En un planeta helado
y remoto, una soldado llamada Breq se está acercando al cumplimiento de su
misión. En el pasado, Breq era Justicia de Toren, una crucero de batalla
colosal con una inteligencia artificial que conectaba a miles de soldados que
servían al Radch, el imperio que había conquistado la galaxia. Pero ahora está
sola, con un único y frágil cuerpo humano para alcanzar el destino que lleva
persiguiendo veinte años.
Justicia Auxiliar es la primera novela de la trilogía El imperio del Radch de Ann Leckie,
seguida por Espada Auxiliar y Misericordia Auxiliar (títulos
temporales ya que ninguna de estas dos han sido traducidas aún al castellano).
Aun así, es prácticamente independiente
y se puede leer con tranquilidad sin estar atado a futuras entregas.
No he puesto la sinopsis
comercial del libro, pero si en algún momento os decidís a leerlo, mi primer
consejo es: no la leáis. No leáis la
sinopsis ni el prólogo, buscad el índice e id directamente al primer
capítulo, en el que Breq encuentra a una antigua teniente que todos daban por
muerta desfallecida sobre la nieve. ¿Por qué? A mi modo de verlo, en la novela
se tarda tanto en desvelar la razón de la misión de la protagonista que merece
la pena permanecer con esa incógnita en suspenso hasta que se revele. Si no,
pasaréis un tercio del libro preguntándoos cuándo narices llega «el por qué de
todo». Y aunque el viaje es interesante en sí mismo, desconocer el dato es un
plus (o esa es mi opinión, al menos).
Porque, al fin y al cabo, la novela está llena de misterios que
se van desentrañando poco a poco, ya no solo sobre el pasado de Breq, sino
también sobre la propia ambientación. El Imperio
del Radch es una vasta organización política en continua expansión por el
universo. De hecho, parte de la acción (la del pasado de la protagonista) se
sitúa en una de las «anexiones», es decir, la incorporación de un planeta al
Imperio. Conforme avanza la historia iremos descubriendo y comprendiendo la estructura y los entresijos de la
sociedad radchaai, en la que destaca un aspecto de gran importancia: la falta de distinción de sexo entre sus
miembros. Es decir, las radchaais (y ahora entenderéis por qué digo «las»),
no distinguen entre hombres o mujeres, así que por defecto se refieren a los
demás como «ellas».
Esto le va a servir a Leckie
como excusa para que el lector se replantee una cuestión muy interesante: la trascendencia del sexo en los personajes*.
Las radchaais no le dan importancia al sexo de la gente, ¿nosotros sí? A lo largo
de la novela descubriremos que a nosotros también deja de importarnos,
dejaremos de intentar averiguar el sexo de los personajes que aparecen (aunque
es un ejercicio muy interesante, debo decir), porque en una primera lectura
centrarse en eso puede resultar más lioso que esclarecedor. Porque da igual si
los personajes son hombres, mujeres, trans o lo que sea, todos son personas y
actúan como tales; el sexo es intercambiable (como debería ser salvo
determinados casos). Además, en castellano (a pesar de algunos errores en la
traducción) nos hace plantearnos algo muy de actualidad como es el uso del
masculino genérico. Se puede estar de acuerdo o no en que invisibiliza a la
mujer, pero tras leer una novela con un genérico en femenino comprobamos que nuestra tendencia es pensar en primer lugar
en los personajes como mujeres, cuando la mayor parte de las veces no lo
son (aunque esto precisamente es algo que no me ha terminado de convencer, no
concreto más porque sería espóiler).
Esta no es la única (aparente) metedura
de pata de la autora en la novela, aunque las combina con puntos muy fuertes.
Además de la no distinción de sexo, Leckie maneja con soltura el tema de la identidad en algo tan
complejo como una IA con diferentes cuerpos. En primer lugar, se vale de ello
para manejar un narrador omnisciente con bastante soltura, cambiando
continuamente de perspectiva de una manera que a mí me pareció muy lograda; al
principio sorprende, porque no hay diferencia gráfica entre una escena u otra,
pero se percibe claramente que estamos en situaciones diferentes. En segundo
lugar, a lo largo de la novela trata de explicar el concepto de ser Justicia de
Toren en su totalidad y a su vez que cada parte de ella desarrolle unas
características particulares. En concreto, Esk Una se separa del resto porque
le gusta cantar, y Breq a su vez es una parte de Esk Una. Es un tema que se
desarrolla en todo el libro y que será crucial para entender toda la parte
final. También trata otros temas muy interesantes como son la colonización o la obediencia ciega (recordemos que hablamos de
un imperio) y me ha parecido muy interesante cómo los hace determinantes en la trama. No solo los menciona, no es una
conversación aislada que le sirva de excusa para tratar el tema en concreto,
sino que hace de ello una parte importante de los acontecimientos.
Sin embargo, tiene bastantes
elementos que me han impedido sumergirme al 100% en la novela. En primer lugar,
el narrador elegido, aunque antes lo
he puntuado como positivo, tiene también ciertas connotaciones negativas. Al
fin y al cabo, es una IA, y la sensación de que es una máquina la que nos está
contando lo que sucede está muy bien conseguida. Tanto, que a mí al menos me ha dejado bastante fría. Aunque se
trata de humanizar a Breq mediante su afición al canto o la compañía de
Seivarden (esa antigua teniente a punto de morir sobre la nieve que mencionaba
al principio), la relación entre estos dos personajes me resulta bastante
forzada durante gran parte de la novela, aunque al final se resuelve más o
menos bien. Leckie utiliza muchos recursos para explicar conceptos complejos,
pero a la hora de mostrar los aspectos humanos de Breq se queda un poco parca,
y eso se nota.
Otro rasgo que no me ha
convencido (y que parecerá una tontería, pero me ha tenido mosca toda la
lectura) es la edad del Imperio. Se
dice que «Anaander Mianaai había gobernado de forma absolutista el espacio radchaai durante tres mil años».
También que las naves más viejas tenían una edad de tres mil años. Ya no es
solo el hecho de que me resulte poco
creíble un imperio (por muy espacial que sea) que sobreviva sin apenas
oposición durante tanto tiempo, sino que además no parece haber ningún cambio tecnológico durante ese tiempo (y eso
fue lo que me desconcertó totalmente). Incluso un personaje que ha sufrido un
lapsus de mil años hace notar el cambio en la moda, en el idioma, en la
estructura social por pequeña que sea, y no menciona ningún avance tecnológico.
La suspensión de la incredulidad, por tanto, se me ha hecho bastante costosa.
Por último, y para no extenderme
mucho más, el ritmo me ha parecido
bastante irregular. La novela no arranca verdaderamente hasta que hemos
pasado un tercio de las páginas (lo cual me parece exigirle demasiado al
lector). En un universo que nos resulta ajeno, con unos personajes de los que
desconocemos sus motivaciones, Leckie se aventura con conversaciones con un
contenido bastante interesante para los temas que trata y la ambientación, pero
que no ayudan a avanzar los hechos. De hecho, oculta información premeditadamente
al lector y de manera bastante clara, lo cual he descubierto que me molesta
bastante porque me ha ocurrido con otras historias anteriormente (quizá otro
día explique con exactitud por qué me molesta, ya que es solo en un caso
particular). Todo para poder dejar en la trama del pasado (que se va alternando
con la del presente capítulo a capítulo) el descubrimiento de la razón por la
que Breq dejó de ser Justicia de Toren.
Un tercio del libro me parece exagerado
para conocer las motivaciones del protagonista (certeras o falsas, pero
siguen siendo el motor de la narración), aunque quizá por conocerlas de
antemano (gracias a la sinopsis y el prólogo, por supuesto) aún se me ha hecho
más largo ese primer tramo en el que apenas había acción.
No obstante, debo decir que Justicia Auxiliar me ha gustado, aunque
la cantidad de premios que recibió en su día puede dar unas expectativas demasiado altas. Considero
que los puntos positivos (la manera de usar el narrador omnisciente o los temas
que trata) son tan interesantes y están lo suficientemente bien empleados como
para compensar los puntos negativos, pero requiere
de un esfuerzo por parte del lector que entiendo que a algunos no les salga
a cuenta. A fin y al cabo, es la primera novela publicada de la autora, los
hilos que deja abiertos de cara a la siguiente entrega me han resultado
bastante sugestivos y Leckie tiene mucho margen de mejora. Pero acercarse a ella con la consideración de
gran obra de la ciencia ficción es en mi opinión lo que más la perjudica.
*Añadido: a raíz de la reseña, Manuel de los Reyes, traductor especializado en género fantástico, me indicó un artículo muy interesante publicado en la revista Supersonic, en el nº 3, y que se puede leer gratuitamente en su avance. En él seis traductores de Justicia Auxiliar a seis lenguas diferentes comentan el reto que supuso el tratamiento del género en esta novela y su adaptación a cada idioma en particular.
Título: Justicia Auxiliar (El imperio del Radch I)
Autor: Ann Leckie
Traductora: Victoria Morera
Editorial: Nova (Ediciones B)
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Año de publicación: 2015
Nº páginas: 416
Precio: 20,00€ / 7,99€ (ebook)
Muy interesante la reseña. He retomado hace poco la novela después de que me fuera imposible terminar la lectura conjunta y estoy viendo reflejados muchos de los aspectos que mencionas. En mi caso, sin embargo, la narración fría me está gustando bastante y no me molesta en absoluto la lentitud de la primera parte del libro (aunque puede que se deba a que me salté la sinopsis y el prólogo).
ResponderEliminarEs que la sinopsis y el prólogo se te meten hasta la cocina XD La narración fría es correcta y no es que esté mal empleada, pero hace que me sea más difícil conectar, eso no quiere decir que le pase a todo el mundo, claro ^^ A ver qué te parece cuando la acabes :)
EliminarLa verdad es que estoy muy de acuerdo con tu reseña. La compré al albur de todos los premios que ganó, y me dejó algo frio. Me pareció novedoso la forma de tratar el género, pero creo que con la traducción pierde bastante. De hecho, ejemplifica que tenemos un problema en el lenguaje con la ausencia de un género neutro. Una pena que aún no se haya encontrado una forma de corregirlo que no suene artificial, a pesar de lo cual siempre he pensado que debería aprobarse una.
ResponderEliminarVolviendo a la novela, no me convenció Seivarden ni su relación con Breq. Eso si, la idea de la IA que pierde todas sus extensiones menos una me pareció excelente.
Merece la pena leerla, pero no es una obra maestra. Muy buena reseña
Lo gracioso es que en inglés "tienen" género neutro (usan "they") y sin embargo Leckie usó a propósito "she/her". No lo he añadido porque me enteré ayer, pero en el avance de la revista de Supersonic nº 3 hay una entrevista a los traductores de la novela en varios idiomas y tratan este tema justamente.
EliminarHay maneras de usar el lenguaje inclusivo sin que suene artificial, lo que requiere un esfuerzo mayor que cambiar las vocales por X o @ (pero al menos se puede pronunciar). Lo que la falta de costumbre hace que tengamos que pensarlo mucho mucho para usarlo bien.
Lo de Breq con Seivarden me sonó a mostrar la humanidad de Breq. El final sí me pareció coherente, pero hasta entonces esa relación me resultó forzada.
Gracias por pasarte, saludos ^^
Yo empecé a leerlo hace algunos meses por todo el boom y la cantidad de premios que había recibido y bueno, no sé si me quedé en unas 50 páginas porque no había manera de avanzar. Ni a paladas. Muchas veces el problema de la cifi es ese, que el autor no facilita al lector entrar en la historia de una manera cómoda y que se haga atractiva, pero en fin xD Le quiero dar otra oportunidad porque el tratamiento del género me crear mucha curiosidad (a ver si me imagino o no a una mujer al leer el ella) y también me lo he propuesto para la iniciativa de las autoras :P
ResponderEliminarBesis!
Es que el principio es muy lento, conozco a varios que no han podido pasar de ahí. Ya digo, tarda como 1/3 en arrancar y me parece excesivo porque según qué lectores no van a leer hasta ahí. Si lo acabas ya me contarás. Besos :)
EliminarYo este libro quiero leerlo ya que la autora asistirá al Celsius del año que viene y este próximo año me gustaría ir sabiendo un poco más de los escritores que van allí. He oído mucho lo que mencionas sobre el narrador y supongo que es bueno saberlo y así no tener expectativas que no coinciden con la realidad, al igual con lo de que no arranca hasta pasados 1/3 del libro. De todos modos le sigo teniendo ganas y seguramente me lo lea para #LeoAutorasOct aunque supongo que lo alargaré porque quiero leer a demasiadas.
ResponderEliminarSaludos ^^
Creo que en este caso era importante señalar esos dos aspectos del libro porque condiciona mucho la lectura. Cuidado con alargarlo mucho, que la editorial en principio iba a sacar la segunda parte antes del Celsius. Espero que lo disfrutes cuando lo leas. Saludos ^^
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