domingo, 31 de julio de 2016
~Relato~ Memoria a corto plazo
Estoy de pie en mi cocina, pero no sé para qué
he venido. No tengo sed ni hambre. Tampoco sueño. Es imposible dormir con todas
las lucecitas que entran por las ventanas. No importa que las cierre: se cuelan
por las rendijas, por las juntas entre planchas de metal, por mis párpados
cansados. Cierro los ojos y allí están, hincándose en mi retina y taladrando mi
cerebro con sus brillos de colores, recordándome que estoy encerrado en mi
propia casa.
Con el resplandor que entra del exterior puedo
leer perfectamente las notitas que rellenan la puerta de la nevera, cada una
colgando de un imán que se parece al de al lado lo mismo que una foca y un
colibrí. De hecho, hay una foca y un colibrí. El que me los regaló tenía un
gusto pésimo para los animales. Dos bestias extinguidas, una con más grasa que
pelo y otra que volaba hacia atrás. Tendré que reconocerle un poco de sentido
del humor; hay que admitir que, visto así, se parecen a mí.
Las notas apenas dejan ver la puerta. Voy
revisándolas, una a una, mirando sin parar el calendario que hay arriba del
todo para que no se me olvide en qué día estamos. La mayoría son de días
anteriores, no entiendo muy bien por qué no las he tirado ya. Parece que hay
una para hoy: "Equipo especial. 8.00 A.M. Lucecitas". Vaya, que por
eso están las lucecitas. Porque va a venir un equipo especial. ¿Pero para qué?
¿Y por qué no pueden dejarme dormir?
Miro la hora, pero el reloj está roto. Ni idea de
cuándo piensa amanecer. Tendré que esperar. La cocina parece un sitio como otro
cualquiera para aguardar a que salga el sol. Me siento en el suelo y miro
alrededor. Todo está tranquilo, todo parece estar en orden. Menos esa mancha de
allí. ¿Cómo habrá aparecido? Me acerco con cuidado y la toco. Está áspera,
reseca. A la luz de los focos diría que tiene ese tono rojizo del tomate
chamuscado cuando se te olvida que lo has metido al horno. Echo un rápido
vistazo al horno para cerciorarme de que no hay nada dentro. Nunca se sabe.
Vuelvo a observar la mancha. No se ha movido.
Eso es buena señal. Con tantos destellos las sombras no paran de cambiar y no
puedo estar seguro de nada. Yo y mis problemas de concentración. A veces me
harto de ellos. Cuando recuerdo que los tengo, claro.
Una mano me aprieta el hombro y doy un
respingo, sobresaltado. Otra me tapa la boca e impide que empiece a soltar
improperios. ¡Qué coño! ¡Joder! ¿Quién
eres? ¿Qué quieres? ¡No tengo nada de valor! Quizá pueda romper las leyes
de la ciencia y que mis pensamientos no pronunciados lleguen a la cabeza de
este individuo antes de que me mate. Si es que quiere matarme.
—No grites. Vengo a sacarte de aquí —susurra,
dejando de amordazarme.
—¿Cómo has entrado? —le pregunto. Ahora mismo
esta cuestión me parece más interesante que las demás—. La casa está rodeada,
¿verdad? No me dejan dormir.
—Por el túnel del sótano. Vamos.
Tira de mi brazo para que me ponga de pie y lo
siga. Menuda fuerza tiene. Pero mi testarudez es aún mayor. Sobre todo cuando
va acompañada de curiosidad.
—¿Hay un túnel en el sótano?
—Sí. Contaba con que no te acordaras de él. ¡Venga!
Vuelve a tironear de mí, y esta vez lo acompaño.
Recorremos la casa a paso ligero, aunque mi visitante parece conocerla mejor
que yo.
—¿Vives aquí?
—No, tú vives aquí. Yo solo vengo a salvarte el
pellejo.
—¿Me conoces?
Se gira de pronto y chocamos pero conseguimos
mantener el equilibrio. Me agarra la mano con fuerza y me la gira.
—¡Au!
En lugar de pedir perdón, saca un dispositivo
electrónico e ilumina nuestras palmas. Las mías son gordas y están limpias, al
contrario que las suyas, que no se parecen en nada a lo que llamaría
"manos de hombre".
—¿Eres una mujer?
—Príncipe azul para ti, princesa. Al parecer no
eres el único que se olvida de lo capullo que puedes ser.
—Gracias. Supongo —digo, un poco confuso.
¿Desde cuándo los salvadores se comportaban así?—. Aunque si vas a ser mi
príncipe deberías estar bajándome en brazos.
—Sigue hablando y te dejo aquí, caraculo. ¿Quieres mirar? —resopla. Creo
que tiene un poco de prisa—. No tenemos toda la noche.
La obedezco. Su tono de voz no me deja otra alternativa.
No sé lo que pretende esta mujer, pero me gustaría evitar que me mate. Miro
fijamente las palmas de nuestras manos. Dos símbolos gemelos se saludan en la
penumbra. Parece que se les da mejor romper leyes físicas que a mí.
—Te conozco —admito, aunque no podría jurar de
qué. Pero si tenemos las mismas marcas grabadas en la piel tiene que significar
algo. Aunque sea simplemente que compartimos celda alguna vez —. ¿Hemos estado
en la cárcel?
La chica suspira y puedo adivinar que está
poniendo los ojos en blanco a pesar de que no puedo verle la cara. Vuelve a
tirar de mí, tan rápido que tengo que poner toda la atención en mis pies para
no tropezarme con nada. Bajamos al sótano, que está plenamente a oscuras. Aquí
no llegan las lucecitas. Menudo descanso. Si hubiera recordado que tenía sótano
habría bajado yo mismo mucho antes.
—Gracias.
No me responde, sino que se pone a toquetear
una pared. Oigo los chasquidos de la madera y un crujido que parece rebotar por
toda la estancia y que juraría que ha podido escucharse fuera.
—Espérame aquí —susurra, aunque estoy seguro de
que nadie puede oírnos—. No hagas ruido y no hagas preguntas. Volveré
enseguida. Mantén esto encendido.
Me da el dispositivo que nos está sirviendo de
linterna y observo cómo se acerca a un montón de muebles apilados y se inclina
sobre un bulto. Lo coge por debajo de dos asas y lo empieza a arrastrar
escaleras arriba. ¿Qué es eso? ¿Está
vivo? ¿Qué vas a hacer con él? ¿Por qué no me dejas preguntar en voz alta?
¡Boom!
Diantres, así es imposible que consiga traspasar
las barreras lógicas del mundo. ¿Qué ha sido ese ruido?
—¡Corre!
Me engancha de la muñeca y vuelve a tirar de
mí. Tengo la sensación de que he visto secuestros menos violentos. Le devuelvo
la linterna improvisada justo a tiempo para que ilumine el pequeño boquete que
hay abierto en el muro, recubierto de tablas de madera que deben de tener más
años que nosotros dos juntos. Nos colamos por él y ella lo cierra de un golpe.
—¿Puedo preguntar ahora qué ha sido eso?
—boqueo cuando consigo hallar un poco de aire en mis pulmones.
—Estaba simulando tu suicidio, caraculo. Sigue corriendo.
—Eso hago… ¿Por qué me dices caraculo continuamente? ¿No serás tú la
del imán de la foca, verdad?
—¿Te acuerdas del imán? —Se detiene. Esta vez
consigo esquivarla a tiempo. El móvil, porque tiene que ser un móvil, le
ilumina levemente los rasgos de la cara. Me está mirando con sorpresa. Quizá
sea el primer hombre-foca con el que se encuentra.
—Lo he visto ahí arriba hace un rato.
—¿Y te sigues acordando?
Miro alrededor en busca de una cámara oculta.
Esto empieza a parecerse demasiado a una broma de mal gusto.
—Claro. ¿Por qué no iba a acordarme?
—Por nada. Caraculo.
Ya te compraré otro.
De repente me besa y echa a correr de nuevo.
Voy tras ella, cada vez más cansado, tanto de moverme como de que las preguntas
se me agolpen en la mente como si fueran gotitas de agua dentro de un globo. En
algún momento la presión lo hará reventar y dejaré el túnel perdido de sesos.
Anda. El túnel.
—¿Desde cuándo está esto aquí?
—¡Desde la guerra!
—¿Y eso fue hace mucho?
No me contesta. No sé si porque no quiere o
porque la he perdido. Pero no puedo correr más rápido. Las gotas de sudor me
resbalan por la cara. No sabía que las focas sudaban.
—Eso es porque están en el agua.
La tenue luz de una farola lejana saca a
relucir la nariz respingona de mi príncipe azul, que sujeta una puerta
desvencijada y sucia. Parece que el túnel se ha acabado.
—¿Por qué me miras con cara de bobo?
—Porque… Porque… No puedo respirar… Porque… ¡me
has leído el pensamiento!
Estoy extasiado. ¡Lo he conseguido! ¡Y tengo
testigos! Pero en vez de felicitarme, mi príncipe testigo secuestrador se
limita a sonreírme y me estrecha la cara entre sus manos.
—Anda, vámonos de aquí.
Caraculo.
Venía que ni pintado. Seguro que se ha quedado con ganas de decirlo.
—¿Por qué?
—Porque ahora estás muerto y tienes que
desaparecer. Tengo la moto por allí, vamos.
Me miro de arriba abajo y me toco la barriga.
Vale que no me deja verme los pies, pero me parece bastante real.
—¿Por qué me has matado?
—Porque te iban a encerrar —me explica mientras
empieza su marcha en la dirección que había indicado.
—¿Y por qué?
—Porque te acusan de haber matado a una mujer
en tu casa.
—¿Y no la maté?
—No.
—¿Y cómo lo sabes?
Se gira y me mira con gravedad. Ahora tengo
ganas de esconderme detrás de algo. Menudo príncipe azul que se dedica a
asustar princesas. Los cuentos ya no son lo que eran.
Creo que no quiere que diga nada más, así que
permanezco callado hasta que llegamos junto a una scooter azul. Pedazo de burra. Hasta tengo que ponerme el casco. Lo
nunca visto.
—Oye, y eso que arrastrabas antes… ¿era un
cadáver?
—Ahora lo es —me contesta con voz grave. Echa
un vistazo hacia atrás y yo hago lo propio, pero no veo nada extraño por la
calle. Ningún muerto viviente.
—Creo que puedes estar tranquila, no se ha
venido con nosotros. ¿Quién era?
Un ruido ensordecedor vela por un instante los
sonidos de la noche. La chica ha arrancado la moto y el trasto traquetea hasta
que decide por fin empezar a moverse.
—Eso ya no importa —susurra, tan bajito que no
sé si lo ha dicho realmente o si mi mente se ha encargado de imaginarlo.
Acelera y la agarro con fuerza, con cuidado de
no hacerlo demasiado fuerte, aunque sospecho por la tersura de su piel sobre
los músculos tensos que tiene mucho más aguante que yo. Los chasquidos nos acompañan mientras nos
perdemos por la ciudad, en una oscuridad que no recuerdo haber visitado antes,
con tonos amarillentos en el horizonte. ¿Faltaría mucho para las ocho?
miércoles, 27 de julio de 2016
~Reseña~ The hope of Elantris, o la magia de las pequeñas cosas
The Hope of Elantris es un
pequeño spin-off de la novela de
Brandon Sanderson Elantris. Como él mismo autor aconseja, no tiene sentido
leerlo antes de haber leído la historia completa, pues se pierde toda
contextualización (además de algún spoiler). Así pues, para hacer esta pequeña
reseña, voy a tener que dar algunos datos sobre Elantris, por lo que si no has
leído la novela, mejor no continúes.
Aunque en la
reseña de Elantris ya lo comenté, la novela está estructurada en capítulos
aglomerados en una tríada de personajes: Raoden, Sarene y Hrathen. Los puntos
de vista se van sucediendo de tres en tres, dándonos una visión global de todo
lo que acontece. Sin embargo, utilizar tres puntos de vista también conlleva
algunos problemas, y es que no vemos nada de lo que hay más allá de ellos. Sanderson
ya rompe alguna vez su propia estructura ofreciendo un punto de vista diferente
(Raoden) en algunos capítulos de Sarene. Sin embargo en la última parte de
Elantris esta estructura se rompe por completo y se incluyen puntos de vista
nuevos.
No obstante, sigue habiendo
sucesos a los que no podemos asistir, bien por quedar algo apartados de la
acción central o por saturar demasiado el momento de clímax. The Hope of Elantris cubre uno de esos "agujeros",
en concreto (y aquí viene el spoiler), lo que ocurre con los niños de Nueva
Elantris durante el ataque de los dakhor.
Sanderson consigue mantenernos
enganchados desde las primeras palabras. Es cierto que situar el relato en
pleno clímax de la novela ayuda, pero en contra de lo que se pueda pensar,
conocer el final tampoco disminuye la atención que la narración pide que se le
preste. Y es que Sanderson se mueve muy bien en distancias cortas. Recrea con
facilidad el ambiente de tensión que se adueña de Nueva Elantris antes de la
invasión a través del nerviosismo de los niños y continúa con ella gracias a la
propia protagonista, Matisse. Los hechos se suceden con velocidad, atrapando al
lector hasta el final.
El autor además introduce una
relación que quizá hubiera merecido más espacio, pero que complementa muy bien
el ambiente y el sentimiento que Raoden quiso que se adueñara de Nueva
Elantris. Matisse es un personaje muy bien dibujado y hace que conectemos en
seguida con él y, por extensión, con el resto de niños. Creo que se puede decir
que actúa también como personaje colectivo: aunque tiene su propia historia
detrás, los sentimientos que describe tras su llegada a Elantris pueden ser
perfectamente comunes al resto ya no de niños, sino también de elantrinos en
general.
En resumen, The Hope of Elantris tiene muchos elementos que hacen de esta
historia un buen relato: un contexto tenso, unos personajes con los que se
empatiza desde el primer momento y una buena resolución, muy bien descrita e
inmersa en los acontecimientos que se suceden en Elantris. Funciona bien como
complemento del hilo principal, aunque no llega a ser brillante, pero sí muy
disfrutable. Podéis leer esta historia de forma gratuita en la web del
autor y, si tenéis más curiosidad tras haberla leído, Sanderson escribió
unas pequeñas
anotaciones sobre Matisse y el por qué de este spin-off. En castellano está disponible gracias a la revista Supersonic y la traducción de Manuel de los Reyes.
miércoles, 20 de julio de 2016
~Reseña~ La guía del autoestopista galáctico, o la alta improbabilidad de lo posible
Arthur Dent se
despierta una mañana y se entera de que su casa va a ser demolida para hacer
una circunvalación. Lo que parecía ser un día normal se va truncado hasta que
llega el desastre total: la destrucción de la Tierra. Arthur se ve obligado a
abandonar el planeta para sobrevivir junto con su amigo Ford Prefect, que
resulta no ser tan humano como pensaba y con el que descubrirá los entresijos
de la galaxia.
Esto, más o menos, son las
¿quince? primeras páginas de uno de los libros de género más conocidos y el
primer volumen de la única trilogía en cinco partes que (creo) que se puede
encontrar. Vio la luz por primera vez en 1978 en forma de novela radiofónica,
tras cuyo éxito pasó al medio escrito. Después ha tenido múltiples adaptaciones
televisivas, al cómic y finalmente fue llevada al cine en 2005. Si has oído
expresiones como "Don't panic" o "No salgas nunca sin tu
toalla" seguro que disfrutas mucho sabiendo de dónde salieron.
La edición que he leído (la
definitiva) cuenta con un epílogo de Robbie Stamp, amigo del autor. En él
cuenta el arduo proceso que llevó adaptar la novela al cine, y además incluye
entrevistas con el reparto (Martin Freeman y Zooey Deschanel entre otros). La
edición más reciente es mucho más colorida y creo que también tiene este
contenido extra.
Me he reído mucho leyendo el
libro, no esperaba para nada una obra tan llena de absurdos los cuales cobran
sentido dentro de la novela. Tiene un humor muy inglés, que recuerda a los
Monty Python o Terry Pratchett. No es de extrañar, ya que Douglas Adams trabajó
con el grupo cómico que daría lugar a los Monty Python. Adams consigue crear un
relato con cierta lógica interna, hasta el punto de que hasta un deus ex machina está justificado. Su
misión es sorprender al lector, y creo que lo consigue con creces, aunque
requiere que éste deje a un lado prejuicios y se sumerja de lleno en el
universo del autoestopista. Aun con ello, introduce elementos táctiles, libros
electrónicos u ordenadores superpotentes, que para 1978 eran toda una
revolución. Todo forma parte de la propia maravilla de la obra, donde se pueden
pedir planetas por catálogo o ver grabaciones en una especie de realidad
virtual.
La trama como tal no aparece
hasta mitad de la novela, ya que al principio se va variando de escenario sin
un destino concreto. Esta se va alternando con extractos de la propia Guía, que
explican algún concepto o lugar de la galaxia. Sin ese hilo conductor inicial,
lo que te incita a leer es esa nueva sorpresa a la vuelta de la esquina, y en
mi caso, el descubrir de donde salen algunas de sus citas más famosas. No es
una historia al uso, y quien busque eso quedará bastante decepcionado, dado que
la trama (cuando aparece) ni siquiera se resuelve, sino que se corta a la
espera del siguiente libro.
Si he de quedarme con un personaje,
sin duda sería con Zaphod Beeblebrox, el más carismático de los que aparecen y
con graves (o quizá no tanto) problemas mentales. Es un personaje inteligente y
alocado que no sabe por qué hace lo que hace y que, si lo supiera, no lo haría
(obsérvese la contradicción). Es el que encauza la historia hasta un destino
concreto tras unas escenas memorables pero sin gran conexión entre ellas. Y es
el que enlaza directamente esta novela con la siguiente. Aunque Zaphod destaca
enormemente (quizá por su bicefalia), Adams consigue dar al resto de personajes
(Arthur, Ford, Trillian e incluso Marvin) una voz propia e individual y dotar a
las interacciones entre ellos de gran naturalidad (y absurdez, por qué no
decirlo).
Ojo, cuando hablo de humor
absurdo y sinsentidos no quiere decir que la historia sea un auténtico
galimatías. Como he dicho antes, la novela tiene lógica interna; aun estando
repleta de casualidades, Adams les da una explicación plausible. Son estas
explicaciones las que más me han hecho reír. Y además se utilizan para hacer
una crítica a la política, la burocracia, la religión y, en definitiva, al ser
humano en general. No es una simple parodia de la ciencia ficción: va más allá
de una manera original y divertida.
La guía del autoestopista galáctico es una novela altamente
disfrutable, pero que recomendaría leer, en primer lugar, junto con los demás
libros de la trilogía (en cinco partes, recordemos). En segundo lugar, es una
historia que sorprende, para bien y para mal. Es un clásico del género, pero no
hay que buscar en ella una alta prosa ni un humor al alcance de todo el mundo.
La comedia es lo que tiene, a todos no nos hacen gracia las mismas cosas, así
que creo que es importante acercarse a ella sin grandes expectativas y dejarse
llevar por la inmensidad de la galaxia.
Título: Guía
del autoestopista galáctico (edición definitiva)
Autor: Douglas Adams
Traductor: Benito Gómez Ibáñez
Editorial: Anagrama
(Colección contraseñas)
Encuadernación: Tapa blanda
Año de
publicación: 2005
Nº
páginas: 289
Edición más reciente: 2008
(Colección compactos)
Precio: 8,45€
domingo, 17 de julio de 2016
~Relato~ Tiempo que no cura
Sus heridas supuraron dolor
y lágrimas durante mucho tiempo y, al final, fue la melodía de las palabras la
que calmó su aflicción. Sus manos dejaron de temblar para colorear sus pasos y
sus ojos abandonaron el llanto para mirar las formas vibrantes del mundo. El
arte de sacudirse las penas a punta de cincel resucitó su alma más rápido que
el tiempo que perdió intentando olvidarlas.
Palabras propuestas: arte
miércoles, 13 de julio de 2016
~Recomendaciones~ Los vikingos son para el verano
Dalayn
Cómic
,
Fantascy
,
Fantasía
,
Fantasía nórdica
,
Juvenil
,
Libros
,
LIteratura
,
Recomendaciones
,
Virginia Pérez de la Puente
14 comentarios
Vivimos tiempos interesantes,
que diría Terry Pratchett. Pero me vais a permitir que coja la literalidad de
la frase para hablar de lo interesantes que son los tiempos que vive la
fantasía en la actualidad. Se puede decir que está en una cresta, y aunque
sigue siendo un género vilipendiado y vapuleado por algunas esferas, casi todos
los meses encontramos títulos interesantes, nacionales e importados, publicados
por editoriales más o menos importantes. También es interesante la aparente
búsqueda de originalidad, tanto por parte de lectores como de escritores, en un
mundo donde parece que ya se ha contado todo. Uno de los aspectos que he oído
mencionar últimamente con más ahínco es la huida de la ambientación
pseudomedieval, tan presente en las sagas épicas, que toma como referente el
medievo europeo occidental. ¿No habrá periodos históricos y lugares en el mundo
para tener que recurrir al mismo cómodo sofá de siempre?
Haberlos, haylos (y muchos, además). Por ello había pensado hacer
una serie de entradas con libros que se alejan más o menos de este mundo
medievalista que a algunos empieza a cansar. Y dado que algunos necesitan el
fresquito como agua de mayo y que no sé muy bien cuánto durará la moda de la
ambientación nórdica, se me ha ocurrido empezar por ahí. Aunque sospecho que
Thor ha tenido algo que ver, seguramente sea el tirón de la serie Vikings la
que más haya ayudado a permitir que las estanterías se llenen de historias
llenas de nieve, vikingos y valkirias. ¿Los conocéis todos? Vamos allá.
Skarrion Gunthar: Sangre en el hielo, de Andrés Díaz
Esta novela es la primera
apuesta de la colección de fantasía Miralejos, recién estrenada en la editorial
Libros.com (como os contaba en esta
entrevista a su director, Víctor Blanco). Tras una compleja campaña de
crowdfunding, la editorial ha apostado muy fuerte por esta novela, influenciada
por la cultura y mitología escandinavas y célticas. La historia comienza en la última batalla de
una guerra civil, la cual decidirá el destino de Shakark, el reino donde se
desarrolla la novela. Con el cambio dinástico y político, la religión y la
magia de Shakark se pondrá en peligro y chocará de lleno con el clan de los
Gunthar. Intrigas palaciegas, entidades misteriosas y crueles y fuerzas ocultas
se entrelazan en una historia realista y cruda que será publicada a finales de
este año, pero que ya se
puede reservar y que podéis empezar a leer aquí.
Gracias a toda la información que ha salido con motivo del crowdfunding podéis
leer esta
entrevista con el autor o sobre la importancia de los personajes
femeninos en la novela.
Saga de Hrolf Kraki, de Poul Anderson
A principios de este año,
Alianza Editorial en su sello Runas publicó esta novela de poco más de
trescientas páginas que de alguna manera actualiza una antigua saga danesa como
podría ser la leyenda artúrica para los británicos. Anderson se basa en el
poema épico que da nombre a este libro para narrar las gestas de la familia
Hrolf y nos traslada a las costas escandinavas del siglo X. Saqueos y grandes
batallas se dan la mano con elementos mágicos y sobrenaturales propios de la mitología
nórdica en esta historia que podéis empezara leer gratis en Fantífica.
Además, podéis saber qué opinan Boy
with letters y Lecturópata
de esta novela y comprobar que no les ha decepcionado lo más mínimo.
Hijos de Asgard, de Laura Morales y Miriam Alonso
¿Qué ocurriría si los jóvenes
Thor y Loki viajaran a la Tierra y descubrieran la televisión, los vehículos a
motor y las fiestas góticas? Sus autoras nos lo descubren en esta novela llena
de humor pero también de amor, erotismo y traiciones. Veremos a los dioses
nórdicos desde una perspectiva muy diferente y asistiremos a la ruptura de su
amistad, que hará que se tambaleen los Nueve Mundos de Yggdrasil. A señalar
también que tiene una buena cantidad de ilustraciones en el interior y la
portada es de Medusa
Dollmaker. Podéis leer algunas
opiniones en su ficha de Amazon y ver su booktrailer.
Neimhaim (Los hijos del
hielo y la tormenta), de Aranzazu Serrano Lorenzo
Neimhaim no existía. Era una
península aislada hasta que una horda de extranjeros atacaron a los clanes que
vivían en ella, los kranyal y los djendel. Para ser más fuertes, los clanes se
unen y forjan el reino de Neimhaim. Sus reyes serán los hijos de los líderes de
ambos clanes. Neimhaim narra la historia de cómo Ailsa y Saghan deben superar
numerosas pruebas para alcanzar su destino al tiempo que un fuerte vínculo se
crea entre ellos. Aunque Nordkinn, un dios caído en desgracia, tiene sus
propios planes para Neimhaim. La ambientación de este mundo hunde sus raíces en
la mitología nórdica: en numerosas ocasiones se nombra al Padre de Todos, Wotan
(Odín), o reinos como Ljosalfheim, Svartálfheim, Vanaheim o Helheim. La autora introduce
muchos términos procedentes de las Eddas y leyendas conformando un relato
unitario y creíble, completamente accesible para el lector. Aunque el libro es
largo están ocurriendo cosas continuamente, y aunque forma parte de una saga el
final es lo suficientemente cerrado como para poder leerlo de forma
independiente. Si queréis saber mi opinión completa de Neimhaim podéis leer la
reseña en
el blog. También os dejo una reseña del Caballero
del árbol sonriente.
Hijos del dios tuerto, de Virginia Pérez de la Puente
El Ragnarok ha sido anunciado y
la victoria o la derrota dependen de un hombre. Odín busca al elegido mientras
Loki trata de evitar su destino. Harek Haraldsson, jarl de un clan vikingo, se
prepara para el ataque de otro clan con el que mantiene una deuda de sangre.
Las vidas de dioses y hombres se entrecruzan en el tapiz de las nornas y en los
hilos de esta novela que te atrapa por sus personajes y te maravilla por su
ambientación. La autora juega con la mitología nórdica para dar forma a esta
historia, demostrando el gran ejercicio de documentación efectuado pero sin
resultar pesado. Si no sabes mucho de la
cultura que gira en torno al Yggdrasil, Asgard o Midgard, aprenderás mucho
sobre ella (teniendo en cuenta que es una interpretación, no una transcripción
de las Eddas); y si la conoces, encontrarás muchos guiños de historias menos
populares. Hay una web
enterita para descubrir esta novela, que os invito a visitar, además de a leer
sus primeros
capítulos. Aquí tenéis la
reseña que hice en el blog y otra opinión
en Tierra Quebrada.
Medio rey (Trilogía del
Mar Quebrado), de Joe Abercrombie
Aunque se vista de juvenil, la
saga del Mar Quebrado que inicia esta novela está escrita por Joe Abercrombie, el
rey del grimdark, y pisoteará cualquier dulce y edulcorante que se pueda
recordar de novelas de corte juvenil. El autor nos presenta a un joven príncipe
, Yarvi, tullido y repudiado por su familia hasta que un asesinato lo obliga a
ocupar un puesto para el que no ha sido educado. Tendrá que lidiar con
traiciones, venganza, muerte y batallas mientras espera convertirse en el
hombre que quiere ser. Abercrombie tiñe esta novela de un claro ambiente
nórdico, aunque los dioses y las criaturas fantásticas son inventados. Si os
dan miedo los tochos de La Primera Ley, el Mar Quebrado es un buen trampolín y
una buena manera de conocer a este fantástico escritor y sus oscuras y cruentas
historias. Podéis conocer opiniones de Medio
rey en La
espada en la tinta o El
caballero del árbol sonriente, por ejemplo.
Beowulf, traducción y comentario, de J. R. R. Tolkien
Beowulf es a los anglosajones como El anillo de los nibelungos a los germanos o el Cantar del Mío Cid a los españoles, una
epopeya épica en verso que cuenta las hazañas de un héroe, en este caso
Beowulf, que tiene que lidiar con demonios gigantes y dragones. Tolkien tradujo
el poema e hizo una famosa conferencia sobre él, "Beowulf: los monstruos y
los críticos", donde señalaba entre otras cosas los elementos fantásticos
del relato. Es una historia que ha influido notablemente en su obra y el libro
incluye también comentarios de Tolkien y textos explicativos de sus
conferencias, así que es un volumen muy interesante sobre todo para fans del
autor. Si tenéis curiosidad, en La Casa de
El lo desgranan mucho mejor.
El lobo y el cuervo (Los hijos de Wodan I), de Diana L. Paxson
(recomendado por @duxiet, de Danza de Letras)
Hablemos de una época en la que
la historia se pierde entre las nieblas de los mitos. Hablemos de un mundo -
Midgard, la Tierra Media - en el que las tribus bárbaras están atrapadas entre
la medrante Confederación Huna y el decadente Imperio Romano, y se ven abocadas
a una interminable serie de guerras intestinas por la mera supervivencia.
Hablemos de un dios tuerto, Wodan "el Tramador de Infortunio"; que
con un ojo ilumina toda la sabiduría humana, mientras que con la cuenca vacía
del otro aboca a su propia estirpe hacia un abismo infinito de condenación. En
esta época, en este mundo, nacen dos hijos de Wodan: Sigfrid y Brunahild, el
Lobo y el Cuervo. Ambos serán expulsados de sus propios hogares y repudiados
por todos, pues ambos son los herederos de unos poderes que marcarán sus vidas
para siempre. Cuando sus dos caminos confluyan en uno, la historia se
convertirá en una leyenda que el mundo nunca olvidará. Paxson readapta la primera
parte de El anillo de los Nibelungos,
mostrando un claro conocimiento del periodo germánico, pero al mismo tiempo
alejándose de la visión típica de la valkiria. En muchos aspectos recuerda a Las brumas de Avalon de Zimmer Bradley,
más ficción histórica que fantasía. Si queréis ver opiniones os recomiendo leer
las reviews de Amazon
y Goodreads,
ya que la edición en castellano es de 1999 y difícil de encontrar si no es de
segunda mano.
El ocaso de Odín, de Snorri Kristjansson (recomendado por
@duxiet, de Danza de Letras)
Novela histórica ambientada en
la Noruega vikinga, donde la intriga y el romance se dan de la mano con el
saqueo, el pillaje y sangrientas disputas. Ulfar conocerá a Lilia, una bella
mujer que le roba el corazón, y a Audun Arngrimson, el solitario herrero de la
ciudad, cuyo pasado esconde oscuros secretos. Al mismo tiempo, dos
temibles ejércitos se acercan de forma inadvertida a Stenvik: por una parte los
hombres del joven rey Olav, que quiere acercar su fe en el Cristo Blanco a los
habitantes de la ciudad, a punta de espada si es necesario. Y por el horizonte
se observan las incontables velas de otro enemigo aún más misterioso, dispuesto
a luchar por los viejos dioses vikingos. Me resulta interesante sobre
todo por el choque entre la cultura cristiana y la "pagana", que
marcan el final de la era vikinga y están menos tratados en las novelas
anteriores. Esta novela fue publicada el mes pasado por Pàmies, pero ya hay
algunas reseñas bastante positivas en
Excentriks y Pescando
entre libros.
La espada del tiempo (Magnus Chase y los dioses de Asgard), de
Rick Riordan
Rick Riordan quizá os suene por
la saga de Percy Jackson y los dioses del
Olimpo. En este caso, Riordan se apropia de los mitos vikingos y sus dioses
para llevarlos a la época actual. Magnus Chase se ve envuelto sin pretenderlo
en la antesala del Ragnarok y deberá hacer lo posible por evitar que suceda:
encontrar una espada legendaria perdida hace miles de años y, quizá, un
sacrificio mayor. El autor ha sabido encontrar el equilibro entre personajes,
aventuras y mitología en un libro divertido y adictivo, muy recomendable para
introducirse en la mitología nórdica. En Finding
Books o Vorágine
Interna podéis encontrar una opinión más detallada de esta novela juvenil.
Los dientes de la eternidad, de Jorge García y Gustavo Rico
Quería terminar esta entrada con
una novela gráfica recién publicada por Norma, ambientada en el siglo IX
noruego. El viejo Gylfi ha traicionado a su amigo Einar y quiere lavar esa
culpa peregrinando a Asgard, hogar de los antiguos dioses. Pero su viaje no
sale según lo previsto, pues esa tierra milagrosa atraviesa su peor momento:
hordas de demonios amenazan sus fronteras desencadenando el crepúsculo de los
dioses. Todo indica que el Ragnarok está cerca. Quizá no sea una versión muy
canónica, pero creo que es bueno darle un toque personal y una visión
innovadora en la medida que se pueda a las leyendas. Os recomiendo leer las
reseñas de Papel
en blanco y Tomos
y grapas, porque tienen imágenes del tomo y
tratan algunos aspectos de manera más profunda.
¿Conocíais estos títulos? ¿Cuáles os llaman más la atención?
¿Qué otros recomendaríais?
Dalayn
Lectora por vocación. (Medio) arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.
Lectora por vocación. (Medio) arquitecta por amor al arte. Soñadora de mundos y hacedora de historias. Escribo porque me hace feliz.
miércoles, 6 de julio de 2016
Tú me das veneno: ¡Booktubers! ¡Booktubers everywhere!
La palabra booktuber últimamente se está convirtiendo en un término peyorativo
y, aunque no me extraña, no por ello me entristece menos.
Booktube, como todo, empezó
siendo algo espontáneo que se viralizó hasta convertirse en una vasta comunidad
que se nutre de una misma pasión: los libros. Igual que en instagram algunos
comparten lo que comen y otros en twitter lo que hacemos a cada minuto del día
(reconozco mi pecado), era de esperar que se empezaran a compartir también las
compras y lecturas. ¿Acaso los blogs de libros son nuevos? Para nada. Algunos
acumulan miles de suscriptores tras muchos años de dedicación. Pero booktube es un cambio de formato
interesante que permite una mayor proyección y es más atractivo para el público
(¿cómo, si no, habría funcionado tanto la televisión?). Se entiende, entonces,
que su explosión haya sido mucho más contundente y que el negocio y los medios
de comunicación hayan acudido mucho más rápido.
Porque sí, reconozcámoslo, de booktube se hace negocio. No todos, por
supuesto, pero de eso hablaré después. Los booktubers atraen público. Un solo
vídeo de un booktuber «famoso» puede tener miles de visualizaciones (decenas de
miles, incluso). Aunque no todas las visitas sean únicas, solo hay que imaginar
la cantidad de gente que puede haber visto uno de esos vídeos para entender por
qué las editoriales han metido mano en esta comunidad. Que cientos (o miles) de
personas oigan hablar de un libro incrementa sus ventas, y eso a las editoriales les interesa. Y que ahora
vengan algunos a decir que no
les pagan. Si ahorrarte una media de unos 60€ al mes (suponiendo que
reciban 3 envíos editoriales, y en algunos casos creo que me quedo corta) no es
un pago, que me trasladen de dimensión.
«Pero, Dalayn, Laura, como te llames (sé que es complicado, yo también
me lío a veces), esto no es una opinión. ¿Dónde está la chicha? ¡Que yo he
venido por la sangre!»
Vale, vale, ya me meto en faena.
Antes he dicho que booktuber estaba
empezando a usarse peyorativamente, hay muchas críticas al sector y también,
cómo no, defensores acérrimos. Como a mí lo
que me gusta es tocarle las narices a todo el mundo, voy a comentar algunos
aspectos positivos y negativos, y así todos felices y nadie contento.
✔ Los booktubers fomentan la lectura
Eso dicen los medios. Esos
medios que de repente parecen interesadísimos en el tema de la cultura y la
lectura, cuando se la han pasado por el forro del taparrabos todos estos años.
O más bien, que se han dado cuenta de
que esos jóvenes que mayoritariamente participan en la comunidad booktuber van
a pasar de ellos (igual que hacen ahora) con el paso de los años (y aun así
los siguen tratando con condescendencia, muy inteligente). Las entrevistas y la
propaganda que ha surgido alrededor me parece un intento de decir «eh, que
nosotros también existimos y nos interesa hablar de libros». Ja. ¿De esos
libros que se meten con embudo a los 14 años y que harán que se odie la
lectura por toda la eternidad? Si algo han conseguido los booktubers (y por lo
que los medios y otra gente los envidian) es conectar con el público, unir
amantes de la literatura (con minúscula, no sea que alguien se ofenda) y crear
otros nuevos.
Sin embargo, no creo que la
importancia esté tanto en fomentar la lectura como en consolidarla. Los jóvenes
somos el sector de población que más lee según la "Encuesta de hábitos yprácticas culturales en España de 2014-2015". Creo que el objetivo debería
ir encaminado a crear un hábito de lectura para que esa tendencia a la baja en
años sucesivos sea cada vez menor. Porque leer un libro al año no es tan
complicado, ¿o sí? Tener una comunidad con la que compartir tus lecturas,
comentarlas, jugar con ellas, ayuda a crear este hábito. Canales como TheSpoiler Club, que proponen un libro al mes para luego comentarlo en un
videopodcast, creo que incentivan mucho este hábito lector.
Ahora bien, esto de fomentar la
lectura tiene su parte negativa, y es que los booktubers, en general…
✘No son críticos
Ni creo que muchos lo pretendan (otros
sí, siempre tiene que existir el listo de turno). Sin embargo, parece que sobre ellos pende el peso de la
responsabilidad por tener tanta gente pendiente de lo que dicen o dejan de
decir. Es decir, que deberían ser críticos y reseñar libros del más alto nivel
porque, si aman la literatura, eso es lo que deberían fomentar. Yo por ese aro
no paso. Cada uno es libre de leer lo
que quiera. Que la literatura basura y consumista existe es una realidad y
que su calidad sea altamente dudosa no quita que pueda gustar.
Ahora bien, entiendo que si uno se las da de lector asiduo, aunque
no sea un crítico literario, sí que se le supone cierto criterio (que
puedes compartir o no, que eso también es subjetivo). Es deseable, por tanto,
que quede reflejado ese baremo lector en sus reseñas para señalar, entre otras
cosas, que por mucho que un libro se pueda devorar en pocas horas, este puede
mostrar una romantización
de una relación tóxica, puede tener un Gary Stu o Mary Sue de
protagonista, puede haber partes incoherentes o utilizar un deus ex machina como resolución del conflicto. No es fácil,
pero cuando te gusta leer y lees mucho, este tipo de cosas caen por su propio
peso.
Además, si uno lee y aprende a
fijarse en estas cuestiones, uno se vuelve cada vez más crítico con sus
lecturas y estas y las de sus lectores evolucionarán. Creo que de cara al
objetivo que marcaba anteriormente de consolidar lectores, esto también es muy
importante. Las personas evolucionamos, nuestras vivencias e interacciones nos
hacen madurar, lo que nos gustaba de jóvenes no tiene por qué gustarnos de
adultos (y no me refiero a género o literatura juvenil en concreto). Que nuestras lecturas y nuestra manera de
entenderlas evolucione es natural. Que esto no se produzca implica que de
repente te deje de gustar lo de siempre, donde estabas cómodo y feliz, y dejes
de leer, porque lo demás te resulta ajeno.
Entonces que a algunos no les
extrañe la "criminalización"
al lector joven. No se produce (solo) porque no lea. Sino porque parece que, en
general, solo lee basura (o lo que algunos consideran basura, que los límites
no suelen estar claros y son muy subjetivos) o la
misma historia con nombres distintos. Reseñas tipo «me ha encantado porque
mirad qué bonita es la portada y el personaje X me encanta porque es superguapo
y tiene frases superbonitas por eso mirad cuántos post-its he puesto» tampoco
ayudan a mejorar la visión que hay del panorama. Pero esto no pasa solo en
booktube. En los blogs también. Y es que no hay que perder de vista el punto
inicial, y es compartir tus gustos y libros con los demás. Un mínimo de objetividad, análisis y profundidad son altamente
deseables (y, creedme, hay muchísimos ejemplos de gente que así lo hace, que se lo trabaja y que, aunque no haga una crítica como la podría hacer un profesional, demuestra las ganas y la dedicación que le ha puesto para que su opinión tenga unas bases objetivas), pero no exigibles, aunque estamos en nuestro derecho de
lamentarnos porque una herramienta tan potente parezca quedarse a medio gas.
¿Algunos vloggers pierden la imparcialidad cuando hay editoriales de por medio?
Seguramente algunos lo hagan. Aun así, hay
que tener en cuenta que hay booktubers para todo, y los hay que comentan
cualquier tipo de libro y no tiene por qué ser una novedad editorial. El conde
Lucanor, el Quijote o la obra de Lovecraft; acercar estas obras a un público
mayoritariamente joven es algo por lo que muchos profesores pagarían, y bien
por falta de tiempo o de ganas, no pueden conseguir ellos mismos.
Y si (algunos) no son críticos (o no tanto
como quisiéramos), es porque también...
Son personas
Sí, yo también espero que me den
un premio Nobel por este descubrimiento. ¡¡Los booktubers son personas!!
«Buah, qué estupidez, eso no es nuevo.»
Vale, no me
van a dar el Nobel. ¿Pero sabías que las personas tienen gustos diversos y
concepciones diversas de la realidad? ¿Que la gente se equivoca? ¿Que, al final, somos sentimientos y tenemos
seres humanos?
«¿Y eso qué quiere decir?»
Quiere decir que detrás de cada
vlogger hay un individuo que echa sus horitas en generar contenido, un contenido que atrae a cientos de
usuarios y que eso, nos guste o no, tiene un valor. Eso no implica que
estén exentos de ser criticados, de que tengan cosas que mejorar (puesto que ya
hemos dicho que se equivocan) o de que no nos guste su manera de reseñar. No
voy a negar que algunos me parecen sacados de un anuncio, que me suenan
artificiales y rimbombantes y parecen intentar vender aquello de lo que están
hablando, cuando yo solo quiero escuchar una reseña (y me pasa igual que cuando
voy a comprar zapatos y se me acerca la dependienta sin haberle preguntado, que
me doy media vuelta y me largo). Pero eso ya es una opinión muy personal (si os
pasa lo mismo, consejo: no los sigáis, no los veáis, nadie os obliga). Pero
también me gustaría que algunas de las críticas que he visto últimamente
estuvieran fundamentadas y fueran más allá de la gratuidad y el
insulto.
Sobre la
generalización hablaré después, porque antes quiero fijarme en otro aspecto de
este inusitado hecho de ser persona y en ese primer objetivo de booktube que
era compartir intereses. ¿En qué momento
los libros dejaron de ser los protagonistas para pasar a serlo las personas que
hablaban de ello? Es cierto que el vídeo es más cercano que el medio
escrito porque te permite oír la voz y ver las expresiones de la gente, puede
ser más espontáneo, y eso crea una conexión mayor y una creencia de que se
conoce a la persona que estamos viendo. Y digo creencia, porque sinceramente dudo
que se pueda conocer a alguien a base de ver vídeos suyos. Te puede caer bien
por sus opiniones, por anécdotas que ha contado, por su forma de hablar...
¿Pero idolatrarlos hasta el punto de robar cuentas de twitter porque los han
criticado? Y por otro lado, ¿permanecer en silencio cuando la bonita comunidad
que defiendes está quedando en entredicho?
Perdonad si
después de este maravilloso suceso que tuvo lugar hace unos meses piense que lo de fomentar la lectura y crear nuevos
lectores no se aplica a todo el mundo. Que hay dos tipos de booktubers: los que mantienen el espíritu de compartir opiniones y la pasión por los libros,
que crean interés por títulos que para algunos pueden ser desconocidos y
pueden crear lectores; y los que crean
fans y seguidores, incapaces de ser críticos, que parecen haber convertido
una afición en un negocio y que están haciendo que haya gente con
"vergüenza" de ser llamado booktuber por si lo relacionan con ellos.
Esta
devaluación es tristísima. En qué punto se pasa de un extremo a otro lo
desconozco. Pero, aun así, las formas con las que se critica al segundo grupo a
quien menos benefician es al primero. A ese que se esfuerza por ser visto entre
la ingente cantidad de vloggers que existen. Porque eso es lo verdaderamente positivo. Que hay tantos y de géneros tan
variados, que si alguno no nos gusta es tan sencillo como pasar a otro. Que con
la oferta que existe, si hay gente que decide ver reseñas que en nuestra
opinión están vacías de contenido, es más responsable el espectador que el
reseñador, y a mí personalmente me da igual lo que busque cada uno. Si algo no
me gusta no lo veo, pero insultar me desacredita a mí, no a la parte que estoy
intentando criticar. Porque en el fondo, hay mil y una razones por las que una
persona elige un canal u otro, o incluso varios. Insultar a los booktubers,
así en general, es englobar una
comunidad compuesta por miles de individuos con diferentes circunstancias en
una definición que en realidad afecta solo a unos pocos. Porque, como
siempre, la «cúpula visible» parece abarcarlo todo, y no es así. Hay mucha
gente que recién empieza, que tiene un público pequeño, que se dedica a un
género en exclusiva y que apenas es visible, digamos, aplastado por el peso «de
los grandes». Gente que no busca el negocio sino, simplemente, compartir
(aunque hay poco honrosas excepciones que antes de crear un canal ya están
pidiendo libros a editoriales, pero ese es otro tema). Y también hay otros que llevan mucho tiempo, con mucho trabajo a sus espaldas, y que siguen siendo fieles a su línea, honestos, que hacen colaboraciones, charlas, y que no se merecen que se los discrimine por el simple hecho de hablar de libros en youtube.
Ahora, además,
para terminar de redondear el asunto, se ha puesto de moda publicar libros de
booktubers. Adivinad de qué grupo son. ¿Por qué publicar un libro de dudosa
calidad si no es por la cantidad de ventas que tienes aseguradas? Luego no
queremos que los jóvenes estén criminalizados, pero hay que entender que esto a las editoriales les importa un pimiento,
que lo que les interesa es vender. No dudo de que hay booktubers que
escriben desde hace tiempo y que el hecho de que tengan un gran público es
circunstancial. Que hay vloggers, como gente de todo tipo, que escribe buenas
historias y que merecen ser publicados. Pero hay otros que no, y esto está
generando una controversia impresionante, y no sin razón. Que sí, que es un
negocio, que las ventas de libros comerciales ayuda a que las editoriales se
arriesguen con otros de mejor calidad pero que venden menos. Hasta ahí podemos
estar de acuerdo. Lo que jode (con
todas sus letras), es que nos vendan que
esto es el culmen de la intelectualidad, que los booktubers también son
escritores y que como leen tanto hacen historias maravillosas. Yo, por ese aro,
tampoco paso. Leer mucho no te garantiza ser escritor. Escribir mucho no te
garantiza ser un buen escritor. Incluso es probable que un escritor publicado
tenga su mejor obra guardada en un cajón. Si hay muchas críticas en este
sentido no creo que sea, como afirman algunos, por simple envidia, sino por la desvirtuación de ese objetivo inicial
que ya he comentado varias veces: compartir y disfrutar unidos de una pasión,
los libros. Parece que se ha sucumbido al método Mejide: hacerse famoso para
que te publiquen. A Risto le funcionó muy bien, al fin y al cabo es publicista.
A youtubers, en general, parece que también. Pero cuando amas los libros acabas preguntándote si te merece la pena que te
lean por quién eres y no por lo que escribes. O, al menos, yo lo haría. Y
como se ha dado este «boom» ahora hay
escritores preocupados porque también son booktubers. Triste, ¿no?
En definitiva,
no voy a negar que algunas críticas estén justificadas, aunque me apena mucho
que se haya creado esta especie de burbuja que se agujerea a sí misma. Porque
esa es mi sensación, que el germen de
esa devaluación del término booktuber procede de la misma comunidad en sí,
una comunidad que ahora parece en lucha consigo misma por volver a lo que nunca
debería haber dejado de ser. Pero a pesar de todas esas cosas que no gustan,
hay muchas positivas, mucha gente que se esfuerza y que hace un trabajo
excelente, aunque no sea perfecto. Creo que, en deferencia a ese trabajo, deberíamos
dejar de lastrar la palabra, porque en este caso el "no todos" es más
importante. Si os gusta un vlogger, dadle visibilidad, compartid su contenido,
comentad sus vídeos. No dejéis que no lo intente por miedo a ser incluido en un
club exclusivo en el que no ha pedido estar. Lo importante deben ser los libros y no las personas que hablan de
ellos. Porque booktube, en realidad, no es (o no debería ser) el negocio que
nos quieren vender. Es una pasión que
queremos compartir.