Hazan, un jovencito poco diestro con la magia, fue invitado
a estudiar nigromancia en la Torre de Idyll. Y a pesar de lo que le cuesta y
sus continuos fracasos, no deja de esforzarse. Clarence, por otro lado, ha
vivido siempre en la seguridad de la Torre y no sabe lo que es fracasar. Quizá
por eso nunca se ha atrevido a confiarle a Hazan lo que siente por él. Pero
cuando sus tíos y directores de la Torre le confieren la misión de parar la producción
de unos venenos letales, todo cambia.
Como ya ocurriera con Sueñosde Piedra, Títeres de la magia narra una historia de superación personal
enlazada con romance y aventuras. Pero no son estos los protagonistas, sino que
el tema principal que trata es el
fracaso. El fracaso de los ideales, de las metas, de los objetivos que nos
marcamos día a día. Un tema que nos vedan desde pequeños o que utilizan para
asustarnos. Si fracasas eres un fracasado (valga la redundancia), un inútil de
la vida. Las autoras nos recuerdan que no podemos hundirnos ante los fracasos,
que no podemos culparnos de todo lo que pasa y querríamos arreglar, que no
podemos abarcar más allá de nuestras posibilidades. Nos muestran, sobre todo,
que debemos aprender de ellos. La novela es toda una búsqueda del equilibrio
interior, entre el idealismo y el realismo, personificados en los personajes de
Clarence y Hazan, respectivamente.
Ambos protagonistas evolucionan a lo largo de la historia,
aunque no de forma constante. Hazan comienza con una actitud más infantil, a
años de distancia de Clarence cuando apenas la diferencia de edad es de tres
años. Sin embargo va escalando conforme avanza la narración hasta que
prácticamente las voces de ambos personajes se confunden. Las autoras se valen
de hechos concretos para marcar los
cambios de los personajes, cosa creíble pero algo precipitada, ya que toda la
novela se desarrolla en apenas un mes. A pesar de ello, no dejan de ser
personajes muy humanos con los que es muy fácil conectar. Al menos yo los he
sentido muy cercanos, pues ambos expresan miedos e inseguridades que podemos
tener en cualquier momento de nuestra vida.
Sobre Lynne y Arthmael me es más difícil hablar, ya que los
conocía previamente de Sueños de Piedra.
Esperaba que solo hicieran un cameo pero lo cierto es que participan en buena
parte del libro. Creo que por haber sido desarrollados antes han quedado muy
bien dibujados en los diálogos: el humor cazurro de Arthmael, la seriedad de
Lynne, la picardía de ambos. Sin embargo, no ocurre lo mismo con Ariadne: aunque
sus intervenciones reflejan un humor ácido, Clarence no deja de recordarnos ¿su
condición sexual? Es un aspecto que no me ha quedado muy claro. Tanto el
protagonista como las autoras afirman que Ariadne es asexual, pero al parecer
también es arromántica, y no sé si es que ha habido una confusión o es que es
ambas cosas. Que puede ser, una persona
puede ser arromántica tenga la orientación sexual que tenga, pero me parece una
visión muy típica de un asexual visto desde fuera del colectivo. Eso no evita
que dé besos en los labios a la gente a la que le tiene mucho cariño y
confianza. Pues también puede ser, las personas son muy diferentes, pero a mí
se me ha hecho muy difícil creerme a este personaje.
En tercera línea aparecen otros personajes mucho menos
desarrollados, de los que apenas tenemos unas pinceladas pero muy bien dadas,
como los tíos de Clarence o Aldric, aunque con este último también he tenido
sentimientos encontrados. Los tíos de Clarence tienen una función propia dentro
de la historia, pero Aldric solo está para provocar un cambio en los
protagonistas. Y cuando lo hace desaparece. Creo que el personaje pedía más.
Durante la novela visitamos otras zonas de Marabilia que no
conocíamos: ciudades, montañas y mar (aunque el viaje por tierra habría sido
más lógico, pero había que usar el barco de Lynne). La parte de las montañas me
ha gustado especialmente, creo que está muy bien descrita y transmite el
sobrecogimiento de los personajes. Sin embargo es cierto que el resto de
escenarios son un mero fondo para la acción, pues lo importante son los
personajes, sus sentimientos y el mensaje que quieren dar Iria y Selene.
Se nota que la historia se construye a partir de ahí, y en Títeres de la magia han conseguido que
quede más diluido en la trama de investigación sobre los venenos. Aun así, el
romance adquiere un peso que a veces se me ha hecho demasiado notable,
ralentizando incluso la narración. No es que no me haya gustado, de hecho está
muy bien desarrollado (quitando lo de Aldric, que no me ha gustado nada, pero
no por este personaje en sí). Asimismo creo que rompe con el mensaje de «amor
salvador» e incide mucho más que Sueños
en que las parejas son un gran apoyo emocional, pero eso no significa que
estemos plenamente satisfechos y felices con nuestra vida. Incluso la amplitud
de elenco ayuda a ello, puesto que adquiere mucha importancia la amistad, que
contribuye a ese apoyo. Y eso es una nota clave y algo que también echaba de
menos en la literatura juvenil fantástica de los últimos años. Desde Harry
Potter parece difícil (aunque no es que yo haya leído mucho de este subgénero
recientemente) encontrar historias que traten el tema de la amistad, cuando me
parece algo vital en el desarrollo de la adolescencia. Los juegos del hambre, Crespúsculo,
Obsidian, Oscuros, Divergente…
(corregidme si me equivoco). Parece que solo en los middle-grade se recupera un sentido de la amistad más allá de
«gente que me hace caso porque soy guay» o «es mi amigo/a hasta que me doy
cuenta de que lo/la amo» *inserte aquí suspiro melodramático*. Así que me
parece muy positivo encontrar una amistad como la de Clarence con Ariadne o la
de Hazan con Lynne y creo que el young
adult merece más amistades como estas que demuestren que el amor romántico
no es lo único en la vida (ni es suficiente).
A lo largo de todo Títeres
también encontramos otros mensajes, quizá más sutiles. Me ha gustado mucho la
manera de utilizar la trama para hablar de cosas que a las autoras les interesan,
como es la desidealización del primer beso (sí, es una desidealización, no es
un beso romántico, por eso se incide tanto en el consentimiento), la
maldad/bondad del ser humano, la igualdad de oportunidades (a.k.a. feminismo encubierto).
Según lo veo, Iria y Selene tienen una manera de escribir
con mucho fondo y una capacidad inmensa para seguir puliendo y mejorando la
forma. Se nota el salto cualitativo de una novela a otra de Marabilia, creo que
ellas se exigen más y que los lectores deberíamos hacer lo mismo porque pueden
sacar cosas marabiliosas. Las autoras
saben conformar la trama para tratar los temas que les interesan y, aunque hay
aspectos que no me han terminado de convencer, lo he disfrutado mucho. Me han
vuelto a hacer sentir en consonancia con los personajes, a removerme la mente y
las entrañas y dejarme el alma al descubierto en las páginas de la novela. Y es
que puede que Títeres de la magia no
sea una novela perfecta, pero lo que no se puede negar es que es muy humana.
Título: Títeres de la magia
Autoras: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Editorial: Noctura ediciones
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Año de publicación: 2016
Nº páginas: 521
Precio: 16,00€
Hola :) Siempre me encuentro en el abismo de que por una parte Sueños de piedra si creo que puede ser una lectura entretenida, y por otra que digo, no esto creo que no es para mi. Y de nuevo me pasa con las reseñas de esta continuación, por una parte si que creo que puede ser interesante de leer pero por otra no acabo de conectar. Seguiré en mi limbo de opinión hasta que me decida XD Un abrazo^^
ResponderEliminarNo creo que sea tu tipo de libro (?) A mí me han gustado, tanto este como el anterior, pero más por la consonancia que he tenido con los personajes que porque la historia en sí (que es previsible hasta decir basta, por cierto). Si vas sin pretensiones y buscando algo menos complejo de lo habitual, te podría gustar, pero sabiendo de antemano lo que te vas a encontrar (que no es lo que pone en las sinopsis, la verdad). Si un día te animas ya me contarás si era para ti o no. Besos ^^
EliminarMe siento un poco como Mangrii a este respecto. Tiene buena pinta, pero me suena demasiado a young adult... y a la vez, viendo lo entretenida que la pintas con la reseña, dan ganas de echarle un tiento. Imagino que la mantendré en la lista de "para cuando tenga tiempo", de la que es difícil salir xD Saludos!
EliminarCreo que somos muchos en este club xD
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