ficción que la propia Robles ha elaborado.
Pues la voz me ha gustado y me he enterado sobre la biblioteca de mujeres, no sabia que existia!. Lola me parece una autora interesantísima, ya lei Yabarí y me gusto y espero poder pillar alguna otra novela suya.
ResponderEliminarQuería empezar por la Biblioteca de Mujeres porque es algo bastante desconocido, pero muy necesario y útil. Ojalá más gente la conociera y utilizada. Yo conseguí "El informe Monteverde" en una tienda de segunda mano, pero en su blog hay enlaces a todo lo que se puede comprar o leer gratuitamente.
EliminarNo lo escucho porque este aparato tiene muy mal sonido :( pero cuando lo escribas, seguro te leeré.
ResponderEliminarYa está transcrita la entrada. ¡Espero que te guste!
EliminarHola :) Ya te escuche el otro día, pero bueno, era desde el móvil en el trabajo y no podía comentar. Me ha gustado mucho, muy interesante, un contenido diferente. Es una pena el sonido que no sé escucha muy bien en algunos momentos. Fan de los chistacos. Un abrazo^^
ResponderEliminarHay algunos golpes de micro que maldigo mucho XD Pero si hay algún trozo en particular que no se oiga bien por la música y lo que sea dímelo y lo puedo corregir :) Un beso ^^
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